XX

8.3K 686 288
                                    

Las siguientes horas fueron una auténtica locura. Como bien creía Mikasa, Levi ya tenía un plan para contraatacar. A sabiendas de que la Policía Militar debía estar inspeccionando los alrededores para encontrarnos, decidimos ponérselo algo fácil. No obstante, el objetivo no era que nos atraparan, sino atraparlos a ellos. Levi pretendía que nos infiltráramos en sus filas. Esa era la única forma de poder saber dónde estaban Eren e Historia y poder adelantarnos a sus movimientos.

Armin hizo de carnada. El rubio se acercó al río para coger algo de agua. A solas. O, al menos, eso fue lo que creyeron la pareja de policías militares que se atrevieron a detenerle. De lo alto de los árboles, Mikasa y Levi los asaltaron aprovechando esa distracción, inmovilizándolos inmediatamente. Solo entonces el resto pudimos salir de nuestros escondites, aunque Connie permaneció en lo alto de un árbol para asegurarse de que nadie descubría nuestra posición.

Aquellos policías eran simples reclutas. Como siempre, los más jóvenes eran los que se ocupaban del trabajo duro.

Una vez los inmovilizamos, Mikasa y Armin se pusieron sus chaquetas y capas. El plan estaba saliendo según lo previsto y, sin embargo, el chico habló.

—¡Dejadme que colabore con vosotros! —gritó— ¡Si se trata de corregir las injusticias de este mundo, haré lo que sea! ¡Dejad que yo me ocupe de sonsacar algo a la Policía Central! ¡Será mucho más seguro que un disfraz!

Un silencio se estableció entre nosotros. No dábamos crédito y mucho menos su compañera, que le miraba con sus ojos prácticamente fuera de las órbitas.

—¿Tú de qué vas? —preguntó Levi, trasladando al muchacho seguramente lo mismo que se nos estaba pasando a todos por la mente.

El chico insistió, pero Levi ordenó a Sasha que les atara por el bosque para que pudiéramos continuar con la misión. Sin embargo, Jean se ofreció para llevar a cabo aquella tarea. El chico tardó en volver más de lo previsto y, cuando lo hizo, regresó acompañado de nuevo de los dos jóvenes policías. Al parecer, Jean confiaba en el muchacho, llamado Marlo, y, tras realizar una prueba para asegurarse de que iba en serio, Jean le pidió al capitán Levi que modificaran el plan.

Y así se hizo.

Marlo, de hecho, nos indicó con exactitud dónde estaba el cuartel central de la Policía Militar. Una vez nos reveló toda la información, les dejamos que se macharan, desarmados en medio del bosque. Tendríamos tiempo para desplazarnos hasta el lugar hasta que ellos encontraran el camino de vuelta y vieran a alguien a quien poderle explicar lo que había sucedido en caso de que todo fuera una mentira.

Tras agradecer a Jean lo realizado hasta el momento, Levi nos instó a ser los primeros en atacar. No obstante, antes de asaltar el cuartel, se giró hacia mí.

—Tú, no —abrí la boca para replicar, pero él se me adelantó—. Estás herida. Puedes retrasarnos y ponerte en peligro.

—¿Y qué se supone que voy a hacer? —protesté. Levi tenía razón, una herida en la pierna no me permitía luchar en las mejores condiciones, pero no podía quedarme de brazos cruzados tampoco.

—Búscanos un carro —sentenció el capitán—. Te acompañará Armin —hizo una pausa—. Y no dejes que te vuelvan a herir —sentenció, dándome la espalda. Curvé la comisura de mis labios ligeramente hacia arriba y asentí, a pesar de que él no podía verme.

Cuando nos acercamos lo suficiente al edificio, prácticamente ocultos entre la maleza, cada uno tomamos caminos separados. Armin y yo nos desplazamos hacia la derecha. El rubio iba delante mía, ya que yo iba más atrasada por las malditas punzadas que de vez en cuando sentía en la parte posterior de mi muslo derecho.

Más allá de las murallas - SnK [LevixReader]Where stories live. Discover now