XLII

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—¿Me ayudas?

—¿En serio piensas ir? —Joe tomó el cierre del vestido que la chica le ofrecía y lo subió por su espalda

—Sí, será divertido— canturreó balanceándose sobre los talones— ¿tú no?

—No se me antoja, la verdad— hizo una mueca, alejándose de ella hacia el mini bar y sacando una lata de cerveza— prefiero dormir

—Que amargo, Jonas— se sentó junto a él en el sillón

—No tengo ganas de cenar

—Entonces de bailar— lo miró a los ojos

Brooke llevaba un bonito maquillaje que resaltaba sus ojos marrones y el cabello suelto alrededor de la cara, con los rizos cayéndole por la espalda, su vestido color crema era bastante sencillo e informal pero ideal para una cena, de alguna manera sus tacones negros se veían ligeramente intimidantes. Joe se sentía soso esa noche, había pasado todo el día bobeando por la ciudad y estaba cansado, Elliot había peleado con Jack por alguna razón y tenían al chico escondido debajo de las sábanas de la segunda cama bastante enojado y triste, pretexto perfecto para que Joe no se moviera del lugar.

—No, me quedaré con Elliot, además, tengo que poner mi maleta

—¿No has guardado nada?

—Pues... no

—Hmmm... puedo ayudarte si gustas

—Sí, si quieres— accedió bebiendo de la lata— pero voy a pasar por las cosas de Elliot a su cuarto...

—Puedo ayudarte también

—Ok...— alargó la palabra mientras la chica se levantaba

—Regresaré antes de las dos, de cualquier manera, si quieres a esa hora podemos terminar todo el asunto

—¿Cuál es el afán por ayudar?

—Ninguno— lo miró con los ojos brillantes— pero necesito un pretexto para regresar o me voy a emborrachar hasta caer y viajar con resaca es una mierda

—Así que... ¿yo soy tu impulso para volver? — la miró con una sonrisa altanera en la boca, cruzando las piernas

—No, eres mi pretexto, tú, mi maleta y...— se acercó a él, inclinándose y mirándole la boca muy de cerca—... una probable muy buena cogida antes de dormir— le guiñó un ojo— así que mantente despierto

—No me tientes...— la miró con la boca seca

—Eso pretendo

—No estoy jugando, lo sabes

—Excelente...— se levantó y tomó su bolso— entonces nos veremos en un rato

—Supongo que sí

—Si decides bajar... ya sabes quién está dispuesta a bailar contigo, aunque sea solo por lástima

La morena se fue, dejando su perfume en el camino y Joe suspiró, jaló su teléfono que se estaba cargando en la mesita y comenzó a jugar con él; llevaba unos minutos concentrado en romper la gelatina de su Candy Crush cuando este comenzó a vibrar.

—Hey, Nickito

—Hola, Joe— lo saludó con calma

—¿Qué hay?

—Es lo que yo me pregunto— Joe estiró los brazos un momento

—¿Qué pasa?

—¿Kevin te llamó?

20 preguntas [J.Jonas]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz