Fiesta de Navidad

1.8K 94 3
                                    

           

Navidad.
Era mi festividad preferida después de Año Nuevo. Comida de a montones, ropa nueva y mi familia reunida. Todo era perfecto... excepto por el hecho de que yo ayudaría a cocinar.
Nunca antes le había ayudado a cocinar la cena de Navidad a mi mamá pero cuando me despertó a las ocho de la mañana para ir en busca del pavo perfecto, sabía que no bromeaba. Antes del divorcio, mis padres siempre hacían la cena juntos. Después del divorcio, mi madre la hacía sola, sin pedirnos ayuda. Así que me había sorprendido que quisiera mi ayuda. Dijo que quería aprovechar al máximo la cena porque tenía el presentimiento de que sería la última que pasaríamos juntos en un largo tiempo. Sabía que cuando dijo eso, se había imaginado a sí misma en una celebración privada con mi padre, con paisajes nevados y velas.
Pero bueno, el punto era que me estaba matando para que la cena fuera perfecta y si no lo era, que por lo menos fuera pasable. Por eso ahí estaba, quemándome y acalorándome, esperando a que el pavo se cocinara. Ya había hecho el postre de manzana, la pasta que acompañaba el pavo y ensalada. El pavo también estaba preparado pero todavía le faltaba unos minutos en el horno. La mesa ya estaba puesta y mamá e Izzy estaban arreglándose.
Por alguna razón, mamá no pensó que Izzy necesitaba aprender a cocinar la cena tradicional familiar. Suspiré y me quité un poco de sudor de la frente. Había sido cansado pero si a todos les gustaba, valdría la pena. Chequé mi celular por quinta vez en dos minutos. José no se había comunicado conmigo en todo el día y era algo extraño. Por lo general, siempre me enviaba mensajes en la mañana o en algún punto del día si no nos veíamos pero ya pasaban de las siete de la noche y no me había mandado nada. Decidí hacerlo yo.
‹‹Hola, ¿vienes?››
Diez minutos después recibí su respuesta.
‹‹Claro. ¿A qué hora? ››
‹‹En unas dos horas la cena estará lista. Sé puntal <3››
Después de eso esperé por media hora pero ya no recibí respuesta. No me importó, ya había recibido la hora y con eso me bastaba. Luego de unos minutos, saqué el pavo del horno (con mucho esfuerzo), lo arreglé para que se viera apetitoso y lo puse en la mesa junto con los demás platillos. Me apresuré a bañarme y arreglarme. Me puse un mini vestido negro y abajo unas medias negras con un diseño de corazones en la parte superior del muslo y unos tacones. Encima del vestido me puse un cárdigan rojo largo (un poco más largo que el vestido) con diseños pequeños de colores. Para el cabello decidí plancharlo y me di cuenta de que mi cabello ya me un poco más debajo de la cintura. Nunca me había gustado tenerlo tan largo pero no había tenido tiempo de cortarlo. Tal vez el próximo año haría algo al respecto.
Miré el reloj y me di cuenta de que ya pasaban de las nueve de la noche, seguramente papá no tardaba en llegar. Mi celular no había sonado y José seguía sin llegar. Ya estaba elegantemente tarde. Bajé al comedor y mi madre estaba abriéndole la puerta a mi papá. Izzy ya estaba sentada en el comedor esperándonos a todos.
— ¿Y José?—preguntó papá.
Me encogí de hombros y lo saludé.
—Ve por él a su casa porque ya tengo hambre—dijo Izzy.
No me lo tuvo que decir dos veces. Salí y me di cuenta de que mi vestuario solo era indicado en espacios cerrados porque afuera estaba haciendo demasiado frío. Iba con la cabeza gacha pero cuando la alcé, supe que algo no estaba del todo bien. Las luces en la casa de José estaban apagadas pero aun así toqué a su puerta. Esperé un par de minutos y toqué otras diez veces más pero no me abría. Pensé en mandarle un mensaje pero sería más efectivo si lo llamaba, lo malo es que no contestó ninguna de las cinco llamadas que le hice. Volví a casa y le dije a mi familia que se me había olvidado que José me dijo que no podría ir a cenar. Ellos asintieron, al parecer era muy creíble que yo olvidara esa clase de cosas. Sin esperar más, empezamos a cenar.
***
Después de que acabó la cena, mi madre le dijo a Izzy que le tocaban los trastes. Comprendí entonces porque no la obligó a ayudarme a preparar la cena. Honestamente me alegré porque yo odiaba lavar los trastes. Me senté junto a mis padres a ver una película muy mala de navidad. No conocía a los actores pero no dije nada y me comí mi postre en silencio. A la mitad de la película, recibí un mensaje de Mónica invitándome a una fiesta que su novio estaba dando en su casa. Al parecer estaba muy buena ya que habían aparecido personas que ninguno de los dos conocía. Se escuchaba divertido pero no me sentía con ganas.
— ¿Quién es, cielo?—preguntó mi padre.
—Mi amiga, dice que me invita a una fiesta.
— ¿Y qué esperas?
Lo miré. Papá, que siempre había estado feliz de que fuera alguien que prefería quedarse en casa me estaba diciendo que fuera a una fiesta. Le sonreí y asentí.
Subí por mi bolsa y me puse labial rojo. Cuando estaba por salir de la habitación, reparé en un sombrero negro. Sentí que eso era lo que me faltaba así que lo tomé y me fui. Invité a mi hermana a ir conmigo pero se negó y dijo que esperaba una llamada de cierto chico. Sonreí, sabiendo a quién se refería. Me despedí de mis papás y mamá me sorprendió dándome las llaves de su auto. La abracé una última vez y después salí de la casa.
***
Al llegar a la casa de Sebastián, me di cuenta de tres cosas. La primera: era una casa enorme. La segunda: sin duda había una fiesta dentro porque había escuchado la música cuadras atrás y la gente no dejaba de entrar y salir de la casa. Y la tercera: Ezra me había mandado un mensaje deseándome una feliz navidad jo, jo, jo (en serio puso eso). Me reí cuando lo leí y le respondí brevemente.
Me dirigí a la casa deprisa para que no me diera tanto frío y cuando estuve adentro intenté buscar a Mónica o cualquiera que conociera. A lo lejos, vi a Sandy bailar con un chico que no identifiqué. Seguí buscando y al final vi a Mónica cerca del equipo de sonido. Caminé hacia ella y le toqué el hombro para que me notara. Al voltearse su cara decía "no me molestes" pero cuando se dio cuenta de que era yo, me abrazó fuerte. Reí por su entusiasmo y esperé a que me soltara. Cuando la vi bien, me di cuenta de que ya estaba un poco borracha pero no me preocupé. Seguramente Sebastián la estaba cuidando.
— ¡Emma! ¡Acabo de ver a...!
El sonido se tragó lo que mi amiga iba a decir. Le hice un gesto para indicarle que no la había escuchado pero no me entendió y si lo hizo no me lo repitió porque llegó Sebastián y se abalanzó sobre él y empezó a besarlo como si no hubiera mañana. Me empecé a sentir un poco incómoda por lo que me alejé de ellos unos cuantos metros.
La fiesta hasta el momento no estaba resultando muy divertida. Mis dos amigas no estaban disponibles y al parecer eran las únicas personas que conocía. Las risas, la música y toda la gente a mi alrededor comenzaron a abrumarme, así que caminé por la casa en busca de un lugar más tranquilo. Llegué a la sala pero estaba llena de parejitas empalagosas que no dejaban de acariciarse. Salí de ahí y fui a la cocina. Esa parte estaba mejor, sólo había unas cuantas personas en busca de comida, sin parejas. Me quedé en la esquina, al lado de las botanas, mandándome mensajes con Ezra.
Él me había invitado a cenar con su familia pero le expliqué la situación de mi papá y él dijo que no había problema, que sería para la próxima. En ese momento estaba tentada a mandarle un mensaje preguntándole si podía ir a su casa o tal vez que él llegara a la fiesta pero fui interrumpida por un chico que no paraba de carraspear a mi lado. Un tanto molesta, me giré a verlo. Era un chico medio bajito con cabello chino y simpático. Se me hacía familiar pero no recordaba de dónde.
—Hola, Emma.
Sí, definitivamente nos conocíamos pero, ¿de dónde? El chico me invitó a bailar y como se veía decente, acepté.
Mis pasos de baile primero fueron tímidos pero mi acompañante se movía como si estuviera solo en la habitación: con los brazos al aire, saltando como loco y haciendo caras graciosas. Me reí pero seguí su ejemplo. Mi sobrero se cayó un par de veces y al final lo puse en mi mano, el chico a mi lado lo agarró y se lo puse e imitó a Michael Jackson. Comenzábamos a llamar la atención pero no me importó. No conocía a estas personas pero al parecer él sí porque todos empezaron a gritar su nombre el cual era Alex y entonces me di cuenta de que era el mejor amigo de Sebastián. Ya lo había conocido antes y me había caído bien.
Alex bailaba a mi alrededor y yo le seguía el juego pero alguien de la multitud puso una silla y me sentó en ella. Alex me hizo un striptease y a pesar de que sabía que todo era broma, no pude evitar sonrojarme. Al final la fiesta estaba resultando a ser más divertida de lo que me imaginaba. Alex se quitó primero los zapatos y los calcetines, luego la camisa, seguida por el cinturón. Solo faltaban los pantalones y mi sombrero. Hizo un gesto tonto con él y lo colocó de nuevo sobre mi cabeza. Ahora solo quedaban sus pantalones y desvié la mirada, muerta de la vergüenza. Buscaba a alguien que me ayudara con la situación pero todos parecían muy entretenidos con el espectáculo. Todos excepto un chico, alguien que iba todo de negro, cuyos ojos no estaban centrados en mí sino en la chica en sus brazos. Bailaban muy pegados, sus movimientos nada comparados a los de Alex o los míos, ellos bailaban muy... sexy. Suspiré y sentí que toda la felicidad y vergüenza me abandonaban. Y todo porque José estaba ahí, bailando con alguien que no era yo, cuando se suponía que tendría que haber estado conmigo, en mi casa.
José sostenía una cerveza en su mano izquierda y la derecha apoyada en la espalda baja de la chica. Ella le susurró algo en el oído y él asintió. La atención de ambos se vio interrumpida por un chico al cual identifiqué como el idiota del club, Carlos, el "amigo" de José. Señaló en mi dirección y los ojos de mi novio me vieron. No había nada en ellos, tan sólo un brillo causado por el alcohol. Nos vimos por largos segundos hasta que el sonido a mi alrededor se intensificó y me di cuenta de que Alex ya se había quitado los pantalones. No pude evitar reírme al ver sus bóxers: eran de los Simpson. Las cosas se estaban saliendo de control porque él ya iba a quitarse los bóxers. Me paré al instante y lo detuve. La gente me abucheó pero no les di importancia y me llevé a Alex a donde había visto a Sebastián por última vez. Llegamos hasta donde estaban nuestros amigos y cuando Sebastián vio a su amigo, se echó a reír. Le pidió a mi amiga que le ayudara a llevarlo a su habitación y me volvieron a dejar sola. Mónica me dio una cerveza y aunque a mí no me gustaba su sabor, lo que había pasado apenas unos minutos atrás, necesitaba alcohol, no importaba de qué tipo.
Cerré los ojos y deseé no haber aceptado la invitación. Si no hubiera estado ahí, la imagen de José con otra chica no estaría en mi mente en ese momento. ¿Por qué me había dejado plantada? ¿Por qué no decime la verdad? Un mensaje diciéndome que se iba a una fiesta habría estado bien. Pero no, él siempre tenía que complicar las cosas. ¿Y por qué tenía que verlo justo en ese momento? De todos los momentos disponibles, ese fue en el que lo vi. Típico.
La gente ya se había vuelto a reunir en parejas y bailaban una canción lenta. Era obvio que Mónica ya no estaba a cargo de la música. Me pedí una segunda cerveza y comencé a beberla. Si no me sentía bien para manejar, le pediría a mi hermana que fuera por mí. O tal vez lo más sencillo sería decirle a Mon que me dejara pasar la noche.
Alguien me arrebató la cerveza y volteé a mirar molesta a aquella persona y. ¿quién era? Exacto: José. Se terminó lo que quedaba de mi bebida y se sentó a mi lado. Me miró por un largo momento y yo a él. Él seguramente pensaba que no me había visto en un vestido desde hacía mucho y yo pensaba que no se veía tan borracho. Tal vez ni siquiera lo estaba. Y eso era peor. Estaba sudado y respiraba con dificultad y en verdad esperé que se debiera al baile y nada más. José se acercó a mí como si me quisiera besar pero yo retrocedí y en cambio le di una cachetada. Su cabeza giró y vi mi mano marcada en su mejilla. Nunca pensé en volver a pegarle así de fuerte pero había vuelto a herirme y era pegarle o llorar, por lo que la elección ya estaba hecha.
Cuando volvió a verme a los ojos, ambos nos abalanzamos hacia el otro. Sus labios chocaron contra los míos y sentí sus manos sobre mis piernas, luego las sentí en mi cintura y por último en mi rostro. No sabía por qué exactamente estábamos reaccionando de ese modo, tal vez era nuestro modo de discutir porque los besos que nos estábamos dando no eran para nada gentiles. Él me mordió el labio y yo le devolví el gesto pero más fuerte, tanto que sentí su sangre pero aun así ninguno se retiró. Tiré de su cabello fuertemente y él enredó su puño en mi cabello, haciéndome daño. Yo fui la primera en separarme porque me faltaba la respiración pero sobre todo porque había sentido que comenzaba a bajarme el cierre del vestido... ¡Enfrente de cincuenta personas por lo menos! Los ojos de José estaban más brillantes y no era sólo el alcohol. Volví a golpearlo pero ya no fue una tonta cachetada, esa vez fue mi puño el que se estampó en su mandíbula. Seguramente despertaría con un moretón en mis nudillos pero había valido la pena.
Seguí el camino por donde vi que mi amiga había desaparecido con su novio y el mejor amigo de éste, pensando en que definitivamente esa Navidad la recordaría toda mi vida.

19 - 11 - 14 / 11 - 03 - 17

N/A: Canción para Emma y José. Aquí dejo mi traducción:

Desprecias mis emociones naturales
Me haces sentir como basura y me lastimas
Y si empiezo una discusión
Corro el riesgo de perderte
Y eso es peor

¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Agluna vez te has enamorado de alguien
de quien no deberías haberte enamorado?

Y no tedremos futuro,
a menos que encontremos a un culpable
Y es una lástima
Y no estaremos juntos por mucho tiempo
si no nos demos cuenta de que somos iguales

¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Agluna vez te has enamorado de alguien
de quien no deberías haberte enamorado?

¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Agluna vez te has enamorado de alguien
de quien no deberías haberte enamorado?

Alteras mis emociones naturales
Me haces sentir como basura y me lastimas
Y si empiezo una discusión
Solo terminaré perdiéndote
Y eso es peor

¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Agluna vez te has enamorado de alguien
de quien no deberías haberte enamorado?

¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Alguna vez te has enamorado de alguien...
¿Agluna vez te has enamorado de alguien
de quien no deberías haberte enamorado?

Por favor, déjame olvidarteWhere stories live. Discover now