Capítulo 12: "El secreto de la montaña"

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— ¡Sí! ¡Estoy bien!— respondí al instante con los ojos exaltados pero solo el cráneo era el único que me pudo ver.

—Bien... bajo enseguida— avisa aquel desconfiaste montañés entre la espesa lluvia.

Entramos a la casa y se sentía fría por la humedad de la tierra sobre la madera, yo me mantenía calmado como si no hubiese visto nada pero ahora me causaba mucha tención estar en la casa de este hombre, aquel sujeto me pregunta — ¿Cómo te llamas?

—Asesi... digo, digo Eeehh... M...Mac.

— ¿Solo Mac?

— ¡Mendoza! Mac Mendoza.

Aquel señor me observa con cierta incertidumbre como si estuviera sospechando de algo, añadiendo —Mac Mendoza... Mmmm... ¿Cómo llegaste a este lugar? Por... que de paso no es...— me señala con su dedo índice derecho al igual que con su labio de la boca, agregando— por cómo estás vestido— observa mi atuendo, era el uniforme de quinto año de mi colegio, menos mal que la toga se lo llevaron mis padres y el birrete Cristian.

Bajo mi cabeza con cierta timidez, respondiendo —Bueno señor hoy estuvieron a punto de secuéstrame y logre escapar del vehículo y me fui corriendo a estas montañas hasta que tuve este accidente.

— ¿Secuestro? ¿Eres rico? — inquiere el anciano hombre levantando el pecho y una ceja.

—No señor.

—Pfssss... eso es lo que diría cualquier rico desprotegido— niega con su cabeza en tono de incredulidad

—Le digo la verdad, mi papá trabaja de chofer en una compañía y mi mamá es solo repostera.

Aquel hombre gira su cabeza sin verme la cara escupiendo un moco de la garganta, prosigue diciendo —Mmmm... si tal vez tengas razón, con lo que acabo de ver... ya sería una razón para que alguien te secuestrara— voltea viéndome, sobando su enredada barba y levantando la ceja.

Desciendo mi rostro en un gesto angustiante, diciendo—Sí, pero quisiera saber ¿Quién y para qué?

—Bueno chico yo deduzco que eso ya estuvo planificado hace mucho tiempo, más de lo que tú crees— contesta él estirando un mechón de su barba y entrecoge los ojos.

— ¿Cómo así?

—Si yo fuera los secuestradores, ya hubiese sabido desde hace mucho tiempo la extraña habilidad que tienes, tan solo me quedaría esperando a ver si esas habilidades madurarían más adelante para luego capturarte.

— ¿Me estás diciendo que ellos esperaban desde hace tiempo a que yo cambiara a este modo?

Aquel señor se sienta en una silla de tronco, profiriendo con unos ojos perdidos en los pensamientos —Tal vez si o tal vez no pero la interrogante está ¿Siempre has tenido esa habilidad?

Negué con la cabeza, diciendo —No... para nada, fue en estos días que tuve estos cambios.

Él se vuelve a sobar la barba, susurrando pensante —Mmmm... ya veo... entonces eso significa una cosa

— ¿Qué cosa?— inquirí exaltado

Fija la mirada en mí, respondiendo—Que mi primera teoría es la correcta.

— ¡Pero no entiendo! ¿Cómo es que ellos saben que iba a regenerarme?

—Creo que ellos ya lo sabían cuándo naciste.

—Pero ¡¿Cómo?!— pregunté, tesando la mirada

Aquel barbudo y sucio montañés, baja la cabeza concentrada en su mente, susurrando —No lo sé...—Hasta que luego abre más los ojos con un aire de idea resolviendo el misterio, sube la mirada y exclama — ¡Tus padres!

Prototypa II -Versus-Where stories live. Discover now