Anahí

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Este capítulo será narrado en primera persona por Anahí

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Me miré al espejo una vez más. Sentia como sudaba por la desesperación.

Odiaba hacer esto. Pero todo por Dulce.... Dulce, Dulce. Mi querida amiga.

Ay ¿Es que este ascensor se está haciendo más pequeño?

Respira, vota, respira, vota.

Sentí como el timbre me indicó que llegaba al piso de Christopher.

Apenas se abrió sentí como un brazo me tiro hacia afuera.

-¡Au!- alegé.

Christopher se veía feliz, alegre. No me hagan esto por favor.

-Any, Any, Any -me abrazó- ¿Cómo estás? No, ven, siéntate por favor, ven entra a mi oficina- me guió hacia ella.

Su oficina estaba limpia y todo seguía como había ido la primera vez. A excepción de que el girasol estaba mucho más grande que la vez anterior.

Y ¡Espera! ¿Esa era la foto de Dulce y Christopher en La Comunidad? Ay no... yo no podría hacer esto. No, no, no.

-¿Estás bien?- preguntó sacándome de mis pensamientos.

Lo miré y lo único que quería era salir de ahí. Dejar atrás ese momento.

-¿Pasó algo verdad? ¿Dulce esta bien?- preguntó tratando de leer mis pensamientos y poniendo cara de preocupación.

-Si, ella esta bien- "dentro de lo que podría estarlo" debería haber agregado.

Su semblante se relajó visiblemente.

-Ayer la vi- comentó con una sonrisa en su cara.

-Lo sé- dije amargamente.

Odio a Dulce por tenerme que hacer pasar por esto.

Hubo un silencio que se me hizo eterno.

-¿A qué viniste? ¿Ana les hizo algo?- me interrumpió preocupado.

-¿No puedo venir a ver a un amigo porque quiero?- pregunté con una sonrisa falsa.

El arrugó su frente, consternado -Si, pero...-.

-¿Has cancelado tu matrimonio con Ana?- lo interrumpí.

-No, pero estoy a una llamada de hacerlo. No tengo nada que hacer con ella, no la amo y Dulce... creo que quiere estar conmigo ¿Sabes? Yo pensé que me quería evadir pero al parecer solo necesitaba tiempo. Yo la amo a ella, no a Ana y se que al principio no se me ocurrió cortar con Ana, pero es que todo parecía un sueño y...-.

Sentí como la bilis subía por mi garganta. El seguía hablando pero yo no lo escuchaba. Se me habían olvidado todas las palabras. No podía hacerlo, no podía hacérselo a él. Se ve tan enamorado... bueno, en realidad Dulce está igual que él pero...

-Se fue Christopher- le interrumpí.

-¿Qué?-.

-Dulce -cerré los ojos y por un segundo no quise estar ahí ¿Por qué no había obligado a que mi amiga le dijera y que no me usara como mensajera?- Se fue-.

Christopher se quedó en silencio y abrí los ojos. Pensé que rompería algo pero estaba con la mano en la barbilla mirando hacia el vacío.

-Pero ayer... -trató de explicar, sus ojos se volvieron cristalinos y me dieron ganas de llorar, seguramente había estado acordándose de todo lo que había pasado el día anterior. Dulce me había contado todo- ayer vino a verme-.

Batí mis pestañas con rapidez para que las lágrimas no se cayeran -Ella quería despedirse-.

-¡Pero no me dijo nada de una despedida!- gritó alterado.

-Lo sé...-.

-¿Dónde esta? ¿En el aeropuerto, en el taxi?- paseó por su oficina con desesperación.

-Yo... ya se fue- expliqué tal cual me había dicho que le dijera.

-¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?- botó todos los papeles que estaban sobre la mesa.

Dejé que se desquitara mientras me quedaba quieta con los puños apretados. Lo entendía tanto que hasta me daba rabia, pero le había dado mi palabra a mi amiga y la cumpliría.

-Hasta me dejo desayuno por Dios- comentó desgarrado apoyando sus manos en su escritorio.

Las lágrimas ya se me habían desbordado de los ojos, pero no podía evitarlo. Ambos estaban sufriendo frente a mis ojos por las decisiones que solo hacía que se alejaran.

Y yo odiaba el sentimiento que yo misma estaba sintiendo en ese momento por tener que hacer esto. Me estaba superando.

Dulce lo amaba, pero la entendía, ella era así. Cuando una situación la superaba simplemente escapaba para empezar desde cero, y aunque no estaba de acuerdo en nada con todo ese tema nunca le había impedido tomar esas decisiones.

Quizás debería haberlo hecho...

-¿A dónde fue?- preguntó mirándome a los ojos.

-No lo sé- le mentí limpiándome las lágrimas.

El me analizó con su mirada y se desplomó en la silla de su escritorio. Tomó la foto que tenía con Dulce y frunció los labios.

-¿Te puedes ir por favor?- me pidió en voz baja.

-Si, solo... -suspiré- quería pedirte perdón por parte de ella- era lo mínimo que podía hacer.

-No te preocupes- me miró con una media sonrisa y me di la vuelta para dejarlo tranquilo.

Salí de su oficina con un peso menos encima, pero con otro nuevo dentro de mi.

Me puse los lentes de sol para que Dulce no se diera cuenta que estaba llorando.

Bajé del ascensor y me paré en un basurero cercano a la salida.

Levanté mi pulgar tal como me lo había indicado, y me fue imposible no mirarla. Se podía ver a la perfección a Dulce adentro del taxi. Tenía la ventanilla abierta y miraba hacia mi con ojos tristes.

Dio un asentimiento con su cabeza y luego se dirigió al taxista para darle la dirección que yo supuse que era del aeropuerto.

Ya nos habíamos despedido, pero no pude evitar levantar la mano cuando el taxi partió.

-Adiós amiga- susurré a la nada.

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Solo quiero decir que aceptó toda clases de comentarios🙄 yo también me diría bastantes cosas😬

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