Prototypa II -Versus-

Capítulo 45: "Seguir luchando"

— ¿En dónde está?— inquiere con desconcierto la chica.

—Síganme— pide Ernesto de camino a la siguiente sala. Rebeca se levanta y lo sigue sin avisarle a su amigo, Cristian veía hacia donde iba entre las paredes, ahora como distinguía su aroma particular, la silueta de su cuerpo se le torneaba de otro color, uno más vivo como si fuera fluorescente. Usa su agudo oído y espera la respuesta.

Rebeca llega y ve una pequeña pantalla de monitor antiguo, en ella proyectaba un mapa satelital parecida a la de Google maps y sobre él, parpadeaba un círculo rojo — ¿Qué es eso?— inquiere atenta a la imagen.

—Es la ubicación de David— le atiende con la mirada—Carga consigo un rastreador y lo activa cuando anda perdido y necesitan que lo busquen.

—Y ¿En dónde está?

Ernesto desvía sus ojos a la pantalla, arruga los parpados y dice —Está en algún punto en el estado de Dakota del Sur, al parecer dentro de los bosques de Black Hills.

—Necesito que me des una dirección o algo más para encontrarlo.

—No te preocupes, afuera hay un grupo de hombres preparándose para su rescate.

— ¿Rescate?—Frunce el cejo con extrañes

Ernesto afirma con la cabeza —No solo está perdido, si no en peligro...

Más tarde, Rebeca entra a la habitación de Cristian y no se encontraba— ¿A dónde fue?— piensa viendo de extremo a extremo sin respuesta, por intuición deduce que está en el cuarto de Mac. Marcha a su habitación y lo encuentra sentado a su lado, se acerca y lo escucha suspirar— ¿Por qué lo hiciste? Yo no quería, no sabías que eras...— baja la cabeza—Lo lamento amigo— resopla su nariz, se quita sus lentes oscuros. Afligido se restriega los ojos.

—Cristian, no fue tu culpa. Si estuviera consiente lo comprendería.

— ¡Pero no lo está!— exclama con ardor—No... lo... esta— repite con la voz quebrada.

Rebeca se queda callada aguardando en su silencio, tan solo se limita en sobarle su hombro como un tacto de consuelo.

—Hice todo lo posible para salvarle, hasta perdí la vista por él, ¡TODO! Pero al final fui yo el que le hizo el peor de los daños— se encorva sentado, cubriendo sus ojos con las palmas.

—Lo que hiciste fue salvarlo, salvarlo de él mismo— declara la chica con voz suave.

Cristian se queda callado, aquellas palabras no las podía cuestionar y no sabía porque.

—Ahora—interrumpe aquel triste silencio— hay alguien más que nos necesita.

Sigue callado.

—Cristian, es David. ¡Nos necesita!— dice con voz suave.

—Lo lamento Rebe... ya tire la toalla. Lo que hicimos fue una tontería— aparta su rostro.

Rebeca menea la cabeza con una expresión indignada — ¿Qué te ha pasado? Ya no eres el mismo chico que todos admiraban, dispuesto a todo por ayudar a los demás.

—Ese chico lastimó de forma fatal a su mejor amigo, ¡alejó de su familia a alguien más!—le revela su mirada triste y perdida— y aparte quedó sin ver como los demás ¿Y para qué?. Era tan solo un ¡Estúpido!

—No—niega con la cabeza la chica— no lo era, pero ahora ¡lo es!— suelta con una voz más seria—Enserio me entristece tu forma de pensar pero yo no pienso así— se va alejando—Si no quieres ir, es asunto tuyo pero yo no lo voy a abandonar, ¡adiós!— cierra la puerta.