XXI

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—¿Tienes esa tendencia natural a las rubias?

—Digamos que es lo que hay...— murmuró Joe mientras se quitaba la cazadora y la dejaba en la mesa cercana, quedando en una camiseta de algodón negra, como en pantalón y las botas

—Vaya...—Brooke pasó una mano por el borde de la mesa y se encontró con la mano de Joe, que barrió con los dedos, una sensación de quemazón recorrió la mano del joven

—¿Juegas? — le ofreció el taco

—Para nada— negó con la cabeza, se sentía ligeramente atontada

—¿Quieres aprender?

—¿Es uno de tus trucos?

—No... si tú no quieres que lo sea— la morena entrecerró los ojos

—Vale... pero si comienzas con tus rarezas te vas directo a la mierda ¿ok? — el alcohol envalentonaba su voz

—Hecho— se río el otro— ven— respiró profundamente una única vez y acercó su mano con cuidado a la de ella, la tomó y soltó el aire; la jaló sin fuerza y ella, ablandada por el tequila, dio contra su pecho— Hey... cuidado

—Disculpa— se separó de él, pero mantuvo una distancia demasiado corta

Joe alzó su brazo y le dio vuelta, como si bailaran, ella se desenvolvió perfectamente con él, pegó su espalda a su pecho y le pasó una mano por la cintura, sintió su incomodidad, pero ni así la soltó, Brooke respiraba pesadamente, pero Joseph no podía adivinar si era la borrachera que traía encima o su contacto lo que lo provocaba y eso, por supuesto, lo desesperaba.

—Shhh...— le susurró al oído cuando ella comenzó a removerse

—Joseph...

—Prometo que no es ninguno de mis trucos— se río con voz ronca en oído— quédate quieta o no vas a aprender nada...

Tomó el taco y se inclinó ligeramente sobre la mesa, con la mitad de la espalda de la joven pegada su pecho, la agachó con él suavemente y le pasó una mano a la cadera, pegándola a él, cubrió con el otro brazo el de ella y colocó la vara entre sus dedos, el cabello de Brooke cayó de lado y el admiró el enorme tatuaje, tenía el cuello perlado de sudor y los colores de las rosas tenían un extraño brillo bajo las lámparas ya encendidas del lugar.

Podía ver su oreja, con el curioso piercing que había descubierto el otro día y los pequeños cabellos que se salían de su coleta, miró las bolas y apuntó una; con un rápido movimiento, que provoco un respingo por parte de Brooke, golpeó la esfera y esta salió disparada contra la madera para finalmente meterse en el agujero correspondiente.

—Eres bueno...— resopló ella

—Es cuestión de práctica, cariño...

—¿Juegas mucho? — Joe movió sus cuerpos ligeramente a la derecha, sin despegarlos, y golpeó por segunda vez

—No...

—¿Quién te enseñó a jugar a ti?

—Kevin...

—¿Tu hermano?

—El único— le sonrió

—¿Puedo intentar esta yo? — lo miró, solo ladeando un poco la cara, con una sonrisa

—Por supuesto...— le dejó el taco en la mano y se quedó inclinado, Brooke golpeó una bola con torpeza y él soltó una risita burlona— nada mal para ser tu primer tiro

—Quizá es porque mi profesor apesta

—Espero que hables de alguien más y no de mí

—Sí, claro— dijo sarcástica, Joe volvió a inclinarse sobre ella, provocando un escalofrío en su propia espalda— quédate quieta... debes sentirlo, no actuar por impulso— ella lo miró, volteando la mirada hacia sus ojos que ardían para ese entonces— ojos abajo— ordenó

20 preguntas [J.Jonas]Where stories live. Discover now