XXVIII

5.8K 582 92
                                    

Me resultaba increíble ver cómo Erwin y Levi podían mantenerse tan tranquilos cuando estábamos siendo atacados y el usuario del Titán Acorazado no había sido derrotado todavía. Reiner Braun se había transformado, seguramente para lograr sanar la grave herida en el cuello que el capitán le había ocasionado al atravesarle el cuello con una de sus cuchillas. El titán ascendía por la muralla, justo donde nos encontrábamos, mientras Erwin mantenía sus ojos puestos sobre aquella bestia peluda que nos amenazaba desde la distancia.

—Aquel titán que anda a cuatro patas también es inteligente —comentó Erwin. Aunque permanecía serie, como de costumbre, sus ojos brillaban por la emoción—. Y no me extrañaría que hubiera más.

Tragué saliva y cerré los ojos para intentar concentrarme y devolver toda mi atención a lo que tenía frente a mí. No era momento de entrar en pánico. Si lo hacía, estaría perdida. Pero Erwin tenía razón. Aquel titán situado al lado del Titán Bestia era de un tipo que no habíamos visto nunca. A su espalda parecía cargar varios barriles, lo que me hizo fruncir el ceño ligeramente. ¿Para qué querían aquellos barriles?

De repente, el Titán Bestia se movió. Emitiendo un sonoro rugido golpeó a la vez con su puño en el suelo. La horda de titanes que había dispuestos frente a él y hasta el momento habían permanecido inmóviles comenzaron a moverse.

—¡Se han movido! —gritó Hange— ¡Los de dos a tres metros se acercan en grandes números!

Mis ojos intentaron adivinar la dirección que seguían aquellos titanes. Si no estaba equivocada, el objetivo serían nuestros caballos. Su objetivo principal era conseguir a Eren, pero si nos impedían cualquier vía de escape o retirada les bastaría con encerrarnos y así evitar también cualquier vía de abastecimiento. Solo tendrían que esperar a que no pudiéramos pelear por el hambre y la sed, ni siquiera necesitarían luchas contra nosotros directamente para cumplir con su misión.

—Comandante, el Titán Acorazado estará pronto aquí y aún no sabemos dónde está Bertholdt —le recordó Armin.

—Lo sé —el rubio hizo una pausa, meditando qué hacer a continuación— ¡Que los pelotones de Dirk y Marlene vayan con el pelotón de Klaus, que está en el portón interior, y protejan a los caballos hasta el último hombre! —Erwin se giró para mirarnos— ¡Pelotones de Levi Y Hange, matad al Titán Acorazado! ¡Que cada pelotón use las lanzas-rayo que se le han asignado y cumpla con todo su objetivo a toda costa! ¡De este momento y de este combate depende la subsistencia de la humanidad! ¡Una vez más, ofrezcamos nuestros corazones por la raza humana!

—¡A la orden! —gritamos todos al unísono mientras nos poníamos en movimiento.

Nos desplazamos hasta algunos de los tejados de Shiganshina. Poco después, llegó Armin, pero no estaba acompañado de Levi. El muchacho nos comentó que el comandante había ordenado a Levi permanecer a su lado, pues solo el moreno podía acabar con el Titán Bestia. Nosotros, por nuestra parte, deberíamos seguir el plan que Erwin había trazado para que derrotáramos y matáramos al Titán Acorazado y que Armin nos explicó de forma rápida y sencilla.

—¿¡Que le usemos de cebo para proteger a los caballos!? —Hange no daba crédito.

—¡Sí! ¡Son órdenes del comandante!

—Pero, ¿Y si aun así Reiner elige matar antes a los caballos? —preguntó Mikasa.

—No... —sopesó Hange— Seguro que irá tras Eren. Si elige a los caballos, Eren dará un rodeo. Saldría en dirección a Trost e irá a por el Titán Bestia por detrás. Entre Eren y el pelotón de Levi realizarán un movimiento de tenazas y le atacarán. Esas son las órdenes de Erwin, ¿no? —Armin asintió— Aunque no salga bien, si Eren hace movimientos para huir, el enemigo se aturdirá y romperá el asedio. Pero, no sé si Reiner lo interpretará de ese modo.

Más allá de las murallas - SnK [LevixReader]Where stories live. Discover now