Capítulo 46

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Hubo un silencio entre ellos dos.

Dulce no dejaba de derramar lágrimas y no pudo evitar pensar en lo que Christopher acababa de decir.

¿Sería mejor no haberse conocido? ¿No haberse amado como se amaron? ¿Hubiera estado con él si hubiera sabido todas las cosas que sucederían, todas las mentiras que se contarían, los corazones rotos que se dejarían?

Un dolor en su vientre bajo hizo que dejara de pensar y se concentrara solo en esa fuerte punzada por unos segundos.

Ya se estaba yendo la luz pero Christopher pudo distinguir su cara de dolor.

Quizás había sido muy duro con ella. No había querido decir eso, pero le había salido del alma.

Y era demasiado orgulloso para retractarse en ese momento.

-Iré a buscar algo para limpiar esto- y se fue de la habitación.

Dulce se quedó parada mirando la calle.

No podían seguir así. No podían seguir así. Lo amaba pero no podía ¿Cómo amar algo que ya no tiene futuro?

Había pensado ¡Oh tan tonta! Que podía ser como antes. Con sus vagos intentos de conquista y su afán porque toda esta etapa de incomodidad iba mejorar... no se había dado cuenta de lo obvio. Ya no la amaba.

¿Y es que como amar al otro si ha hecho tanto daño? ¿Cómo ella lo había amado después de tanto tiempo? Ella era un caso raro, como siempre lo había sido, estaba segura que empezaba a ser masoquista.

Odio el puto día en el que Ana entró a la peluquería.

Además ¿Es qué se había olvidado de la verdadera razón por la cual había comenzado este desastre?

Ella no era alguien apta para estar de novia de Christopher Von Uckermann ¿Es que se había olvidado de Cristina y su propuesta? Su tía Ursula... ¡Cómo había sido tan tonta!

Todo indicaba que no podían estar juntos.

El sonido de la pala y la escoba moverse la despertó de su ensoñación.

Otro dolor en el vientre que la hizo inclinarse hacia adelante. Respiró e inhalo hasta que se le pasó.

El estaba dejando todo en la pala, hasta la foto. Dulce pudo diferenciar que era una mujer rubia y mayor...

Lo único que los uniría desde ahora en adelante sería su hijo, siguió divagando en su mente. Serían de esas parejas que de lo único que queda como recuerdo es un hijo.

Sería un bebé llenó de amor, pero por partes separadas. Seguramente el se conseguiría una esposa modelo más adelante y ella... por ahora no se veía con nadie y seguramente en los años siguientes se dedicaría exclusivamente a su hijo.

Sonrío entre las lágrimas que no habían parado de caer. Dulce María, una persona que nunca había hecho planes a futuro ahora se veía hasta con arrugas y un nieto en brazos.

-Si quieres puedes sentarte, iré a buscar velas- dijo Christopher.

Dulce dio vuelta la cara y lo miró parado atrás suyo.

Su Lucas... no era Christopher.

-Quiero irme de aquí- pensó en voz alta.

-No hasta que la lluvia termine-.

Dulce asintió, no quería pelear más -¿Puedo dormir?-.

Quizás si se tranquilizaba el bebé se podría quedar quieto unos segundos.

-Claro, ya conoces la pieza, la otra todavía no está lista-.

Asintió y camino lentamente hacia la habitación.

-Dulce- la llamó Chris antes de que entrara a la puerta.

Ella se dio vuelta y se apoyó en el marco de la puerta.

-No... no creas que no quiero a nuestro hijo-.

-No lo dudo- y entró a la habitación. Sus ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad por lo que podía ver la cama a la perfección.

Se acostó y se durmió al instante. Solo no quería pensar en nada.

Dulce abrió los ojos de un tirón.

¡Por la madre! Nunca en su vida había sentido un dolor semejante a ese. Quiso gritar pero ni siquiera le salía voz. 

-¿Estas bien?- preguntó Christopher de la nada.

Dulce se hubiera sobresaltado si no hubiera sido que sus sentidos estaban completamente concentrados en el dolor.

Christopher estaba sentado en una esquina de la cama mirándola con cara de preocupación.

Ella solo pudo emitir un grito de dolor. Christopher se acercó y le tomó la mano de manera inconsciente.

-Dime por favor que te pasa- dijo alterado.

Pero no podía emitir más que gemidos de dolor y Chris sintió como se le estrujaba el corazón.

-El bebé... el- pronunció finalmente.

-¡¿Qué?!-.

-Chris... por favor llévame al hospital- rogó.

-¿Por qué? ¿Qué pasó?-.

-¿Puedes parar de hacer tantas preguntas?- pronunció histérica. Estaba con tanto miedo como el.

Esto no podía pasar, se había adelantado... el doctor le había dicho que no viviera emociones fuertes y seguramente la pelea con Christopher había adelantado todo.

No, no, no, no quería su bebé estuviera antes de tiempo. Tenía miedo, pero sabía que venía. Lo sabía.

-Por favor llévame al hospital que va a nacer-.

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¿Quien quería que sucedieran cosas en la oscuridad? Miren que paso jejeje

Se que el capítulo es cortito, pero o sino se habría hecho muy largo🙄

Que tengan un buen día voten y comenten!!

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