Capítulo 26: "Una secreta Iluminación"

567 66 31
                                    


 Al día siguiente, me despierto en una enorme y cómoda cama con muchas almohadas y frazadas. A mi alrededor, en la parte superior me envolvían unas cortinas blanca, de esos que se ven en esas películas victorianas como si fuese una princesa de hace dos siglos. La habitación era grande, las ventanas panorámicas descubrían un colorido balcón, las cortinas rojas de ceda más el perfume floral que emanaba, le añadía su toque exquisito. A pesar de que la habitación tenía rasgos modernos conservaba su toque antiguo como si del siglo XIX se tratara.

A pesar de que la habitación estaba cerrada y mantenía su reconfortante oscuridad, la claridad de sus rayos solares traspasaba los poros de la cortina, emanando un hilo de luz sobre el suelo hasta llegar a mi rostro, posándose sobre mis pestañas.

Giro sintiendo la cálida claridad en mi mejilla, quería aprovechar la libertad de dormir hasta que me aburriera pero <<insospechadamente>> alguien abre la puerta, escucho pasos desde la entrada hasta la ventana, en cuestión de segundos la penumbra oscura que me acogía desaparece en un haz incandescente que se esparcía por toda la sala. 

A pesar de que tenía los ojos cerrados no podía soportar la intensa luz de día y me escondo entre las sabanas como si fuera una coraza —Es un día muy soleado, hermoso, una mañana de incandescente alegría— dice una voz masculina, suave y áspera pues era la de ese joven. 

—Una mañana así— añade—no se puede desperdiciar con dormir ¿Verdad?— le ignoro tratando de encontrar el fondo de la almohada —Veo que una chiquilla como tú le hace falta un poco más de disciplina— pausa y agrega— Seré más claro contigo así que escucha mis palabras ¡LEVANTATE Y CAMBIATE! Tienes cinco minutos para que estés vestida, porque si no lo haces pues... ya verás tu castigo— amenaza aquel impasible joven.

Seguí ignorándolo, a mí nadie me amenaza y menos me castiga "Quien se cree" continúe con mi mejilla a la tela buscando el sueño. A los pocos minutos sentí algo muy frío sobre mis pies, luego en el abdomen y finalmente en mi cabello. Escucho un zumbido como de una regadera, la cama se estaba humedeciendo, me levanto de golpe y noto que del techo me estaban bañando. Quedé completamente empapada y mis ganas de dormir se habían caído por el agua.

La puerta vuelve abrirse y entra una mujer vestida de blanco con unos paños y trapos entre sus brazos —Tome. El señor Bersatán la espera abajo para desayunar—dice.

Estaba molesta pero no podía berrinchar ya que sería un gesto de niña inmadura o creo que estaba tan fastidiada que no tenía ánimos de patear a esa señora aunque sea para desquitarme con alguien. La miro con aborrecimiento, ella coloca las prendas en una esquina de la cama y se marcha apresurada.

Pasan los minutos y salgo de la habitación, jamás había usado un vestido; era blanco y caluroso, largo, tocando mis tobillos, de tela gruesa, lo único que me descubría eran mis hombros y el cuello. Además, me habían traído unas sandalias con tacones del mismo color, las ignoré pues mis zapatillas son mucho más cómodas. "No entiende porqué hay estúpidas que usan esto"

El pasillo del segundo piso era largo, de paredes blancas y el techo tan reluciente como una perla y el suelo alfombrado en rojo, había muchas puertas pero seguí adelante pasando de una a una buscando las escaleras, cuando la encuentro sube un hombre mayor de traje y guantes blancos, diciendo —Señorita Nima el joven Bersatán la está esperando. Por favor sígame— obedezco y llego a un enorme comedor. 

El lugar tenía enormes ventanas victorianas, rodeados de adornos y objetos de dos siglos de antigüedad, aparte mantenía la presencia de unas extrañas estatuas griegas y en las paredes colgaban hermosos cuadros de bodegones, la mesa era larga como para alimentar a veinte invitados, las sillas de cojines dorados, parecieran que brillaran. Cada nueva habitación que conocía mostraba una pulcritud excepcional —Siéntate— ordena Bersatán desde el otro extremo de la mesa, cortando un bisté rojo.

Prototypa II -Versus-Where stories live. Discover now