20 preguntas [J.Jonas]

VI

           

—¡Joe! — escuchó a lo lejos, un par de manos lo zarandearon

El joven gruñó y se dio vuelta en la cama, ignorando el hecho de que no estaba solo, le dolía el cuerpo.

Abrió los ojos de golpe: se había quedado dormido, sintió el sudor frío sobre la espalda y se quedó muy quieto, creyendo que había imaginado todo.

—Joe— le refutó la teoría una voz

—Demonios, Nick, me has asustado— se dio vuelta en la cama y lo miró

Su hermano vestía jeans y una camiseta muy sencilla, lo miraba desde lo alto y traía cara de pocos amigos; Joseph se sentó en la cama y bufó.

—¿Has venido a regañarme? Porque de ser así...

—¿Por qué no respondes tu teléfono? — lo interrumpió con los ojos ardiendo

—¿Eh?

—Tu teléfono, ¿dónde está?

—Eeeh...— Joe se giró en la cama y salió de ella un poco, alzó la almohada y miró el buró, no había nada; miró el cajón y no encontró más que una caja de preservativos, el cable de la computadora y del iPhone y un par de monedas— no lo sé... puede que esté en la sala...

—¿Sabes qué hora es? — Joe lo miró con una ceja arriba y una sonrisa de lado— Bien, son las 09:00— respondió Nicholas con el claro objetivo de no golpear a su hermano

—¿Las 09:00? — abrió mucho los ojos

—Sí, creí que estabas con Elliot o algo, deberías...

—Nick— lo interrumpió esta vez él con voz queda mirando hacia abajo y alzando un dedo— ¿te das cuenta de lo que significa?

—¿Qué eres un holgazán? Teníamos clase a las 08:00, te recuerdo, ya no puedo llegar tarde porque mi límite de inasisten...

—No, no, no— lo miró, frenando sus palabras— significa que he podido dormir— sacó una amplia sonrisa

—Espera... ¿no has estado durmiendo?

—Eeeh... no me refería a eso— se rascó la nuca evitando sus ojos

Nicholas entrecerró la mirada  y dio la vuelta, Joseph se dio cuenta de lo que pretendía y se levantó rápidamente, tropezando con la sábana y enredándose un pie, metió las manos antes de partirse la boca contra el suelo y lo siguió

—No, Nicholas, no...— le gritó cuando Nick ya estaba en el pasillo

Nick abrió la puerta del baño y Joe lo alcanzó casi en seguida

—No, Nick, déjame explicarte

—Mierda, Joe... tienes que estar de joda...

Nick había abierto la caja del espejo que estaba sobre el lavabo, se apretó el puente de la nariz con los dedos y cerró los ojos, Joe se mordió los labios y se quedó en la puerta, semidesnudo, con bóxer únicamente; su hermano abrió los ojos y lo miró, con los brazos cruzados.

—Tienes que ser tan reverendo cabrón...

—Nick...— su hermano imitó el gesto en las extremidades superiores y se recargó contra el marco de la puerta

—No, cállate... ¿Qué has estado haciendo estas semanas?

Miró hacia adelante, los frascos naranjas de etiqueta blanca seguían llenos de medicamento hasta el tope, todos. Estaba ordenados, tal y como Nick los había dejado, lo único que había cambiado eran las demás cosas: hilo dental en estante superior, dentífrico y afeitadora abajo, agua oxigenada y un par de vendas...