XXXI

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A lo largo de su vida, Levi había sentido mucho dolor y había perdido muchas cosas, tantas que a veces pensaba que sería incapaz de volver a sentir nada. No obstante, estaba completamente equivocado, porque daban igual las cosas que perdiera, eso iba a seguir afectándole.

Cientos de soldados habían caído en Shiganshina, entre ellos el propio comandante. Erwin Smith había puesto su vida en sus manos y él había actuado como verdugo. ¿Había tomado la decisión correcta? No estaba del todo seguro, solo el tiempo le daría la respuesta, pero lo que sí tenía claro es que había librado al rubio de una carga muy pesada.

No sabía explicar exactamente con palabras por qué se había decantado por Armin en vez de Erwin, pero había creído en ese momento que era la decisión acertada. Lo que había comprendido en aquella ocasión es que Erwin había terminado por convertirse en un monstruo, un sacrificio necesario para ponerse al mando de la legión y conseguir todo lo que habían logrado en los últimos años. Sin embargo, ese sueño había terminado por consumirle hasta tal punto que el comandante lo único que deseaba era encontrar la paz y descansar. No como Armin. Porque Armin también soñaba, pero lo hacía de forma diferente y por otras razones.

Por eso le dolió también que, de entre todas las personas, ella no lo comprendiera. La bofetada de _____ había sido como una puñalada. Habían tenido sus desencuentros, pero ella nunca le había mirado con tanto desprecio y odio como aquel día en Shiganshina. Tras haber perdido a Erwin, él solo necesitaba que una única persona comprendiera, pero ella no lo hacía y eso le entristecía. Le entristecía tanto y se sentía tan confundido por todo lo que habían vivido en aquella misión que apenas se veía capaz de mirarla a los ojos. Y, quizás, si la hubiera mirado, se habría dado cuenta de que ella no estaba bien.

Verla en el suelo, agonizando, mientras tosía sangre le heló por completo. No entendía qué pasaba, por qué tenía tan mal aspecto, por qué solo Jean parecía ser el único que se había dado cuenta de que ella estaba gravemente herida. El chico no se había separado de ella en todo el trayecto y había sido el único que había sabido reaccionar cuando a ella le habían abandonado definitivamente las fuerzas.

—Capitán —le suplicó Jean desde el suelo, pero Levi siguió sin reaccionar. Había perdido a Erwin aquel día, no podía perderla a ella también ahora.

...

Había una luz blanca muy intensa. Todo estaba borroso y las siluetas no se distinguían. Diría que me sentía confundida y desorientada, pero sería mentir. En esos momentos, no era capaz de procesar dónde estaba ni quién era, ni siquiera tenía control sobre mi propio cuerpo.

Había alguien ligeramente apoyado en la cama sobre la que me encontraba, aunque tampoco sabía que aquel sitio sobre el que estaba tumbada era una cama. Posiblemente sentí terror, por eso mi reacción fue intentar pelear. Alguien se echó sobre mí, intentando sostenerme de las muñecas, pero lo único que hacía era patalear, porque intentaba gritar, pero no salía ningún sonido de mi garganta.

—¡_____! ¡Tranquilízate! ¡Soy yo!

Era incapaz de comprender lo que me decían, así que yo me seguía resistiendo. ¿Quién era? ¿Dónde estaba? ¿Por qué me estaban agarrando?

—¡Ayuda! ¡Ayuda! —gritó aquella voz y, solo unos segundos después, otras voces entraron a escena— Se ha despertado de repente. No me reconoce.

—Está muy alterada, tenemos que darle algo para que vuelva a dormir.

Alguien me sostuvo la cara con ambas manos. No sabía quién era porque mis ojos se veían incapaces de enfocar aquel rostro. Y algo me hizo aquella persona porque mi respiración, agitada, se ralentizó y todo lo que había a mi alrededor volvió a desvanecerse.

Más allá de las murallas - SnK [LevixReader]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt