Capítulo paralelo 3-4: "Fe"

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 El rostro frio y seco de Mac curvea la boca hacia arriba de forma perversa, aquel hombre frunce el ceño — ¿Qué te da risa?—pregunta— Estas nervioso— acusa el chico con vigor. El contrincante se queda callado — ¿Le tienes miedo a la muerte?— inquiere con una lasciva sonrisa el aterrador Mac— Jaaaa... ¿Qué preguntas es esa? Ya veremos quién de los dos tiene miedo a morir— responde con una frescura fingida, algo que Mac notó en su pequeño cambio de voz.

— ¿Qué esperas? atácame o ¿Me tienes miedo?— reta el militar. Mac pega un brinco directo hacia él pero da otro retrocediendo, su contrincante desliza su cuchillo fallando. Al parecer no iba atacar— ¡Cobarde! Si vas a brincar en vez de atacar eres peor que una niña.

— ¿Eso crees? Tan solo quería jugar— esboza con un aire de diversión —Déjate de ridiculeces y Peleaaa— ahora se lanza hacia él y Mac solo esquiva deslizándose a la izquierda, el lado donde no alcanza el cuchillo. Estaban de espaldas —Vaya. No pensaba que fueras tan lento ¡Como me voy a divertir! — el sujeto rechina los dientes, gira y vuelve a atacar, Mac solo sube el brazo y gira en el momento exacto cuando el desenfunda el cuchillo como si adivinara sus movimientos, otra vez quedan de espalda — ¿Por qué NO ATACAS?— inquiere el hombre furioso

—Todo a su tiempo, si acelero el destino será poco satisfactorio.

Aquellas palabras fueron un insulto para él, gira pero no se lanza, solo se queda viendo su espalda descubierta, era como si él le estuviera dando alguna ventaja para prolongar la pelea. Ahora descubrió que Mac si estaba jugando con él como un gato entreteniéndose con su presa. Debía planificar otro ataque pero ¿Cómo?

—Sé que ya no tienes otra salida— alega el chico sin mirar atrás —Sé que escondes una segunda carta.

— ¿Cómo lo sabes?—. Mac gira de reojo y descubre una mirada asesina como si hablara otra persona — ¡Sé que estas desesperado! Harías lo que fuera por intentar sacarme la vida, si eso involucra sacrificar la tuya— el sujeto se queda callado, pero sus ojos marcaba cierta desesperación, sus dedos un tanto temblorosos se levanta buscando el bolcillo donde está la granada—Es tú ultima oportunidad, aprovéchala para que comience mi turno— sugiere Mac con una fría tranquilidad como si nada lo inmutara.

El hombre en un suspiro de intenso valor, sostiene la granada, le quita el seguro y lo lanza, ahora saca de su otro bolcillo una 9 mm, dispara varios tiros, grita mientras se detonaba la explosión. Esperaba agitado como se disipaba el humo negro, tenía una pizca de esperanza de verle en varios pedazos, entremetidos en puros escombros, cuando el humo se desvanece no ve nada solo el fuego y el cráter en el suelo —¡No Esta!— exclama horrorizado —¡Exacto!— escucha una voz muy familiar pues era de él. Aquel sujeto queda paralizado del terror, jamás en su vida se enfrentó a algo sin igual, si lo hubiera sabido tal vez se resignaría a la misión.

Mac le sujeta el hombro derecho y le susurra al oído con cierta diversión —Es mi turno—. De repente el pobre hombre siente un fuerte dolor en su abdomen y luego en su pierna sumándose a su espalda, cae al suelo resistiendo el ardor — ¿Qué me hiciste?— inquiere entre dientes.

—Quise ser amable y te estaba devolviendo las balas que me arrojaste— parlotea el joven jocosamente — ¡ERES UN ENFERMO!— ¿Enfermo yo? ¡Estas equivocado! Yo no torturo a personas inocentes, yo no les quito padres a hijos pero tampoco dejo de ser un monstruo.

— ¿Por qué no me matas de una vez?

—Ese es el problema— se agacha y lo mira de frente —Hay algo dentro de mí que me está deteniendo, no sé si llamarlo conciencia porque sé que no lo es, es como que si alguien contralara mi libertad. Estoy esperando el momento perfecto.

Prototypa II -Versus-Where stories live. Discover now