Déjame Odiarte [06]

2K 144 29
                                    

—Recuérdame, amigo, por qué hace tiempo que no como un manjar como este

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Recuérdame, amigo, por qué hace tiempo que no como un manjar como este. —digo antes de meterme el último trozo de esta deliciosa hamburguesa en la boca. Oh, por favor, con esto puedo soltar un gran orgasmo aquí mismo.

—Porque esto se llama saltarse la dieta.

—La dieta es para los que no saben disfrutar de todos estos placeres —respondo mientras las miradas de todos los demás se clavan en mi figura—. Pobres insensatos. ¡Esto está de muerte!

—No hace falta que lo gritas, rubia. —susurra él comenzando a sonrojarse debido a que nos siguen observando como si fuéramos unos bichos raros— y tampoco hace falta que dejes tu huella en este lugar.

—Deben saber que voy a irme. Tengo que hacer algo memorable, sino, ¿qué gracia tendría?

—Que te vayas no es ninguna gracia. —responde él al instante.

—Tal vez debería desnudarme delante de todos para dejar constancia de mi presencia —ante mis palabras, mi amigo me mira abriendo exageradamente los ojos y volviendo a sonrojarse mucho más. A saber lo que debe de estar pensando.

—Deja de decir tonterías, ¿o acaso tu hamburguesa lleva alguna especie de sustancia que afecta a tus neuronas?

—Vamos, Matt. Tienen que recordarme.

—¿Acaso no te vale con que yo te recuerde? —pregunta esta vez subiendo un poco el tono de voz. Cuando se da cuenta de que los demás siguen con sus ojos clavados en nosotros, vuelve a bajarlo—. Deberías saber que siempre te quedarás clavada en mi corazón. Pase lo que pase.

—Matt, hablas como si nunca nos volviéramos a ver.

—¿Y si ese es nuestro destino? —noto cómo su tono se ha vuelto más serio que antes. Por ello, la duda de si habla enserio me inunda la cabeza.

—¿Pero tú estás loco o qué? —inquiero soltando una risa. Pero el parece no reírse— ¿Acaso es tu ensalada la que tiene esa sustancia rara?

Matt no comenta nada, simplemente muestra una sonrisa completamente falsa y no duda en cambiar de tema.

—¿Quieres un helado? Seguro que no se pueden comparar con los de California.

—Sí, pero sin cacahuetes —añado al instante—, que aquí son muy de frutos secos y como los pruebe ya puedes olvidarte de mi.

El pelirrojo asiente con la misma sonrisa de hace unos minutos antes de levantarse de nuestra mesa e irse a por los pedidos.

Lo sigo con la mirada hasta que me doy cuenta de que una rubia teñida con demasiadas extensiones lo observa con una mirada que deja todo a la imaginación.  ¿Acaso es posible mirar de ese modo a una persona? Parece que va a desnudarle con la mirada.

Intento cambiar mi radical cara de asco al mismo tiempo en el que los ojos azules —seguramente lentillas— de esa rubia tetona me observan esta vez a mi con una cara de asco peor que la mía.

Déjame Odiarte ©Where stories live. Discover now