Capítulo 52: "Madre"

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Ya era la hora, después de tantos años, después de tanto dolor, después de tantos esfuerzos ¡PORFIN LLEGO EL MOMENTO! El momento que siempre anheló ¿A caso es malo sentir rencor? Al parecer David lo sentía de otro tono amargo diferente ¿Si vieras cara a cara a la persona que le quito la vida a alguien muy especial para ti, lo perdonarías? ¿Perdonaría su acto aunque nunca te lo pidiera? O ¿Te dejarías consumir por el fuego incesante del impulso de la ira y el dolor? A veces el perdón es un lujo muy inaccesible que podemos dar, creyendo que es una opción estúpida e inalcanzable, antes los punzantes clavos del dolor. Es fácil decir lo que uno haría sin ni siquiera vivirlo pero muy distinto es vivir la experiencia en carne propia, tomando la verdadera decisión, la mentalidad justa de un ser humano puede llegar a desaparecer en cuestión de cenizas en tan solo una acción. Toda acción conlleva a una reacción, toda causa tiene sus consecuencias para bien o para mal, ya depende de nosotros tomar la mejor decisión, pero a veces una simple decisión aparentemente correcta por los engaños de una mente imperfecta puede socavar una grave reacción y nuestras vidas no se libra de ella pues la consecuencia es mucho más larga que la precipitada acción.

David estaba listo, ya tomo su decisión guiadas por las ataduras de su ira, sostiene el cerillo con la pequeña lengua de fuego, la arroja sobre ella y en cuestión de segundo el fuego envuelve su cuerpo, Nima chilla y se retuerce del intenso dolor, era insoportable, se veía que estaba sufriendo, David prepara el segundo ataque de su venganza, aquella que le daría fin con la vida de ella. Extiende su espada hacia arriba, preparado para volarle la cabeza, no perdía de vista su cuello como si fuera la mira de la hoja —Kai, hermano...— dice — esto te lo dedico a ti, gana...— de la nada se escuchan unas detonaciones, cinco disparos, el pobre David completa la frase "Mos" pero tristemente pierde fuerza, temblando en el pulso y la pesada espada se le cae de sus manos, se arrodilla, extiende su palma hacia arriba como si viera su rosto —Kai—suspira, enseguida recibe un último disparo directo a su cabeza, este cae al suelo derramando toda su sangre sobre la espada y esta pierde brillo como si muriera junto a él.

Enseguida dos soldados de Bersatán se apresuran en derramar la espuma del extintor sobre ella, Nima estaba casi oscura como un carbón, su piel achicharrada se le despegaba en escama, su rostro se conservaba un poco más intacto pero colorado muy colorado e hinchado, seguía viva. Escucha unos taconeos, el sonido de sus pisadas le eran muy familiar, era su maestro, lo más que puede gira su vista ante él, Bersatán llegaba con su siguiente tropa y todos estaban atendiendo el incendio, tenía una pistola en la mano, aquella que le dio fin a su sufrimiento.

Extiende su mano temblorosa ante él como si le pidiera ayuda, Bersatán con un brillo airoso en sus ojos y un gesto de desprecio en sus labios le pisa la mano —Me fallaste— dice y algunos hombres lo veían estremecidos. Nima intenta lo más que puede en pedir una disculpa pero él le pisa la garganta ahorcándola —Primera y última vez que tenga que salvar tu vida como también espero que sea la última vez que hagas algo sin mi consentimiento. Estuviste a punto de morir y arruinaste mis juegos como mi hogar. Sabes muy bien que las fallas son inadmisibles al igual que la desobediencia. Solo los seres inferiores fallan y desobedecen por eso mismo son inferiores, Si vuelve a pasar— Le aprieta más en un leve giro de la punta, ella gime atragantada. Bersatán se agacha y le confiesa con una fría calma a centímetros de respirar en su frente— créeme que seré yo quien te vuele la cabeza ¿Eh sido claro?— ella asiente con la pupila contraída y la mirada exaltada.

Bersatán quita el pie y ella absorbe el resto del aire tosiendo atragantada, le da la espalda como un gesto de rechazo pues no desea verla por ahora — ¡Llévensela!— ordena y sus hombres la acuestan en una camilla, Nima estaba tan triste por su error y la reacción de su maestro que de sus ojos rojos se escapa una lagrima, por primera vez en su vida llora y se siente débil como arrepentida.

Prototypa II -Versus-Where stories live. Discover now