Capítulo 19

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Dulce paró en la calle chocando con una persona que iba caminando detrás de ella.

-¡Cuidado!- le dijo claramente enojado.

Pero ella no lo escucho. La sorpresa de la llamada de su madre la tomó muy de sorpresa.

-¿Aló? ¿Dulce? ¿Me escuchas?- preguntó su madre del otro lado de la línea al ver que su hija no contestaba.

Cerró los ojos fuertemente -¿Cómo consiguieron mi número?- preguntó.

-Buscamos la peluqueria de Any y aparecía-.

"Nuestra" quiso corregirle, pero ya le parecía idiota el siquiera intentarlo. Ella los había convencido de que era una buena para nada mucho antes de que se fuera, habían perdido la fe en ella.

-¿Qué pasa?- preguntó.

-Te quería recordar que mañana...-.

-No tienes porque recordármelo-
la interrumpió.

Se escuchó un suspiro al otro lado de la línea -Solo quería conversar contigo, hace mucho no hablamos-.

Dulce suspiró, una de las cosas que había odiado de volver a Ciudad de México habia sido volver a los recuerdos, el dolor, el pasado. Cuando vivía en La Comunidad aunque recordaba constantemente a sus hermanas pero el dolor era transformado por una nostalgia buena. Pero cuando volvió y recibió noticias de sus padres y su salida del país para hacer un cambio de aires sintió como todo se le habia acumulado nuevamente.

Se había creado un rencor mutuo entre ellos por dejarse botados en los momentos que más se necesitaban y dudaba que en algún momento se arreglaran las cosas entre ellos.

-Estoy bien y no he probado drogas si es eso lo que piensas. Hace años que estoy limpia-.

-Lo sé, Any me ha dicho ¿Cómo va tu ayuda en la peluquería?-.

Dulce rodó los ojos -Bien, cada vez mejor. Me tengo que ir, tengo un almuerzo con alguien importante-.

-¿Un novio?- preguntó interesada.

-Un... -¿Qué mierda era Christopher para mí? ¿Y por qué justo ahora se preocupaba de mi vida?- amigo -decidí.

-Ah... que te la pases bien-.

-Gracias- y corté de inmediato.

Ahora tenía un humor de perros y sentía que se podía fastidiar por cualquier cosa. Su madre había arruinado su almuerzo con Christopher.

Empezó a buscar el número de Chris en su teléfono para decirle que tenia una clienta que le había salido y suspender el almuerzo... por lo menos ver si podía cenar con el.

Sintió como una mano le tocó la espalda baja y se asusto ante tal suave tacto.

-Dulce- la tranquilizó Christopher.

Ella se dio vuelta.

-Christopher-.

-¿Hay algún problema? Te he visto hablar con alguien por teléfono desde mi auto y me preguntaba si tenías otros planes- dijo un poco inseguro de sí mismo.

Dulce agudizó su vista y vio el auto de Christopher estacionado en la esquina.

-No -cerró los ojos con fuerza- Mi madre me llamó- admitió.

-¿Le pasó algo?- preguntó preocupado.

-No, nada -se pasó las manos por la cara- ¿Me vas a llevar al almorzar? El tiempo corre- cambio de tema. No quería darle explicaciones de que se le habían quitado las ganas de relacionarse con el mundo porque había hablado con su madre.

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