Capítulo 1

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-¡Anahí!- grita Dulce desde el mesón de roble pequeño donde se pagaba.

-¿Qué pasa?- pregunto desde la salita pequeña que había donde se hacia la depilación.

-La Srta. Ana ha llamado ¡Viene en camino para hacer las nuevas pruebas de peinado! -le gritó- Y a último momento sin anticipación- se susurró a ella misma con un poco de prepotencia-.

-¡Ay! Que emoción -salió de la salita dando aplausos- ¿Ya tienes todo listo no?-.

-Si eso te iba a pedir si me podías ayudar a ordenar un poco para que se vea lo mejor posible-.

-Ay amiga ¡No sabes lo emocionada que estoy! Digo, vamos a conocer a Ana Serradilla. Uno de los personajes de la élite mexicana ¡Y se va a peinar con nosotros! ¿Sabes la propaganda que nos va a dar esto?-.

Anahí era una fanática de las revistas de alta sociedad donde los mostraban en eventos y cosas así. Círculos de políticos y empresarios era algo que se sabía de memoria. Pero Dulce todavía era rehacía a esas cosas.

Ya hace dos años y medio que había vuelto a Ciudad de México y aunque estaba totalmente metida en la sociedad todavia guardaba algunas cosas de su anterior vida. Seguía siendo vegana y estaba orgullosa de que su peluqueria solo ocupará productos orgánicos. Aunque toda la paz interior que había ganado cuando había estado afuera, se había ido consumiendo poco a poco. Puede que el estrés de vivir la vida dentro de la sociedad le había llegado al cerebro.

Se había reencontrado con Anahí, una de sus amigas de colegio cuando deambulaba por ahí buscándolo y ella la había acogido en su casa. Cuando renunció a su propósito por el cual había venido a la capital, Anahí, que en ese momento trabajaba en una de las peluquerías más conocidas del centro le ofreció una propuesta. Ella sabía que su amiga tenía dotes para el estilismo pues ¡Vamos! Sus padres habían tenido una peluquería y toda se había dedicado a eso toda su vida y además con la nueva mirada que tenía acerca de la vida podían dar algo novedoso al mercado. Así que ambas pidieron un crédito, abrieron su peluquería llamada "Píntate verde" y aquí estaban, pagando las deudas mes a mes con esfuerzo y sudor.

-Si, me lo has dicho todo el mes- rodó los ojos.

-No te ves muy feliz -comentó su amiga- ¿Pasa algo?-.

-Es que demás que es una de esas clientas que nos van a traer más problemas que recompensas -admitió- Me imagino a una mujer con sus abrigos de pieles y su maquillaje testeado en animales con un ego más grande que un baobab-.

-No creo que ella sea así si eligió esta peluqueria. Además en las revistas siempre aparece muy sencilla y se ve muy simpática- la animó.

-En las revistas solo sonríen y van a obras benéficas porque quieren dar pura imagen. Dudo que cumplan todo lo que dicen-.

-Estas muy poco positiva Dulce María, no creo que eso le haga bien a tu aura-.

-No te burles- la amenazó.

-No me estoy burlando si es lo que piensas. Mira, puede que sea una de esas viejas mamilas operadas hasta las pestañas o puede ser una persona totalmente distinta. Pero no la critiquemos antes de conocerla, dejémosla en una posición neutra. Además ¿Has hablado con ella?-.

Dulce negó con la cabeza -Solo con su asistente de bodas, por eso te digo que debe ser una de esas-.

-O puede que esa sea la tradición que hagan ellos. Yo si tuviera dinero y estaría planificando la boda del año de seguro que contrataría a alguien para que me ayudara- quiso darle a entender.

-¿Por qué ese argumento no me convence mucho?-.

-Mira hagamos un trato -le propusó la rubia- Si es una de esas viejas que tú dices boto toda la basura por un mes y si es como yo digo, yo lo hago ¿Trato?- le tendió la mano para estrechársela.

Dulce la miró por unos segundos -Trato- aceptó.

-Bueno, entonces empecemos a ordenar para que este todo bien cuando llegue- sonrió.

Media hora después ambas estaban sentadas en uno de los sillones de espera mientras comentaban.

Aunque a Dulce no le interesaba ese mundo queria informarse por su clienta. Aunque no tenía muchas ganas de atenderla necesitaba saber para no parecer mal educada.

-Y dime ¿Con quién se va a casar?- preguntó curiosa.

-Se llama Christopher Von Uckermann. Es muy guapo ¿Quieres que te muestre una de sus fotos?- dijo sacando una revista que se encontraban en la repisa.

Anahí ponía esas revistas y Dulce ponía unas revistas ecológicas para sus clientes.

-No, gracias- negó con la cabeza.

-¡Vamos! Si lees un poquito no te vas a volver una vieja capitalista- bromeó.

-No es por eso, solo que no quiero saber esas cosas. Prefiero seguí así de veras- se negó.

-Ay pero...-.

De repente ambas sienten un ruido de motor por afuera de la peluqueria.

Un auto de lujo. Ana Serradilla había llegado.

-Aquí vienen- le pegó un codazo a su amiga parándose.

-Ay fuerza superior sálvanos de esta, pero por favor déjanos con su fama- imploró Dulce al cielo mientras tres mujeres bajaban del auto e ingresaban a la peluquería.

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Hola!! Primer capítulo ¿Qué les pareció? Ya verán todo lo que se viene! Solo les pido paciencia e imaginación jejeje.

Tengo que decirles algo. Les prometí subir el lunes pero no me aguante😜😜 Además que desde el lunes hasta el jueves me voy a la playa y puede que no tenga tiempo para subir... Pero puede que sí jajaja

Voten y comenten!!😘😘

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