Volver

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Este es uno del pasado, porque no tiene como nombre "Capítulo 2". Sino solo "Volver"
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Miraba al cielo preguntándose cuando la lluvia se iba a acabar. Aunque no sabía si era lo mejor o no pues ya no tenía a donde ir. Había ido al centro de buses y nada. También había tratado de meterse en el registro civil y no la habían dejado entrar por lo que tuvo que declarar a la policia que estaba desaparicido aunque no le servía de nada, porque solo sabía su puto nombre, no apellido, no fotos, no dirección. La única foto que había tenido con el había desaparecido. No sabia si el se le había llevado o se le había perdido. Además todos la habían mirado con desaprobación ¡Como si hubiera sido un delincuente! Malditos discriminadores.

Y se le estaba acabando el dinero en el hostal en el que estaba, al parecer tenía que volver a La Comunidad, pero no quería, no quería. No podía ir sin que los recuerdos la llenarán y la quebrarán. Ya le había pasado cuando había estado en casa después del accidente y no quería que le pasara nuevamente.

¿Pero que había pensado cuando se habia ido a la capital con dinero para solo un par de días? Se le había olvidado lo grande que era y al parecer se habia vuelto más grande aún ¿Cómo lo iba a encontrar entre toda la gente?

¿La gente siempre había sido tan descortés? ¿Siempre todos tenían caras de no disfrutar su vida? ¿Había sido todo siempre tan... aburrido?

Agradecía que Christian le hubiera prestado su chaqueta para el frío y aunque era como diez tallas más grandes de la suya estaba segura que sin ella hubiera muerto de hipotermia.

Decidió ir a una cafetería para pasar el frío, el hambre y decidir o averiguar a que otro lugar podía ir.

No había comido en todo el día y ya eran las cinco de la tarde ¡Pero todo lo que podía comer era tan caro! Desde afuera de la vitrina había visto que vendían como producto especial café orgánico. Entró y todo el mundo la miró, pero había pasado todo el día con esas miradas. Ya le daba lo mismo.

Compró el café y se sentó en una de las mesas que daban a la ventana de la calle y sacó el comprobante de ventas del bus y un dibujo que había hecho. Pero vamos, Dulce podía ser todo lo que quisiera, pero buena dibujante jamás. Le había quedado como un dibujo de un niño de 8 años. Y el menos agraciado.

-¿Dónde estas?- susurró mientras lágrimas caían y se ponía las manos en su cara para atraparlas.

No supo por cuanto tiempo estuvo así hasta que se puso de cara frente al cristal.

¿Por qué todo lo que amaba se le iba de las manos?

-¿Dulce?- escuchó detras suyo.

Una voz de mujer. Se dio vuelta lentamente y abrió los ojos al ver quien era.

-¿Anahí?- preguntó con la voz quebrada.

Su mejor amiga de cuando estaban en el colegio tenía los ojos llorosos.

-¡Oh por Dios! Pensábamos que estabas muerta- la abrazó con desesperación largándose a llorar en su hombro.

Dulce también soltó más lágrimas. Estuvieron unos minutos así hasta que se separaron.

-¡Dios! Te extrañé amiga ¿Dónde te habías metido que no te pudimos encontrar? ¿Y por qué te ves así tan... -pensó unos segundos tratando de decir bien el calificativo- hippie?-.

Dulce lanzó una sonrisa por primera vez en ese día, había extrañado mucho a su amiga -Te morirías si te dijera ¿Qué ha sido de tu vida?-.

-Pues como sabes estudié un semestre estilismo, pero debo admitir que aprendí mucho más con tus padres que en esa academia de mierda -bufó- Aunque saqué el diploma y estoy trabajando en una peluquería cerca de aquí, como a dos cuadras. Es una de las mejores de la capital y el sueldo es buenísimo pero el jefe es de lo peor. Es un gay idiota, y no es que tenga nada en contra de los homosexuales -aclaró al ver la cara de Dul- pero es que en realidad es un idiota-.

-¿Y por qué no renuncias si eres tan infeliz?- preguntó.

-Porque necesito el dinero Dulce -se encogió de hombros- Además el trabajar ahí te da un rango superior en el mundo del estilismo. Tus padres me decían que era el mejor trabajo que podía conseguir-.

Dulce sintió un amargo sabor en la boca al escuchar a sus padres... Quería preguntarle cómo estaban pero no se atrevía.

-Pero cuéntame de ti por favor. Desapareciste sin rastro alguno y ahora apareces con el pelo rojo y mucho más delgada que antes con una chaqueta que te llega hasta los tobillos ¿Dónde has estado?-.

Dulce miró su café con la vista fija en silencio.

-Está bien si no me quieres contar, digo no, no nos vemos hace ¿Cuatro años? Pero te extrañe demasiado ¿Sabes? Me hiciste falta, mucha. Y me gustaría ahora al haberte encontrado nuevamente que no perdiéramos el contacto- le rogó.

-No se si pueda Any y no es porque no quiera. Sino que no se lo que voy a hacer a futuro. Acabo de llegar a la capital por algo específico y mi plan era irme mañana, pero... no tengo lo que necesito y se me acabo el dinero-.

-¿Dinero para alojamiento?-.

Dulce asintió.

-Mira ¿Por qué no te quedas en mi casa? Yo sigo confiando en ti como mi mejor amiga y estaría más que dispuesta a ayudarte a hacer lo que haya venido a hacer. Acabo de terminar mi turno y vine a tomarme un café con mis colegas -señaló un grupo de atrás que las miraba- Ven a mi casa, te hospedó, me cuentas qué pasó solo si quieres y te ayudo con los que tengas que hacer ¿Aceptas?-.

Dulce pensó un momento. El apoyo de una amiga era lo que necesitaba en ese momento y quizás ella le podría dar nuevas ideas de donde buscar.

-Aceptó- sonrió.

-Entonces vamonos de aquí. Tengo un paraguas y mi departamento esta a unas pocas cuadras. Mi hermana vive conmigo aunque ahora no está en casa, pues salió con su prometido- dijo parándose.

Era extraño, cuando se fue nunca pensó que su círculo seguiría creciendo, quizás porque su plan era no verlos nunca más, pero aquí estaba. Con Anahí, su compañera de travesuras desde pequeña, a la que nadie le veía un futuro profesional siendo una profesional de tomo y lomo.

Aunque ella sabía lo que eran los giros de la vida.

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Segundo capítulo!! Ay niñas espero que les esté gustando.

Voten y comenten!❤️😍

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