Prototypa II -Versus-

Capítulo 2: "Incomodo"

Escuchaba la ruidosa multitud combinado con la suave música de fondo del centro comercial, veía como pasaban una y otra vez en dos direcciones opuesta fluían sin tener fin, estaba recostado en el barandal sosteniendo mi mentón sobre mi mano izquierda observando en diferentes direcciones a ver si la veía pero nada, "¡Soy el idiota más grande que hay sobre la faz de la tierra!", "De seguro están por ahí escondida riéndose de mi con algunas de sus amigas", de tan solo tener que pensar en eso me puyaba un fuerte dolor en el pecho como si mi corazón se estuviera suicidando o algo, "¡En que estoy pensando! como una chica como ella se fijaría en alguien tan extraño como yo", me sentía muy mal, pero era estúpido llorar por algo sabiendo que era inalcanzable, saco una lata de refresco de mi bolsillo derecho, la destapo "SPSSSSSS..." la espuma bajaba chorreando el suelo y la bebo boca arriba "No quiero tener que llegar a mi casa ahorita y decepcionar a mis padres", prefiero tener que caminar por todo el centro comercial, solo, haciéndoles creer que soy una persona genial y divertida como todos los jóvenes de mi edad sabiendo que la realidad es todo lo contrario, mejor subo otro nivel y me quede un rato jugando a las maquinitas, total tenía tiempo que no voy para allá.

Vi mi reloj y ya eran las 6:40, seguí caminando directo a las escaleras automáticas y bien abajo a tres niveles inferiores la veo a ella caminando rápido, estaba muy hermosa con unos pantalones jeans negros que se le pegaban como si fueran unas medias, marcando su cintura más una blusa blanca semitransparente cubierto por un suéter negro muy fino como si fuera de algodón acentuando sus pechos, aparte estaba muy bien maquillada, parecía una muñeca de porcelana. Subiendo al segundo nivel ella me observa y sonríe saludando, le saludo con mi sonrisa tímida y boba, me puse nervioso, el corazón quería salir de mi pecho, podía escuchar su latir en mi oído, estaba muy emocionado — No lo puedo creer, ¡No lo puedo creer!, si vino, ¡fue enserio! y está muy hermosa— pensaba, sentía una inmensa alegría mezclada con tristeza, miedo y un poco de rabia, primera vez que me siento así, comencé a recordar lo que dijo mi padre antes de irme <<de todos los chicos de tu colegio te escogió a ti, debe ser por algo ¿No lo crees?>>  esa frase me era una poesía en aquel momento, "¿Sera que de veras le gusto?" de tan solo pensar en eso me hacía cosquilla en mi barriga pero de repente veo algo inusual, en la última escalera subiendo hacia donde estoy la veo a ella mirando a un chico más alto que yo con un atlético cuerpo —¿Sera que están hablando?— pensaba, más se acercaban y aquel chico me era un tanto familiar, cuando llegan por fin reconozco el rostro del desconocido joven pues era "Cristian" mi mejor amigo, es el más popular de mi salón. Es atlético, educado y todas las chica quieren ligar con él pero a pesar de todo Cristian no es lo que todo el mundo cree, no es engreído, presumido, no juega con los sentimientos de nadie en pocas palabras es un buen chico, pero se preguntaran ¿qué hace alguien tan genial como él ser amigo de alguien tan raro como yo? Pues de allí viene su gran secreto, él y yo compartimos las mismas aficiones, prácticamente Cristian es un Friki como yo pero es mucho más nerd, de allí unió nuestra amistad pero no quiere que nadie sepa sobre sus gustos pues me dijo que le guardara el secreto para no dañar su reputación, sigo sin entender porqué esconder eso, no es que me dijera si es gay o algo, tal vez no quiere ser marginado como yo, Rebeca la chica rubia que me había invitado me saluda con un beso en la mejilla —Hola Mac— dice sonriendo

—Hola Rebeca— respondí sonrojado

—Hola Mac— saluda Cristian

—Hola Cristian y ¿Qué haces aquí?— inquirí sin guardar discreción

—Pues Rebeca me invitó— contesta sonriendo

Seguía sin comprender porque nos invitó a los dos, "¡no entendía nada!", Rebeca enseguida añadió — Disculpa por llegar tarde lo que pasa es que había mucha cola