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Capítulo 20

Dulce se sonrojó y soltó la corbata de Christopher.

-Gracias, me estabas ahorcando-.

Ella le pegó suavemente en el hombro y luego Chris volvió a su lugar. Dulce sentía los labios hinchados, quizás se habían sobrepasado un poco en el restaurante. Ya ni se acordaba si había sido atrevido o no. Solo las sensaciones que había sentido.

Ambos se miraban de manera diferente. Ahora tenían algo más que los unía, la muerte de sus familiares había marcado sus vidas hasta tal punto que se habían transformado en otras personas totalmente diferentes.

En eso llegó el mesero con sus platos.

-Aquí está su almuerzo señores- y se iba a retirar pero Christopher lo detuvo.

-Disculpe- lo llamó.

-¿Pasó algo con los platos?- preguntó amablemente.

-No, nos gustaría hablar con Amalia, la dueña del lugar ¿Se encuentra presente?-.

El mesero se descompusó un poco -Si, está en la cocina. La llamaré-.

-Dígale que somos viejos amigos- comentó antes de que se fuera.

-¿Por qué la quieres llamar?- preguntó curiosa.

-Le prometimos que la vendríamos a visitar un día ¿No? Bueno, aquí estamos-.

-Christopher puede que nisiquiera se acuerde de nosotros-.

-No perdemos nada con intentarlo-.

-No puedo creerlo ¡Lucas, Dulce! -les interrumpió una voz desde la derecha, Amalia- ¿Qué hacen aquí?-.

Ambos se pararon a abrazarla efusivamente.

-Vinimos a probar tu comida como lo prometimos hace algunos años- sonrió Dulce.

-¡Estas hermosa mi niña! Te ves mucho más madura -la alagó- Y tú Lucas, hijo -Dulce y Christopher se miraron incómodos al ver cómo le decía- Estas... completamente diferente, un hombre de etiqueta muy formal, pero muy guapo- le guiñó el ojo.

-Si creo que han ocurrido cambios muy grandes desde que nos vimos- sonrió.

-Ya hace casi cuatro años que dejé La Comunidad y no saben cómo la extraño ¿Hace cuanto están en la capital?-.

-Hace dos años y medio- respondió Christopher.

-Y lo mejor es que ustedes dos siguen juntos, aquí en la vida real. Se notaba a kilómetros que se amaban y lo siguen haciendo-.

Ambos se miraron. Dulce con desconfianza ¿Qué estaban haciendo?

Christopher con los ojos llenos de incomodidad.

-Si Amalia, es impresionante como el tiempo pasa y ahora -miró a Dulce- Estoy con la mejor compañía que puedo tener-.

Dulce sonrío como una boba borrando nuevamente todas las dudas que le había implantado la charla con Amalia. Se hundía en un mar turbio lleno de sentimientos hacia Christopher con ese simple acto.

-Ay caray ¡Es que ustedes son únicos!- sonrío feliz al ver tal complicidad- Bueno ya tengo que ir a trabajar nuevamente, aunque uno tenga chefs de ayudantía uno siempre prefiere hace las cosas por uno mismo-.

-Está bien Amalia- Dulce le besó la mejilla nuevamente en modo de despido.

-Y vengan otra vez por favor- los invito.

-Claro- sonrío Christopher.

Ella se fue y los dos se dedicaron a comer con tranquilidad y risas.