XXXII [parte I]

250 19 10
                                    

           

La noche estaba tomando papel entre los asistentes y la fiesta de bienvenida, tras los tediosos discursos de apertura de la sede y de los ponentes más importantes, comenzaba a ser bastante ruidosa; del salón de conferencias habían sido invitados a pasar a la piscina y la mayoría ya tenía varias copas encima.

Las chicas jugaban con una enorme pelota de playa y la música estaba muy alta, Joe estaba recargado contra una palmera del lugar y platicaba con Elliot acerca del pequeño encuentro forzado que habían tenido los jugadores, Elliot se reía y fruncía el ceño, divertido y regañón, Jason y Sam estaban demasiado ocupados jugando beer pong muy animados del otro lado del lugar.

—Vaya... que lío...

—Sí...— Joe bebió de su vaso

—Oye... ¿qué no estas tomando medicamento? — miró mal la yerbabuena de su mojito

—No— explotó la palabra entre los dientes— no los he traído y me siento mucho mejor— mintió parcialmente— estaré bien, mamá— alzó los ojos al cielo

—Yo solo digo...— escondió la cara en la piña colada

—No te preocupes tanto, Elliot— le sonrió

—Entonces... irán mañana al Pub Crawl— buscó tema de conversación

—No, no pienso ir— remilgó el otro

—Oh vamos, Jason y Sam te van a matar— se río

—No tengo ganas de estar en un antro...— tragó saliva, recordando el día que fue privado de su libertad

—Por supuesto... es comprensible— susurró Elliot

—Puede que vaya— le salió una chispa de falsa valentía— aún no sé... veremos

—Bueno... puede que... que te pueda acompañar, si te hace sentir más seguro— se río nerviosamente

—Creí que había dejado a Nick en Connecticut— se quejó con falsa molestia

—Oh, no... Nick es omnipresente

—Eso parece— se río— de acuerdo, vamos entonces— le sonrió, no lo admitió, pero tener a su amigo, sobrio, lo hacía sentir mejor

—¡¡Joe!! — gritó una voz cerca de ellos

—Oh, maldita sea, no puede ser posible— se quejó cuando Stephanie se acercó con un top y una diminuta falda hasta donde estaba él

—Joe, vamos a jugar— chilló

—¿Qué cosa? — ambos amigos la vieron desde abajo

—Beer pong

—Ah... no, soy muy malo, mala puntería ya sabes— le hizo un mohín

—Mentiroso— era cierto, el chico podía tener todo, menos mala puntería, en muchos sentidos

—Venga, Joe... deberías divertirte— le sonrió Elliot— Jason y Sam están ahí, puedes jugar con ellos— alzó las cejas

Joe bufó y estaba a punto de rezongar mientras lanzaba una rápida mirada a sus amigos cuando entendió la seña de Elliot, junto a Sam estaba una animada Brooke quien reía e intentaba atinarle a un vaso, Joe sonrió de lado con cuidado, dejando su vaso de lado, haciendo que los hielos resonaran.

—Ya... puede que sea divertido

Stephanie chilló con emoción, jalando a Joseph de la mano y arrastrándolo hasta la mesa, se situaron junto a Sam y miraron un momento: la morena era horrible para jugar, los curiosos del rededor reían algo alcoholizados y Jason estaba pateándole el trasero a la morena.

20 preguntas [J.Jonas]Where stories live. Discover now