XXVIII

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—Dime por favor que uno es para mí— dijo la morena cuando Joe se plantó frente a ella con dos vasos de café, uno en cada mano

—Los Starbucks en los aeropuertos son bastante funcionales— le ofreció el vaso

La morena quitó su mochila del asiento contiguo a ella y Joseph lo tomó, estirando las piernas; la sala para el vuelo de salida a Florida se había ido llenando poco a poco, los estudiantes de último año ya estaban haciendo alboroto y el personal se veía hastiado: acostumbrados a los imbéciles springbreakers y universitarios que viajaban en bola.

Joe había comprado el café, como le prometió a Elliot y había comprado la bebida de temporada predilecta de la joven, el lugar estaba frío y el café les calentaba el pecho.

—¿Tu asiento? — preguntó ella tomando del recipiente

—¿Disculpa?

—¿Qué asiento tienes?

—Oh— se río, pasando una mano por su cabello—tengo cuatro, todos tienen nombre, pero siempre podemos cambiar

—Deberías elegir uno

—Lo haré si me dices cual tienes tú, para estar lo más alejado posible

—Entonces supongo que dejaré que sea sorpresa

—Oh, venga ricitos

—Pienso usarlo para mi conveniencia

—Que terca

—Bien, bien, 77D, junto a ventanilla— murmuró feliz

—Bien... veamos que tenemos por aquí...— miró los pases de abordaje— tenemos un hermoso 22 y 23 A y... un 75 y 76 D... interesante— le guiñó un ojo

—Es demasiada coincidencia, me niego a creerlo

—Créelo— le mostró los papelitos— estamos destinados a ser

—¿Te sentarás junto a mí?

—Solo si tú quieres— alzó las cejas

...

—Ten...— Joe entregó sus boletos a sus amigos cuando el vuelvo fue llamado y todos lo miraron

—¿De qué han hablado tú y Brooke? — observó Sam con una sonrisita

—Oh, de lo mucho que nos vamos a divertir juntos— sonrió

Joe entregó su pase a la aeromoza y le guiñó un ojo antes de entrar al pasillo que conducía al avión, se sentó y al poco tiempo escuchó un ligero carraspeo.

—¿Sí? — la miró inocentemente

—Ese es mi lugar

—Oh, creí que no te importaría— sonrió dulcemente, Joe había robado el lugar junto a la ventanilla

—Hola, Brooke— saludó Elliot, quien estaba sentado en la misma línea de asientos

—Hola, Elliot...

El amigo comenzaba a entender el porqué de que Joe hubiera repartido los boletos, sacó un libro y comenzó a leer, sin prestarle atención a la pareja. Brooke se sentó, enfurruñada junto a Joseph y éste la miró.

—Hey— le tomó la barbilla entre los dedos para que lo mirara— prometo que te lo voy a compensar...

—¡Ah! ¿sí? ¿Cómo?

—¿Ya eres miembro del club de las alturas? — le alzó las cejas repetidamente, Brooke lanzó una carcajada y después puso los ojos en blanco

—¿Tú lo eres?

20 preguntas [J.Jonas]Where stories live. Discover now