XLI

3.4K 329 124
                                    

Observó el fuego de la enorme hoguera crepitar y, de repente, se sintió cansado y ligeramente mareado. Se tambaleó, aturdido por la cantidad de alcohol ingerido hasta el momento, y sintió cómo algo cálido le envolvía, permitiendo que guardara el equilibro.

Maverick levantó la vista. Aaron le sostenía con fuerza. El chico llevaba el pelo suelto, como siempre, con algunos mechones cubriéndole el rostro. Su aspecto asalvajado y el tono anaranjado del fuego proyectado en su morena piel le conferían un aspecto mucho más intimidante. Discretamente (o al menos lo más discretamente que su leve borrachera le permitía), se pegó a su cuerpo para sentir más de cerca los increíbles y musculosos pectorales de aquel gigante de alrededor de dos metros de altura.

—Deberías recogerte el pelo —Aaron le miró confuso—. Ya sabes, que se te vea un poco más la cara. Tienes unos ojos negros preciosos —añadió.

Maverick tendió su mano para apartar un mechón de pelo del rostro de Aaron, dejando a la luz sus pobladas cejas y aquella mirada penetrante. Aaron se acercó a él, invadiendo su espacio personal. El moreno restregó su nariz por su piel, provocando en Maverick escalofríos.

—¡Pero qué haces! —el chico dio un respingo hacia atrás y miró a su alrededor. Afortunadamente, la gente estaba distraída riendo, bebiendo y bailando como para reparar en ellos.

—Hueles a alcohol —respondió Aaron con simpleza.

—Sí, he bebido un poco, pero no puedes acercarte así a la gente y mucho menos olfatearles de esa manera —Maverick puso las manos en el pecho del muchacho para apartarlo un poco más todavía de él.

—Eso me dijo ____. Que a pesar de que me gustaras no podía hablar así a la gente. Lo siento.

Maverick abrió la boca de par en par. ¿¡Acababa de decirle Aaron que él le gustaba!? ¿¡Él, que precisamente tenía taquicardias cada vez que lo tenía cerca y que tenía que controlarse para no lanzarse como un poseso a sobar su musculado cuerpo!? No podía haber escuchado bien, habría bebido más de lo que pensaba.

—No pasa nada —Aaron le dio unas palmaditas en el brazo. Bueno, unas palmaditas o unas caricias, no lo tenía muy claro porque estaba un poco aturdido todavía y, dada la fiesta en la que se encontraban más lo que había bebido, solo tenía ganas de restregarse contra el cuerpo del moreno como si de un animal en celo se tratara.

Maverick decidió que lo mejor sería alejarse por el momento y despejarse, pero fue dar un par de pasos y tropezar con alguien que iba más bebido todavía que él. Aaron, que sin él pretenderlo le estaba siguiendo, volvió a evitar que pudiera caerse y colocó el brazo de Maverick alrededor de su cuello. Qué cerca está, pensó Maverick, sintiendo cómo ardían sus mejillas.

—Creo que voy a terminar cometiendo una estupidez —pronunció en voz alta más para sí mismo que para Aaron—, así que creo que me voy a ir —hizo el amago de moverse, para que Aaron le soltara, pero no lo hizo.

—No entiendo qué quieres decir.

Maverick suspiró. Tenía la impresión de que, por muy claro que fuera con él y le pidiera que no le siguiera, Aaron no iba a hacerle caso.

...

Releí la carta de nuevo sin poder ocultar la sonrisa que asomaba en mi rostro. Levanté la visita y observé a mi alrededor. Todo el mundo parecía estar pasándoselo bien. Aprovechando la ausencia de Hange y Levi, Floch me había propuesto hacer una pequeña fiesta para levantar el ánimo de todos y disfrutar de los días "tranquilos" que estábamos viviendo, lo que me pareció una idea excelente. Lo que no me había convencido tanto es que a nuestra celebración (que en su mayoría eran miembros de las Tropas de Reconocimiento) pudieran venir Yelena y compañía, así que me había negado en rotundo a esa sugerencia del chico. Tenía instrucciones muy precisas de Pixis, quien no se fiaba de Yelena. Aun así, Floch tampoco me había insistido mucho más. Aquella noche, la gente hablaba con normalidad, sonreía, bebía y los más atrevidos hasta bailaban.

Más allá de las murallas - SnK [LevixReader]Место, где живут истории. Откройте их для себя