Inseguridad

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Lágrimas caían desde los ojos de Dulce hasta sus mejillas y luego se perdían en su pelo, su cara o simplemente caían al suelo.

Se sentía tan débil. Lucas le encantaba, es más, le fascinaba pero simplemente le tenía miedo al sentimiento que se estaba formando adentro suyo. Sentía que su corazón se salía cada vez que hablaba con el, sentía como latía demasiado rápido cuando estaban demasiado cerca y sentía como le paraba de latir cuando la besaba.

Y no eran nada. Ella misma se había negado a aceptar que eran más que unos besos y una buena compañía, pues pensaba que se iria a la cosa de un mes. Pero ya llevaba dos semanas más de lo pensado y había estado todo el día con Emilia ¿Le había empezado a interesar más ella? Ay ya ni siquiera sabía porque estaba llorando. Solo le estaba encontrando la pata al gallo.

Se limpió las lágrimas y se paró para volver donde todos. Ya hacia bastante frío y debía ser noche de fogata.

Se dio la vuelta para retomar el camino y vio a Lucas parado cerca suyo.

-¡Lucas! Me asustaste- bajo la vista para que no viera sus ojos rojos.

-Te estaba buscando, te fuiste sin decirle a nadie- explicó preocupado.

-Ah si... -se mordió el labio- Necesitaba descansar, a veces me abrumó mucho cuando estoy con tanta gente cerca- se justificó.

Lucas cerró los ojos y se le acercó lentamente. Dulce siguió mirando hacia abajo pero el le tomó la cara por la barbilla y se la levantó.

-Eres preciosa ¿Lo sabias? Nunca te escondas aunque estés llorando-.

Dulce rió tímida -No sé si con este aspecto me vea bien-.

El le atrapó una lágrima que no se había podido secar -¿Me vas a decir que te pasa?-.

Se mordió el labio tratando de buscar una excusa.

-Me doblé el tobillo- fue lo único que se le ocurrió.

Lucas la miró extrañado. Se agachó y paso sus manos de manera suave por toda su pierna hasta llegar a su tobillo a lo que Dulce respondió con un espasmo involuntario ¿Por qué el la hacia reaccionar de esa forma?

-No tienes el tobillo hinchado, de hecho ninguno -verificó- No debe de ser nada grave-.

-Si... es que me caí y bueno, ya no fue nada ¿Volvamos?- preguntó nerviosa.

El se levantó de nuevo y se acercó para darle un beso, pero ella corrió la cara.

-¿Pero..? ¿Por qué haces eso?-.

Dulce no sabía que decir, no sabía porque había hecho eso -Yo...-.

-¿Acaso te aburriste de mi?- preguntó ofendido.

-No... no es eso-.

-¿Entonces?-.

-No, nada- y trató de caminar pero el la detuvo.

-Dulce ¿Me puedes explicar?- pidió con voz dura.

-¿Qué?-.

-¡Dulce!-.

-¡Ya no me grites!-.

-¡Tú tampoco! -Lucas suspiró y trató de bajar su tono de voz- ¿Por qué te corriste?-.

-Es que no se...- vagó.

-¿No sé qué? ¿No sabes lo que sientes por mí?-.

¿Sentimientos? Pero si ellos nunca habían hablado de eso... Además ¡Estaba que se moría por él! ¿Cómo acaso no se daba cuenta?

-No quiero que jueguen conmigo- admitió.

-¿Jugar? ¿Tú crees que estoy jugando contigo?- sonaba ofendido.

-No estoy segura de nada en este momento... pero ya no importa, son inseguridades ¿Nos podemos ir?- quiso terminar la incómoda conversación.

El le tomó el brazo y la acercó hacia si demasiado rápido y le dio un beso fuerte, seco e intenso que dejó a Dulce totalmente descolocada.

-¿Esto te da seguridad?-

Dulce miró sus labios, pero no dijo nada.

-¿Acaso no ves que me quedé por ti?-.

-¿Qué?- lo miró con ojos abiertos.

-¿Crees que solo eres una diversión para mi no es cierto?-.

Ella solo lo miró, no podía creer lo que estaba diciendo.

-El que calla otorga- dijo por primera vez.

-Lucas...-.

-Dulce, enserio pensé que... no sé, digo, en serio nunca me había pasado esto con alguien- le tomó ambas mejillas con las manos.

-Es que te vi con Emilia y pensé... fue una estupidez, pero me dio miedo el que ya... no estuvieras interesado en mi y yo ahí estando más que clavada- admitió sacando más información de la que quisiera haber dicho.

Christopher rió -¿Emilia? ¿Es a ella a la que beso cada vez que puedo? ¿Es a ella que la acompaño siempre? ¿Es de ella que no me despegó ni un minuto? ¿Es a ella que despido y despierto todas las mañanas?-.

-No- negó con la cabeza recordando todos los momentos que habían pasado juntos desde que se habían conocido.

-Dulce, yo... ya te dije que me encantabas y, no se que más decir para convencerte que realmente quiero estar contigo, digo, hasta me quede aquí por ti ¿Es que no entiendes lo que siento por ti?-.

De a poco se fue acercando hacia ella de manera lenta, pues no quería que se corriera de nuevo. Pero ella no lo hizo, fue un beso suave y sedoso.

-Esto quiere decir...- pronunció Dulce cuando se separaron. No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero si era lo que ella se imaginaba...

-No creo que estemos en un contexto de formalidades debido a que vivimos como gitanos hippies -bromeó- pero igual te haré la pregunta ¿Quieres estar conmigo?- preguntó tomándola de la cintura y levantándola para que quedara a su nivel.

Dulce ya no tenía miedo, ambos sentían como este sentimiento los estaba llenando y era feliz de no ser la única.

-Si.... mi rey -le acarició la mejilla- mi rey de los gitanos-.

Y juntaron sus labios nuevamente.

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Otro capítulo!!! Espero les guste me voy de viaje hoy, pero espero que eso no sea un problema para subir❤🎉 mil gracias por seguir leyendo!! Son las mejores✨🎉

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