56. Eres La Música En Mí

1.5K 100 12
                                    

Narra Gastón.

Estaba en mi casa ordenada como libro en biblioteca, estudiando de mis libros de biología, pero no podía concentrarme. Matteo no me había vuelto a llamar y no sabía qué pretendía Nina con su nuevo amigo. Solo pensar en ella, se me acelera el pulso. Me estaba estresando para avanzar con mi tarea cuando escucho el timbre. Abrí la puerta, y me encontré a Nina con un bolso en una mano y su mochila del Blake en la otra, sentí un escalofrío. Su pelo estaba húmedo, y al juzgar por el hecho de que no había llovido, asumí que se había duchado antes de salir.

- Nina, pasa.- le dije tomando su bolso y su mochila.

- ¿Vamos a tu habitación?- consultó ella sin ninguna vergüenza, provocando que mi pulso se acelerara aún más.

- Bueno...- asentí. - Vos dormís en mi cama y yo en la de mis padres.

- ¿A dónde fueron?- consultó ella mientras dejábamos sus cosas en mi habitación.

- España, Barcelona.

- Estuve ahí el año pasado.

- Yo hace dos.- admití.

- ¿Qué fue lo que más te gustó?- preguntó dejándome pensándolo.

- Barcelona es una ciudad hermosa y se la recomiendo a cualquiera. Pero si tuviera que elegir, sin dudas sería la Sagrada Familia, por su arquitectura y su historia...

- ¡A mí también! ¡Qué loco! La última vez que hablé de Barcelona fue con... no importa.

- Nina, yo creo que... Más bien quiero que...es decir pienso que...- quería que me diga que fue a hacer con Xavi.

- Fue con Manuel, pero no quise traer el tema.- respondió ella.- Fui una tonta al creerme su acto de Roller Track teniéndote en frente.- dijo tomándome de la remera.

- Nina, no, yo, te quería preguntar...- decía cuando ella me interrumpió con un beso en los labios. - Nina, estoy tratando de hablar.- dije apartándola.

- Sí, y te estoy escuchando...

- Me gustaría saber qué fuiste hacer con Xavi.- declaré como en un delirio.

- ¿Por? ¿Celoso?- consultó divertida.

- Un poco.- admití recuperando mis nervios.

- Me alegra que preguntes, amor. - sonrió ella sacando un álbum de fotos de su mochila con una portada dibujada.

- ¿So-soy y-yo?- consulté tartamudeando mientras ella me lo entregaba.

- Sí, le pedí a Xavi que lo haga, para vos, y de paso se da cuenta que te amo.- ella usaba el te amo de manera tan natural que me preocupa cada vez más no poder decírselo.

- ¿Pa-para mí?- pregunté incrédulo, nunca pensé que una chica haría algo así por mí, menos la chica de mis sueños, la música en mí. La canción y la orquestación, que en mi cabeza vueltas da.  Al ritmo de mis latidos seguía tartamudeando manteniendo la conexión con su mirada.   Ella me entendía bien pese a como soy de tímido.

- Sí.- confirmó ella. Era como si me conociera sin verme por completo. Como si ya supiera que la amo sin que se lo dijera. ¿Qué paso? No se que fue lo que ella vio en mí. Solo sé que pude decirle mucho más cantando con Luna y Matteo, fue muy fácil porque finalmente pudo ver mi esencia.   Tropecé con mis propios pensamientos provocando que tirara el álbum al suelo. Ambos nos agachamos al mismo tiempo para levantarlo.

- Perdón, no sé que me pasa, soy muy torpe.- me disculpé.

- ¿Te sentís bien?- inquirió ella posando su palma en mi frente. - Gastón, estás ardiendo.- dijo sonrojándome, eso sí que nunca lo había soñado.

- Estoy bien.- declaré, aunque a decir verdad me sentía atontado por su suave mano en mi frente.

- ¿Dónde guardas el termómetro?

- En botiquín del baño. ¿Por?

- ¿No es obvio? Te voy a tomar la fiebre.

- Nina, estoy bien, no es para tanto.

- No, no lo estás, estás pálido y yo te voy a curar.- decidió ella. - Acostate en tu cama, ya vengo.- me indicó yéndose al baño por el botiquín.

- Nina...- la llamé siguiéndola. Comencé a sentirme algo mareado, quizás sí tenía un poco de fiebre pero no era para tanto.

- Gastón, anda a la cama.- ordenó ella. Suspiré y le hice caso tomando un libro de biología conmigo. Mis ojos comenzaban a pesarme, y en un abrir y cerrar de ojos,  llegó Nina con una bandeja de sopa. ¿Me dormí o ella hizo una sopa instantánea? - ¿Cómo te sentís ahora?- consultó ella llevando el termómetro por debajo de mi remera hacia mi axila. Sentí un cosquilleo cuando finalmente colocó el termómetro allí para tomarme la fiebre.

- Yo no sé lo que me pasa cuando estoy con vos. Me hipnotiza tu sonrisa, me desarma tu mirada y de mí no queda nada me derrito como hielo al sol.- le canté, esa canción era la que quería proponerle para el Open. La había oído cantarla antes en otro Open de chicas contra chicos, claramente no participé. Solo la oí cantársela a Matteo burlona, porque las chicas arrasaron en ese open, bueno, también eran más que los chicos... En fin, esa canción creo que de algún modo siempre nos representó. Bueno, al menos, lo que siento al estar con ella.

- Cuando vamos algún lado nunca elijo yo, porque lo único que quiero es ir contigo. Vivo dando vueltas a tu alrededor, como un perro abandonado que en la calle te siguió.- junto cantamos al fin, con el poder de la música, el poder que me ayudaba a expresar lo que siento.

- Esa canción es de mis favoritas.- sonrió ella.

- De las mías también, y pensé que podríamos cantarla en el próximo Open.- dije cubriendo mi cara sonrojada tras el libro de biología mientras ella apoyaba la bandeja en mi mesa de luz.

- Me gusta la idea. Pero no me respondiste la pregunta y creo que lo que te está dando la fiebre es tu auto exigencia. Por hoy, ya estudiaste mucho.- me dijo tomando mis manos al apartar el libro de mi cara. - ¿Cómo te sentís?- repitió nuevamente inclinándose a mí.

- Enamorado.- respondí hipnotizado por sus ojos sobre mí.

Narra Nina.

- Me gusta la idea. Pero no me respondiste la pregunta y creo que lo que te está dando la fiebre es tu auto exigencia. Por hoy, ya estudiaste mucho.- le dije tomando sus manos al apartar el libro de su cara. - ¿Cómo te sentís?- repetí nuevamente inclinándome a él para alcanzar al termómetro bajo su remera.

- Enamorado.- respondió perdido en mi mirada.

- ¿Cómo?- pregunté sintiendo que mi corazón latía con más energía.

- Te amo.- declaró, sonaba mejor de lo que habría podido imaginar. - Nina Simonetti, siento que estoy perdida y completamente enamorado de vos. Cada verso de la canción Corazón, describen exactamente lo que siento al estar con vos.

- A mí me pasa lo mismo.- admití pensando en la letra. - Es la canción perfecta para nosotros.- dije mientras tomaba el termómetro. Su temperatura había bajado, por lo tanto, ya no deliraba. Su piel había recuperado algo de color. - Parece que estás mejor.

- Te dije que no era para tanto.- dijo cortando la distancia entre nosotros con un beso.

Cambios de Roles | Gastina (Completada)Where stories live. Discover now