LXXVIII [parte II]

221 16 27
                                    

           

La primera noche en Colorado caí rendida, las pesadillas con Joseph comenzaban a acecharme de nuevo, justo como los primeros días después de su huida; dormí intranquila y removiéndome en la cama con la frente llena de sudor, por la mañana me moría de miedo por lo que pudiera pasar en esos días. Esa misma noche Julia me telefoneó sólo para decirme (o más bien advertirme) que Daniel había escuchado mi mensaje y que estaba de acuerdo, que tenía hasta el 31 de diciembre para entregar a Joseph. De sobra sabía que mis "amenazas" al hombre habían sido una estupidez de mi parte, y estaba aterrada por lo que pudiera pasar.

El segundo día me levanté con la garganta cerrada y las manos temblando, ni siquiera podía recordar correctamente mi sueño, y sinceramente no quería. Joseph se había levantado antes, pues a causa de mis pesadillas no había podido dormir hasta muy tarde y había dormitado largas horas nada más.

Me di una ducha muy rápida, me sequé el cabello con rapidez y bajé vestida con una blusa gruesa de franela y un jean oscuro. Mi teléfono sonó antes de poder bajar a la sala.

—¿Sí? —respondí ansiosa

—Brooke

—¿Sí?

—Necesito una fecha, necesito borrar todo antes de que lo traigamos, pero no puedo tener más plazos—apresuró Julia— necesito dejar esto programado...

—No puedo, entiéndelo— mascullé— no pronto...

—Brooke...—advirtió

—Ya lo sé, ya lo sé— abrí la puerta y me quedé parada en mi lugar rogando que ninguno apareciera

—Y necesito los últimos papeles

—¿Papeles? — murmuré con un dejo de susto

—Hace varias semanas te dije que necesitaba los movimientos fiscales de Ian...

—Cierto... ese mismo día te los envió, iré por ellos a las oficinas

—¿Cuándo?

—Dame hasta víspera de Noche Buena— murmuré cerrando la puerta

—¿Y ese día...?— dejó la pregunta inconclusa, sabía a lo que se refería

—Es... probable, pero necesito saber si vamos o no a ir a New Jersey

—¿Es necesario?

—No lo sé aún... de ser así te aviso y si...— respiré profundo— y si ese día te necesito, lo sabrás...

—No más juegos, niña— advirtió, apreté los ojos

—Bien— gruñí colgando el aparato

Una mesa llena de cosas me recibió en la parte baja: tazas de café, una botella de crema irlandesa, un mazo de cartas, un paquete de galletas abierto, platos que al parecer había tenido comida y cuatro chicos abrigados alrededor de ella.

—Buenos días...—saludé, todo voltearon a verme, faltaba alguien

—Hola, hermosa Brooke— saludó Sam con una sonrisa

—Buenas noches, diría yo— agregó Jason

—Buenos días—respondieron Nick y Elliot al mismo tiempo

—¿En dónde está Joseph? —no pude evitar lo nerviosa que se escuchaba mi voz, Nick rió ligero y Sam hizo un puchero

—Limpiando la nieve— refirió Elliot alzando una bolsita de sal que yo no había notado

—¿Nieve? —pregunté aun embotada, necesitaba localizarlo para bajar mi taquicardia, miré a la entrada

—Perdió— explicó Jason alzándose de hombros

20 preguntas [J.Jonas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora