XLIV

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Miccah se sentó en una de las mesas de madera del comedor. Había un silencio sepulcral en el cuartel. Sacó su navaja y cortó un trozo de la manzana que había cogido de la cocina. Cuando se lo llevó a la boca, sonrió con satisfacción. El fruto estaba jugoso y ácido.

—Ah, aquí estás —Miccah miró por encima de su hombro. Floch iba acompañado de otros dos chicos—. Te estábamos buscando.

—Pues no me he movido del cuartel —replicó el muchacho, llevándose otro trozo de manzana a la boca—. ¿Queréis?

—No, gracias —Floch sonrió de medio lado y se apoyó en el banco de al lado.

—¿Puedo ayudaros en algo? —Miccah frunció ligeramente el ceño. No le gustaba juntarse con el grupito de Floch, pero por alguna extraña razón parecían estar interesados en él.

—La verdad es que sí. Nos preguntábamos a qué estás jugando.

—No sé de qué hablas.

—Sí que lo sabes, Miccah. Te hemos invitado muchas veces a unirte a nosotros, pero parece que solo nos rehúyes. Queremos ser tus amigos.

—Estoy bien así —Miccah dio unos últimos mordiscos a la manzana. Hizo un lanzamiento y ésta entró de forma limpia en la papelera—. Me voy. Enid me espera. Tenemos cosas que hacer.

Cuando Miccah se movió, los tres chicos también lo hicieron, interponiéndose en su camino.

—¿Cuánto tiempo más vas a vivir en una mentira, eh? —Floch se aproximó mucho a él, tanto que Miccah podía sentir su aliento en el rostro— Tienes que unirte a nosotros, Miccah. No es tarde. El nuevo imperio de Eldia es la única respuesta.

—No confío en Eren Jaeger. No del todo —y sus motivos tenía. El castaño los había utilizado para conseguir su disfraz en Marley.

—¿Por qué? ¿Porque es lo que te ha dicho ____? —Floch sonrió de medio lado— No te engañes. A ella tú le das igual, igual que esa retrasada de Enid. Vives en una ensoñación, creyendo que son tu familia, que todo va bien en esa casa en la que vivís todos juntitos —los ojos de Miccah se abrieron de par en par. ¿Cómo sabía eso?— No te confundas. Esa relación es una mentira. El capitán solo quiere a ____ porque se abre de piernas todas las noches, pero tarde o temprano se olvidará de ella. Y ella no querrá saber nada de unos mocosos como vosotros y mucho menos de la cerda y traidora de Noel.

—¿Cómo te atreves? —Miccah apretó los dientes con fuerza y cogió a Floch de la pechera. Los otros dos chicos que le acompañaban se pusieron alerta inmediatamente.

—Eh, tranquilo.

—No me tranquilizo, porque te estás metiendo con mi familia.

—¿Tu familia? —Floch contuvo una carcajada— Por favor...

—Te crees muy listo, pero no sabes nada. _____ nunca nos dejaría a Enid y a mí. Las dos son mi familia y, si te tengo que matar para que lo entiendas, lo haré. Nadie las pondrá un dedo encima.

—Entonces, hagamos un trato —Miccah enarcó una ceja ante la propuesta del chico—. Dime dónde está el capitán Levi.

—¿Qué?

—Tú me lo dices y yo no las pongo un dedo encima a ninguna. Ni siquiera a tu querida Noel. ¿Qué te parece? Suena justo.

—No sé dónde está el capitán Levi y, si lo supiera, tampoco os lo diría.

—Vives con ____, ella tiene que saberlo.

—Que yo sepa, no lo sabe tampoco. Pero, si lo supiera, me parecería normal que no lo hubiera compartido. Es alto secreto. No vais a acercaros a ese despojo de Zeke Jaeger, si es lo que pretendéis.

Más allá de las murallas - SnK [LevixReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora