Capítulo 41

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Dulce se fue directamente a su pieza. Solo quería llorar, hundirse en el colchón y dormir. Para soñar que nada de esto estaba pasando, para que todo fuera una pesadilla.

Entró a su pieza y se acostó en su cama. El bebé pataleo de nuevo y ella acrecentó su llanto. Recordándole todo lo que había pasado hace unos segundos.

Que diferente hubiera sido todo si ella no se hubiera ido, pero eso era algo que ella hacia. Las cosas se complicaban y se iba ¿Es qué quizás había tomado una decisión precipitada ahora? Seguramente estarían felices y comenzando una familia... quizás lo correcto habría sido aceptar el plan de Cristina.

"No" se recordó "Eso estaba mal, era bajo e inmoral"

Su puerta se abrió y la sombra de su amiga se vio parada junto a ella. Dulce metió su cabeza entre las almohadas.

-Quiero estar sola-.

-Dulce...- se sentó en la cama haciendo caso omiso a sus palabras.

-¡Ya dímelo! ¡Dime que fui una idiota! ¡Dime que soy una estúpida porque me fui! ¡Dime que soy una cobarde por no decirle a Christopher que estoy esperando a un hijo suyo! ¡Y que tenías toda la razón del mundo!- sollozó.

-Creo que eso ya lo descubriste por ti misma, pero...-.

-Pero nada- la interrumpió, solo quería que se fuera.

-No escúchame. Pero lo hecho hecho está, ahora tienes que ver que quieres hacer. Estás en un momento crucial de tu vida. Christopher puede quedarse contigo o tirar todo por la borda-.

-Va a tirar las cosas por la borda, no viste como me miró Any. Estaba herido, estaba demacrado ¡Y todo por mi culpa! Pero es que no podía quedarme ¡Te lo juro! Todo fue demasiado rápido y esto... solo quiero desaparecer y no sabes cuántas ganas tengo de llenarme de tranquilizantes...-.

-¡Dulce María por Dios! ¡No digas eso ni de broma amiga! -Dul aumentó su llanto- Ay ay esta bien lo siento pero es que si él te dice que no, tú debes de ser fuerte y luchar por el, luchar contra todo. Y no solamente porque alguien te de una negativa o se te presenten dificultades te desaparezcas. La vida tiene dificultades Dulce y hay que superarlas-.

-Por favor... solo quiero estar sola- le pidió. No era momento para escuchar sus sermones.

Any suspiró, pero no dijo nada más. Entendió que no era el momento adecuado y salió de la habitación. Y la dejo sola, llorando hasta quedarse dormida.

Al día siguiente Dulce despertó e inmediatamente sintió las patadas de su bebé. Había despertado con ella.

Ella se la acarició embobada hasta que recordó el encuentro de ayer.

Se había quedado dormida con la ropa de ayer, pero ni eso le importaba. Solo se sacó el brasier porque le incomodaba demasiado. Con el bebé adentro le habían crecido mucho las bubis y ya casi toda la ropa interior superior le quedaba pequeña.

Sintió como la puerta se abría.

-¡Miren que preciosa despertó!- sonrió Anahí con una bandeja en su mano llena de comida.

Tenía huevos revueltos... Dulce pudo olerlos y sintió como se le revolvió el estómago. Fue corriendo al baño casi botando a Any con su bandeja de desayuno. Ni siquiera pudo cerrar la puerta  y con suerte llegó al inodoro para sacar todo lo que había comido.

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