Cambios de Roles | Gastina (Completada)

53. Yo Sabía

Narra Gastón.

Guíe a Flor a quitarse los patines fuera de la pista porque noté que no sabía patinar ni estaba interesada realmente en aprender.

- Gracias por la ayuda, sos un amor.- me sonrió ella tomando asiento en el banco junto a los lockers.

- De nada.- me limité a responder quitándome los patines.

- Ay, ¿sabes que creo que me está doliendo mucho la pierna?

- No me sorprendería, pero tu caída no fue lo suficientemente fuerte para que realmente tuvieras algún daño.

- ¿Sos algún genio de la física o algo así? Sos lo más...- me sonrió ella.

- Lo más nerd que hay.- asentí ayudándole a quitarse los patines.

- No, sos un chico lindo, maduro e inteligente, no hay muchos peces así en el mar.

- Gracias, supongo.- fue un cumplido ¿no? - ¿En dónde te duele exactamente?

- Acá...- dijo señalando sus labios divertida.

- ¿Cómo? ¿No dijiste que te dolía la pierna?

- Ya estoy mejor con tu gran sentido del humor...- decía tomándome del cuello.- A mí no me suelen gustar más chicos, pero por vos haría la excepción.- decía inclinándose a mí cuando la aparté.

- Flor, yo sé que no te es fácil entenderlo, pero estoy con Nina y confió ciegamente en ella.

- Pero ¿por qué?

- Por-porque....- decía siendo interrumpido por la cercanía de la muchacha frente a mí.

- Sos tan tierno cuando estás nervioso...

- Flor.- suspiré, no me era fácil lo que siento por Nina, menos a personas como Flor que me ponían tan inseguro. - El asunto es que....

- ¿Te puedo decir, pudín?- ¡¿pudín?! ¿Qué le pasa a esta chica?

- No.

- Bueno, dale, decime de una vez tu asunto con ella. ¿La estás ayudando a ocultar su relación con Matteo del resto? Yo sabia que eras inteligente pero no me esperaba esto, pudín.

- No, Flor, no es eso, ¡y no me digas pudín!- exclamé irritado poniéndome de pie."¡Confío en Nina porque la amo, nada más que por eso!" debí haber dicho  mientras sentía mis mejillas arder, pero el calor en mí no me dejó hablar.

- Está bien, Gastón. Perdón.- se disculpó para mi sorpresa. - Aunque sos adorable enojado, no te voy a llamar más así.

- Gracias.- suspiré recuperando el habla.

- Por vos hago lo que quieras, solo tenés que pedírmelo.- declaró besando mi frente. Justo yo, quien tiene problemas de confianza al hablar...

- Gracias.- me limité a responder sin saber cómo pedirle que me deje en paz con Nina.

- ¿Qué está pasando acá?- consultó Matteo llegando a los lockers ¿triste?. - ¿Ahora patinas?- le preguntó él a su prima.