V

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—¿¡Qué!? —exclamé golpeando con mi puño en la mesa de madera— ¡Has hecho trampa! ¿¡De dónde demonios te has sacado esa carta!?

—Aprende a jugar, aficionada —Mara recogió las monedas que había sobre la mesa y me sacó la lengua mientras se las guardaba.

Elric rompió a reír a carcajadas. Yo chasqueé la lengua frustrada porque aquella era la quinta partida de cartas seguida que perdía frente a ellos. No tenía muy buen perder y el hecho de que mis amigos me restregaran sus victorias por la cara no lo mejoraba.

—Está bien —dije poniéndome en pie aún con mi ceño fruncido— Movámonos. Deberíamos empezar a hacer algo productivo.

—En realidad esto es bastante productivo. Al menos para nosotros —Mara sonrió con malicia mientras yo la fulminé con la mirada—. No pongas esa cara —continuó Mara—. Tienes que aprender a perder... Maldita bastarda.

Elric comenzó a reírse más todavía mientras yo entrecerré mis ojos. Eran mis amigos y, tras regresar a Klorva, les había contado mi 'maravilloso' episodio junto al hombre más fuerte de la humanidad. La situación les había parecido muy divertida a ambos. Yo había tenido el valor no, la osadía de dirigirme de forma irrespetuosa a alguien como Levi Ackerman. Evidentemente, desde entonces, mi enorme bocaza había sido objeto de burlas por parte de los dos. Pero tampoco podía culparles. Posiblemente yo estaría haciendo lo mismo si eso le hubiera pasado a uno de los dos.

—Si lo llego a saber no os cuento nada...

—¡Oh, vamos! ¡Era una broma! —articuló Elric mientras limpiaba sus ojos por las lágrimas producto de la risa— En serio, ¿cómo no pudiste darte cuenta de que era él?

—Estaba muy nerviosa. Además, es un soldado cualquiera. No tiene nada de especial. Ni siquiera es alto. Es más bien bajito.

—¿Cuánto mide entonces?

—Yo diría... —me quedé pensativa unos segundos— Que alrededor de un metro sesenta.

Mis amigos guardaron silencio durante unos segundos y después estallaron en carcajadas. Yo, al principio, les miré de forma reprobatoria, pero, después, me terminé uniendo a ellos. No dejaba de ser sorprendente que aquel del que tanto habíamos oído hablar en los últimos cinco años, aquel al que tantos reclutas admiraban y temían fuera tan poquita cosa.

—Eso sí, tiene unas cualidades impresionantes —dije finalmente—. Deberíais haberle visto. Era increíble su forma de manejar el Equipo de Maniobras Tridimensionales entre los titanes, la precisión en los cortes... Lo hacía todo de manera tan natural...

—¿De qué te sorprendes? —Elric se apoyó de forma desinteresada en el respaldo de su silla— Ese tipo le quitó el puesto de hombre más fuerte de la humanidad al mismísimo Mike Zakarius.

—Me le crucé un par de veces cuando éramos reclutas y es un auténtico monstruo. Menudos músculos... —comentó Mara mientras miraba hacia el techo recordando aquel encuentro que tanto Elric como yo desconocíamos.

—Así que Mike Zakarius, ¿eh? —Elric se acercó a ella y le dio unos toquecitos en el costado. Mi amigo le miró de reojo mientras sus orejas se sonrosaban.

—¡Cállate! Solo estaba comentando que me le encontré dos veces.

—¿Y para eso tienes que mencionar sus maravillosos músculos?

—Yo no he dicho nada de maravillosos —mi amiga se cruzó de brazos, pero el tono rojizo se había extendido de sus orejas a sus mejillas.

—¡Pero si estás roja! —Elric comenzó a carcajearse mientras la señalaba con el dedo.

Más allá de las murallas - SnK [LevixReader]Where stories live. Discover now