Cambios de Roles | Gastina (Completada)

10. Corre

Narra Nina

- ¡Nina!- me llamó Gastón, ¿de qué puede querer hablarme para correr así hacia mí?

- Me debes una respuesta.- dijo Manuel corriendo a entregarme un ramo de rosas.

-Pero antes... ¿podemos...?- decía Gastón mirándome diferente, en el buen sentido. En vez de desviar la mirada, como suele hacer, me miraba a los ojos y yo sentí que tenía que decirme algo importante.

- Sólo es sí o no, Nina.- indicó Manuel interrumpiendo a Gastón.

- Antes quisiera saber qué quisiste decir con tu último post.- dije cruzándome de brazos, necesitaba respuestas antes de decidir si aceptaría o no la propuesta de Manuel.

- Bueno, es que después de nuestra cita, me dió la impresión de que no me creías de que soy Roller Track y que por eso no aceptaste ser mi novia.- declaró, tiene sentido, pero en realidad no era tan simple como eso, también está mi miedo al amor, pero como dice Roller Track, "los miedos están para superarse".

- Es más complejo que eso, pero lo estuve pensando y creo que podríamos intentarlo.- declaré dejando satisfecho a Manuel mientras que Gastón lucía como si le acabaran de dar una mala noticia.

- Gastón ¿de qué me querías hablar?- pregunté preocupada. - ¿Te sentís bien?

- N-no, digo sí, más o menos, solo quería... ¿posponer la selección de fotos?- otra vez volvió con la mirada en cualquier otra cosa.

- ¡Genial! ¡Ahora no tenes excusa para no salir conmigo ahora mismo!- sonrió Manuel tomando mi mano llevándome al Roller donde buscamos los patines y decidimos ir a patinar en el parque donde nos vimos por primera vez. Él me abrazó pero, no sé por qué, no sentía su calor.

- ¿Y no es esta la mejor cita de todas?- me preguntó.

- Bueno siento que...- decía cuando terminó la oración interrumpiéndome con un beso. -Siempre tienes la razón.- sonreí algo incomoda por aún no lograr sentir nada por sentir sus labios.

- Aw, gracias, amor. Tengo una idea, te juego una carrera a la esquina, el primero en llegar decide que hacemos después.- dijo comenzando a correr, era mucho más veloz que yo, pero eso no me desanimó. Luna me había enseñado una técnica para acelerar que desarrollo cuando tenía que hacer entregas rápidas en Cancún, aunque me advirtió que era posible perder el control con facilidad si no tienes mucha experiencia.

La técnica hizo su efecto, dejé atrás a Manuel en su propia carrera, pero eventualmente perdí el control de mis ruedas y tropecé sobre alguien más. Mi corazón corría pese a que mi cuerpo estaba paralizado, accidentalmente, acabé besando a alguien más. Pero lo más loco de todo, es que tardé en apartarme, sentí un cosquilleo en mí sobre este pobre chico que había  derribado. Abrí los ojos y era...

Narra Luna

Matteo y yo habíamos salido a practicar nuestra escena en el parque para el taller de teatro.

- "¿Cómo has llegado hasta aquí y para qué?"- consulté en tono dramático. - "Las paredes de esta puerta son altas y difíciles de escalar, y aquí podrías tropezar con la muerte, siendo quien eres, si alguno de mis parientes te hallase."

- "Las paredes salté con las alas que me dio el amor, ante quien no resisten aun los muros de roca. Ni siquiera a tus pariente temo."- respondió Matteo. Neta que no tenía idea de que fuera tan buen actor, quizás algún día llegaría al Oscar.

- "Si te encuentran, te matarán."- dije posando mi mano ante él.

- "Más homicidas son tus ojos, amada mia, que las espadas de veinte parientes tuyos."- dijo tomándome del mentón.

- "Yo daría un mundo porque no te descubrieran."- repliqué alejandome de a poco.

- "De ellos me defiende el velo tenebroso de la noche."

- "¿Y quién te guió aquí?"

- "El amor que me dijo dónde vivías."- dramatizó con una pose.

- "Si el manto de la noche no me cubriera, el rubor subiría a mis mejillas, recordando las palabras que esta noche me has oído. En vano quisiera corregirlas o desmentirlas... ¡¿Me amas? Sé que me dirás que sí, y que yo lo creeré."

- "Te juro, amada mía, por los rayos de la luna que platean la copa de estos árboles..."- decía tomando mis manos.

-" No jures. Aunque me llene de alegría el verte, no quiero esta noche oír tales promesas que parecen violentas y demasiado rápidas. "- declaré apartándome, así vivimos esta escena. - Ya me lo sé ¿No crees que deberíamos tomarnos un descanso?- consulté cansada de repetir varias veces el mismo libreto, incluso las acciones de Matteo se habían vuelto predecibles.

-Bueno, como quieras, chica delivery.- dijo Matteo. - ¿Qué te gustaría hacer?- consultó caminando a mi lado. Pues, no tenía idea, solo quería dejar de ser Julieta. - ¡Cuidado!- me dijo acercándome a él mientras una chulita que patinaba a toda velocidad casi me atropella. Un momento, esa chulita era nuestra amiga, le dije que tenga cuidado con mi técnica de velocidad. - ¿Esa era...?

- Nina.- asentí, nos quedamos observando mientras se dirigía directamente hacia...

- Acerquémonos a ver si están bien.- dijo Matteo interrumpiendo mis pensamientos.

- Bueno, pero en silencio, quiero oír lo que se dicen.- indiqué.

- Por supuesto, chica delivery, ¿o debería empezar a llamarte Julieta?

- No, prefiero chica delivery antes que Julieta. Neta que ya estoy cansada de esta misma escena. Más vale que nos vaya bien, porque si llego a hacer el oso por tu culpa, tendremos problemas.

-¿Hacer el oso?

- Que Nina te explique, ahora mira... ¡Nina está besando a...!- decía en susurro plenamente emocionada.

Decidí hacerme la malota y dejarles con una sencilla incógnita.

Éxitos!

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