LXXX

229 17 24
                                    

           

Podía sentir la velocidad a la que nos movíamos sobre el asfalto debajo de mí y el leve ronroneo del motor en mis oídos; me había tumbado sobre la espalda y miraba el techo con los ojos nublados, pero ya sin agua.

Me sentía realmente herido, la presión del pecho era como una plancha de metal sobre mis pulmones y el nudo que tenía por estómago me recordaba a cada segundo donde estaba.
¿Dónde estaba Nick? ¿Kevin tendría la más mínima idea? ¿Ya habrían pedido dinero por mi cabeza?

Me sentía angustiado, una ligera capa de pánico me había pintado el cuerpo y el sudor empapado la nuca. La situación me recordaba todo a manera de película: la misma sensación de sed e impotencia, los nudos perfectamente hechos, la venda sobre la boca amarrada firme pero gentilmente, el poco manejo que tenía sobre mis nervios y esas ganas enormes de gritar.

—Debemos parar— indicó Brooke de pronto haciéndome voltear

Mi vista era muy pobre desde ese ángulo, ya había intentado observarla antes. Sus conversaciones con Julia se habían limitado a cosas como "¿Está listo?", "¿Sabe algo?" y "¿Sabes en dónde está?". Supuse que las respuestas eran igual de cortas: asentimientos y negaciones con la cabeza.

La camioneta se detuvo, mire él techo y apreté la boca; Brooke me había engatusado de una u otra manera, sin embargo no entendía del todo que estaba haciendo ella con esa gente.

La puerta a mis pies se abrió y me hizo apretar los dientes, mi respiración se incrementó.

—¿Sabes en dónde está ahora? —preguntó Brooke al aire, escuché como movían cosas en la cajuela

—Está en Providence— respondió Julia con un susurro

—¿Por qué paramos? —preguntó una voz masculina a lo lejos, escuché los pasos sobre la nieve y la velocidad a la que pasaban los coches junto a nosotros, estábamos en carretera

Providence... me planeaban sacar de New York, si no era que ya estábamos fuera, mi poca noción del tiempo me tenía mal centrado; desde esos días no había ni considerado la posibilidad de pisar Rhode Island ni por error, me rehusaba a revivir los recuerdos de esa manera.

—Necesito comer algo— respondió Brooke con voz cantarina

—¿Comer? —alcé ligeramente la cabeza y alcancé a observar como Alan se acercaba

Brooke bloqueó la puerta con su pequeño y esbelto cuerpo y cruzó los brazos sobre el pecho, encarándolo; el hombre de cabello castaño y barba bien recortada le sacaba con facilidad treinta centímetros, la miró con la cabeza ladeada y recargó una mano en el borde de la puerta, inclinándose sobre ella, Brooke no retrocedió ni una pulgada.

—¿Quieres comer? —alzó las cejas

—Sí, y te voy a agradecer eternamente que me dejes hacerlo tranquilamente

—Pero si tú sólo comes chocolate...— sus ojos de pronto se alzaron y me miró con una sonrisa llena de burla—... ¿o planeas comerlo a él?

—Lárgate a hacer lo que te corresponde— lo amenazó ella con la voz más afilada

—Venga, ricitos— soltó una risita y se irguió correctamente, cruzó los brazos igual que ella y alzó las cejas

—Déjala en paz, Alan— masculló una voz junto a ambos, Julia apreció en escena con cara de pocos amigos— lo que ella haya hecho con su culo es problema suyo— alzó las cejas—deja de meter las narices en donde no te corresponde

—¿O qué? —preguntó displicente y ladeando ligeramente el cuerpo

—O yo misma me voy a encargar de ponerte un tiro en la frente— amenazó Brooke, mi cuerpo respondió con un sudor frío a su voz cargada de desprecio y gelidez

20 preguntas [J.Jonas]Where stories live. Discover now