Déjame Odiarte [20]

1.7K 101 41
                                    

—¿Estás lista? —pregunta en un susurro— Voy a cogerte. —suelto un bajo y tembloroso "sí".

Desde que hemos caído aquí, el dolor en mi tobillo ha ido aumentando notoriamente. Al final, he tenido que confesarle a mi compañero —con demasiada vergüenza— que me era imposible andar por mucho más tiempo, ya que él tenía la idea de seguir profundizando en este lugar. Tras mucho insistir, él acabó convenciéndome de que lo mejor sería llevarme a cuestas.

—Bien, pues allá vamos —Will se posiciona delante mía y se agacha un poco para quedar ambos a la misma altura. Intento reunir todas las fuerzas suficiente para agarrarme a sus hombros e impulsarme hacia delate hasta que mis piernas quedan alrededor de su cadera. Cuando noto cómo sus brazos me rodean, dejo de ejercer presión y me permito relajarme. Me encuentro demasiado cansada—. Vaya, si no pesas nada.

—¿Gracias? —me remuevo un poco incómoda ante esta situación, pero a él parece no sorprenderle en absoluto. Comienza a andar arrastrándonos a los dos más adentro— Sabes que si no puedes más, puedo caminar, no importa.

—Puedo contigo, contestona. —responde convencido. Y para darle más credibilidad a sus palabras mantiene su agarre firme en mis piernas.

El camino —para mi demasiado interminable— lo continuamos en silencio; y no porque no tengamos nada que decir, sino que más bien porque queremos ahorrar las fuerzas suficientes para lograr salir de aquí.

La temperatura tampoco es que nos ayude demasiado: hace demasiado frío y el agua a nuestros pies va aumentando considerablemente. Supongo que el contraste entre mi cuerpo y el ambiente de aquí —ya que mi frente y tobillo se encuentran a fuego vivo en contraste con el resto de mi cuerpo— provoca que me encuentre demasiado mal física y mentalmente.

Rodeo inconscientemente el cuello de Will con mis brazos, esperando que el contacto de nuestra piel logre hacerme entrar en calor. Mi cabeza parece no tener fuerza, así que se deja caer para acabar en su hombro: ahora mismo me muero de sueño.

—Hey, Kim, ¿estás bien? —pregunta en un susurro con un tono que me desconcierta un poco.

—Sólo tengo sueño. —mi susurro al lado de su oído provoca que su cuerpo se tense al instante.

—Intenta mantenerte despierta, pronto saldremos de aquí. —noto cómo su tono vuelve a cambiar para convertirse en uno de preocupación. Por alguna razón, presiento que sus últimas palabras van a ser un poco difíciles de cumplir.

Siento que los minutos aquí son interminables, y cada vez que pasamos más tiempo me arrepiento más rápido de haberme dejado arrastrar hacia aquí.
Noto cómo Will se despega de mi y me va bajando poco a poco hasta dejarme delicadamente en el suelo, el agua ya cubre mis piernas y me da la sensación de que va a ir aumentando todavía más.
Apoyo la cabeza en la fría pared y mis ojos enseguida se fijan en lo que está pasando ante mi: un muro de piedras nos impide seguir nuestro camino.

—¿Hemos llegado? —la ilusión y esperanza en mi tono de voz es visible—. ¿Nos vamos?

—Sí y... no —contesta algo frustrado. Suelta un suspiro y comienza a acercarse a nuestro problema—. La salida está ahí, sólo que tapada por este gran muro de piedras y rocas, los que nos informa que nadie ha pasado por aquí durante años.

—Ten cuidado. —después de mis últimas palabras, cierro los ojos por inercia e intento descansar.

No sé cuánto tiempo llevamos aquí, pero puedo asegurar que Will se lo ha pasado quejándose y maldiciendo en voz alta todo el rato.

Y luego, la que tiene que dejar de decir palabrotas soy yo.

Déjame Odiarte ©Where stories live. Discover now