Déjame Odiarte [34]

1.2K 84 9
                                    

—¿Y si no quiero alejarme?

Su pregunta me deja atónita y más nerviosa de lo que ya me encuentro.
¿De verdad me está hablando enserio? Will me sigue mirando muy fijamente, seguramente, esperando mi reacción. Pero yo no tengo ni idea de cómo demonios contestar a eso, ¿qué se supone que tengo que hacer? ¿qué quiere que diga?

Sin esperar mucho más tiempo, Will acaba sonriendo intensamente y, al final, acaba por apartarse lo suficiente como para poder respirar tranquilamente.
Ambos seguimos manteniendo en silencio, sin cortar nuestra intensa conexión visual. Al cabo de unos cuántos segundos —que para mi son horas— Will acaba soltando una leve risa sin dejar de mirarme.

¿Acaso se está riendo de mi?

—¿Y ahora qué te pasa? —acabo preguntando algo molesta por su reacción.

—Deberías haberte visto la cara. —añade entre risas.

—¿Perdona?

Él sigue riendo sin ni siquiera molestarse en contestar. Pasan unos segundos, los suficientes como para acabar de encajar las piezas.

Will se está burlando de mi.

—¡Eres un imbécil William Evans! —y sin esperar más, salgo de esa incómoda situación en la que me encuentro.

Cuanto más lejos de él, mejor.

—¡Ey espera! ¿a dónde vas? —oigo que exclama mientras yo me acerco a la puerta para poder irme de aquí.

—¡A mi casa! —le contesto de la misma manera.

Como siempre acaba haciendo, consigue alcanzarme y agarrarme del brazo para después acabar girándome hacia su dirección. Y otra vez, ha vuelto a invadir mi espacio personal.

—¿No piensas darme las gracias por curarte? —pregunta aún con su tono burlón, como si hace tan solo unos cuantos segundos no hubiéramos estado en un situación bastante incómoda.

—¿Siempre vas a preguntarme lo mismo? —contraataco.

—No me respondas con otra pregunta.

—¿Por qué?

Will adopta una mueca de desagrado que me hubiera hecho gracia si no estuviera molesta con él.

—No me gusta. Además, evitas mi pregunta.

—Y tú la mía. —respondo. Él suspira resignado.

—Kimberly, así no llegamos a ninguna parte.

—Tranquilo, ya me voy.

Me giro nuevamente para retomar el camino hacia la puerta pero, otra vez, Will vuelve a girarme. Genial, nos encontramos más cerca todavía.

—¿No prefieres tomar el camino hacia mi habitación?

Sus palabras me sorprenden todavía más que sus actos. En un principio, pienso que no lo está diciendo enserio, pero al clavar mi mirada en esos ojos tan intensos, sé que no hay ninguna pizca de gracia en ellos. ¿Pero que le pasa hoy a todo el maldito mundo?

—¿Acaso tu también te has dado un golpe en la cabeza? —coloco mis manos a cada lado de su cara para verlo a los ojos. Tal vez, había bebido y yo no me había dado cuenta hasta ahora.

—Dios Kimberly, que no me respondas con otra pregunta. —vuelve a repetirme, cambiando nuevamente su estado de ánimo. Yo solamente me dedico a sonreír. Me encanta ser la causante de sus repentinos cambios de humor.

Hay un breve silencio, el cual Will rompe enseguida.

—Tienes una sonrisa muy bonita. —susurra lo bastante alto como para poder oírlo. Inconscientemente frunzo el ceño.

Déjame Odiarte ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang