37. Te Quiero Mucho, Mucho

2.4K 150 13
                                    

Maratón parte 7 de 7. Fin del maratón.

Narra Nina. 

- Hola, Nina, ¡¿En qué estabas pensando?! ¡Te fuiste sin avisarle a nadie y encima con el celular de Gastón!- me gritó Matteo al celular. 

- La verdad es que me puso muy mal estar ahí...- trataba de explicar, pero la verdad es que ni yo tenía mucha idea de por qué fui tan descuidada. No podía creer que tuviera el celular de Roller Track en mis bolsillos.

- Me parece egoísta de tu parte que te fueras así como así. No tenes excusa ¿dónde estás?- consultó Matteo interrumpiendo mis pensamientos.

- En una heladería a dos cuadras del salón siguiendo la mano de los autos.

- Bien, quédate ahí, ahora te pasamos a buscar.

- Solo decime que Gastón no viene con ustedes.

- Y sí, Gastón viene con nosotros.- me afirmó. - Ni se te ocurra moverte de ahí ¿okay?

- Okay.- suspiré tomando el celular de Gastón en mi bolsillo que había comenzado a vibrar a causa de un mensaje. Aunque quisiera ver lo que guardaba, conocer su lista de reproducción,  o sus fotos en su galería, no podía. Tenía contraseña,  era lógico si quería conservar su identidad secreta como Roller Track. Pero al mirar su pantalla, no pude evitar sonreír. Descubrí que era la chica en su fondo de pantalla. Era yo el día que nos juntamos en el Roller y me puse a bailar con Matteo mientras la banda ensayaba. Mi pulso se estaba acelerando de nuevo, hice lo mismo que él hizo, alejarme apenas las cosas se pusieron incomodas. Tendría que haber luchado por él, en vez de huir.

Definitivamente, no lo superé. Cada vez que intento convencerme de que él nunca me quiso lo suficiente, me demuestra lo contrario. Puede que Ámbar lo besara, que él no la apartara. No debería importarme de no ser que realmente lo quiero, y mucho. Sí, me lastimó mucho todo lo que pasó, pero Luna tenía razón él también tenía sus limitaciones, y Matteo ya estaba tratando de cambiarlo por mí. Si  Gastón supiera que no necesita cambiar para gustarme.

Oí que las puertas de la heladería se abrieron, e ingresaron tres personas con una guitarra.

- Ya sé que no hay reglas ni en el amor, ni en la amistad.- cantó Luna.

- Lo que hace lo importante es hablarse con honestidad.- entonó Matteo indicándole a Gastón que cante.

- Por eso hoy, te traigo unas palabras que regalarte.- vocalizó él.

- No soy ningún poeta ni busco impresionarte...- cantaron Luna y Matteo.

- Es que me gustas tú...  Me haces feliz en un segundo.- armonizó Gastón encontrándome con la mirada.

- No sé si sea tu luz...- sincronizaron Matteo y Luna.

- Pero te veo y me quedo mudo...- cantó Gastón.

- Oh baby I love you...- cantaron los tres juntos.

- Yo quiero que te quedes en mi mundo, y quiero confesarte que aunque te conozco poco...  - armonizó Gastón sentándose a mi lado con la guitarra.-Ya sé que tal vez te sorprenda mi sinceridad.

- Mi sinceridad.- vocalizó Matteo.

- Pero no hay nada de malo en decirte la verdad.- entonó Luna.

- Es que me gustas tú... Me haces feliz en un segundo.- armonizó Gastón.

- No sé si sea tu luz...-  cantaron Matteo y Luna a la par.

- Pero te veo y me quedo mudo...- cantó Gastón.

- Oh baby I love you...- coordinaron los tres juntos.

- Yo quiero que te quedes en mi mundo, y quiero confesarte que aunque te conozco poco... - entonó Gastón.- Ya te quiero mucho.

- Mucho, mucho, mucho.- corearon Luna y Matteo. 

- Pero mucho, mucho, mucho.- concluyeron los tres.

Los abracé, yo también los quiero mucho mucho, a los tres. Mis mejores amigos y el chico de mis sueños cantándome una canción, este momento no podía ser más perfecto porque de serlo no podría ni describirlo.

- Perdón por irme así, tendría que haberles dicho al menos a uno de ustedes, pero es que cuando vi a Gastón con Ámbar y luego Andrés comenzó a besarme el cuello, no pude tolerar ni un segundo más ahí. Soy una tonta. Ahora sí estoy lista para escuchar todas tus explicaciones, Gastón, Luna y Matteo ya me dieron idea de tus motivos. Por algo te siguen apoyando, ¿no?- sonreí.

- Nina, los dos fueron tontos.- me dijo Matteo.

- Ay, chico fresa, no arruines el momento.- le regañó Luna.

- ¿Y si le pasaba algo?- dramatizó, Luna no respondió.

- Pero no pasó, ahora vayamos por un helado mientras los tórtolos hablan.- indicó Luna.

- ¿Algún pedido en particular? La chica delivery se los trae.- decía Matteo.

- Ya me lo llevo.- rio ella arrastrando a mi amigo hacia el mostrador.

- No puedo creer que cantaras en público por mí.- dije impresionada.

- No es tan difícil cuando lo haces con amigos.- sonrió.

- ¿Enserio?- cuestioné con sorna.

- Por eso no pude cantar con vos en el Open,  no te veía más como amiga, o al menos me dolía verte con esos ojos. Eso es lo que significó para mí ese beso en los lockers.

- ¿Y el de ayer?

- Quise resumir mis respuestas a tu interrogatorio lo mejor posible.

- ¿De verdad? Pensé que simplemente no querías responder.- admití, ¿cómo pude ser tan tonta?

- Sí, y el de Ámbar me tomó por sorpresa, de verdad, no esperaba que hiciera eso.

- Ya me quedó claro lo que sientes por mí.- dije mirando hacia abajo.

- ¿Y vos qué sentís conmigo?- me preguntó tomándome del mentón con una mano mientras con otra secaba mis lágrimas. ¿Cuándo había empezado a llorar?

- Felicidad, miedo, mariposas, escalofríos, cosquillas, electricidad, conexión... podría estar todo la noche e incluso todo un año tratando de definirte lo que siento con palabras. Pero todo se resume en el tema que casi hacemos para fotografía.

- ¿Patinaje?- rio él.

- Amor.- respondí saltando a él para compartir un beso con él.

Narra Gastón.

- Me fue difícil admitirmelo, tragarme mi orgullo, superar la separación de mis padres, aceptar mis sentimientos. Pero no fue por vos, siempre me pareciste un chico asombroso. Fue por mí, y en pensar solo en mí, olvidé considerar lo que sentías vos.- dijo ella al apartarse. - Estuve ciega todo este tiempo, ¿te gustaría salir conmigo mañana?

- ¿Salir?

- Sí, quizás podríamos ver la nueva película de ciencia ficción en cartelera, o jugar videojuegos. No me importa donde vayamos, lo que me importa es ir con vos.

-Suenan tentadoras tus ideas, pero te propongo ir mañana a patinar por el Roller.

- Solo con una condición.

- ¿Cuál?

- Que seas mi novio.- Nina me acaba de proponer que sea su novio, ¿no se suponía que los chicos hacían ese tipo de pregunta? No importaba ya, lo que importaba es que ahora mi novia era ella y nadie más.

- ¿Estás segura? No quisiera ser un estorbo para tu reputación.

- ¿A vos te parece que me importa eso? A mí me interesa tener a mis amigos felices, y a mi amado a mi lado. Ese serías vos, no Manuel, no Andrés, no Matteo, ni Roller Track, aunque ese último técnicamente sos vos, pero se entiende el punto. Amo a Gastón Perida.- declaró.

- Y yo a Nina Simonetti.- sonreí abrazándola.

Cambios de Roles | Gastina (Completada)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें