Capítulo 4: "Un día incomodo en el colegio"

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Andaba recostado en la ventana del autobús, viendo las calles ir y venir como si fuese un rollo de película, estaba solo, no tenía a nadie al lado pues no había mucha gente que digamos "¡Mejor!, me gusta estar solo", seguía pensando en lo que ocurrió ayer tratando de recordar lo que paso después, estaba muy desanimado en el autobús, me cuestionaba en querer ir al colegio pero luego pensé en ir ya que quería hablar con Cristian, inesperadamente sube en el autobús Rebeca, ella le paga al chofer, luego observa en ambos lado a ver que asiento escoger, yo la miro pero aparto mi cara viendo la ventana para que no perciba mi presencia o no me reconozca "Total no creo que le importe" para mi sorpresa ella se sienta a mi lado "¡Que raro!", mi rostro continua adherido a la ventana, tratando de ignorarla "Lo más seguro es que se sentó aquí por pura casualidad!", pasaron los minutos y el autobús siguió andando, veía su linda faz reflejarse en la ventana y noto que ella voltea a verme "¡No entiendo!", enseguida siento que toca mi hombro y yo volteo saludando, fingiendo como si no la hubiese visto

—Hola Rebeca.

—Hola Mac.

Pasó unos segundos de incomodo silencio viéndonos las caras, como no tenía nada que decir aparto mi rostro para recostarlo en la ventana, luego escucho

—Oye ¿Cómo sigues?

Yo volteo extrañado, inquiriendo — ¿Cómo sigo?

—Si— afirma ella con la cabeza

—Eeehh... estoy bieeen ¿Supongo?—

—A qué bien— alega ella con un suspiro desanimada

Pasan los minutos y el autobús vibra por los huecos que pisa, yo seguía sin comprender "¿porque ahora se preocupa de que estoy bien?" como no tenía nada que decirle pues no suelo ser muy conversador con las chicas y menos con las que me atraen, que me recuesto una vez más en la ventana, fijando mi mirada en las calles que venían pasando, ella tampoco me decía otra cosa y solo se concentra en escribir en su moderno Samsung Galaxy S6, como se notaba que era de mujer por la cantidad de calcomanías de corazones que tenían pegadas, "Ahs... típico de chicas como ella que solo se concentra en escribirles a sus amigas o de seguro a su novio, olvidándose de los demás, me imagino que estará chateando con Cristian ¡No me extrañaría para nada"

Estando con ella me hacía sentir muy extraño e incómodo, debo admitir que estaba un poco nervioso, sigo fijando mi vista en la ventana pero luego observo el reflejo de Rebeca viéndome detenidamente, pareciera que quisiera hablar conmigo o hallar una forma de romper el incómodo silencio, yo no me inmutaba y seguía ignorándola, de repente el autobús se agita fuertemente y a Rebeca se le resbala el teléfono de sus manos cayendo en mi zapato izquierdo, yo me agacho y lo recojo, ella me agradece

—Gracias.

—Ah... de nada.

—Oye Mac ¡Enserio gracias!

De la nada se puso a sollozar un poco, cayendo unas cuantas lágrimas sobre su teléfono, yo no comprendía porque lloraba si ni siquiera el teléfono se partió "Como se nota que ella es aferrada a sus cosas", yo le respondí palmeando suavemente su espalda

—Tranquila, mira no se partió ¡No tienes por qué llorar!

Ella sube la mirada con un gesto extrañada por no entender la razón de su dolor, enseguida el autobús se detiene en la última parada que casualmente era de mi colegio, yo me levanto impacientemente para poder bajarme, alejarme de ella y continuar con mi solitaria vida "¡Al fin...!", cuando bajo del autobús Rebeca me llama a lo lejos — ¡Mac espera!— mi corazón nuevamente empezó a latir con furia por mis nervios, me detengo y volteo, ella se me acerca y dice —Esteee... me... alegra que hallas estado ayer con nosotros.

Prototypa II -Versus-Where stories live. Discover now