Capítulo 14 "Declaración de Guerra II"

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30 de Marzo del 2016
Calles de la Capital Abismal.
Minutos antes del ataque.

Las calles del abismo eran una serie de calles y callejones entrelazados con las casas y negocios repartidos por toda la capital, haciéndola un gran laberinto de cruces y mas cruces en esa amplia capital. Los habitantes del abismo iban y venían en un constante flujo, todo bajo los ojos de la guardia del abismo, era un día importante ya que ese dia se celebraba una gran feria que cada fin de mes, se asentaba en la plaza principal del abismo, ofreciendo sus diversos juegos, artilugios raros y eventos de feria para el deleite de la población. La vigilancia de dicha feria era delegada a un grupo de Vigilantes del Abismo. Dicha feria era formada por distintos seres mágicos, desde licántropos a vampiros, magos, brujas, hadas etc. Cada grupo que desease entrar al abismo debía de pasar un riguroso chequeo de seguridad, a pesar de todos los contratiempos, participar para dicha feria significaba una buena paga, debido a que los seres de la capital del abismo, solían pagar en oro o en un material del abismo muy codiciado por su valor de intercambio con los magos.

Entre la multitud de personas, avanzaba el joven cazador de forma tranquila, a los ojos del publico, nadie sabia que era el Cazador del Abismo. Portaba un suéter negro, jeans oscuros y unas botas negras. Llevaba su espadón a sus espaldas y la ballesta en su cintura, no había llevado armas humanas ya que, de por si se llevaba una que otra mirada rara con las armas antiguas, imagina con las armas de fuego. Se suponía que debía de estar descansando debido al fuerte entrenamiento que había tenido con Aldrich aquella mañana, pero no podía. Sintió el impulso de ir a la feria, quería ver que clase de objetos raros podría encontrar, se podía decir que era motivado por la más inocente curiosidad.

Otra parte de él, le impulso a ir y conseguir tres obsequios, si, iría a ver que le podía regalar a las tres personas que, dentro de lo que cabía, eran las mas importantes para el. Alexa, Aldrich y el Señor del Abismo. Su mente divagaba entre que cosas podría regalarle a cada uno, llevaba aproximadamente un año, si los cálculos no le fallaban, conociéndolos. Pero no sabia que podría regalarle a cada uno.

-¿Que clase de regalo le podría gustar a una mujer, un engreído y a un líder tan frío?.

Se preguntó. Y mientras se preguntaba aquello, avanzó hacia la feria que se alzaba animada y recibía con gusto a todos los seres del abismo. El se adentró en ella, atravesando el mar de personas allí presente, se abrió paso, cuando la musica de feria y el ambiente animado rodeó todo el lugar de forma abrupta, llevando al joven cazador a sentir un sensación de seguridad, que le hizo bajar la guardia, y concentrarse en las atracciones.

Fue de tienda en tienda, encontrándose con seres cada cual mas peculiar que el anterior. Decidió ir de uno en uno lleno de curiosidad. La primera fue una tienda rústica de madera donde una anciana revisaba con lentitud y tranquilidad un libro que sostenía entre sus manos, la anciana desvío la mirada encontrándose con un par de perlas oscuras mirándole fijamente. Ella esbozó una sonrisa ladina.

-Pero que tenemos aquí.- dijo la anciana con un tono alegre en su voz. Víctor dio un paso atrás dejando que la bruja le mirase mejor.-Un jovencito curioso. Nada menos.

Víctor le miró fijamente, le recordaba vagamente a esas brujas de cuentos de hadas donde llevaban túnicas negras y sombreros grandes, con narices alargadas y su típica verruga o lunar. Al igual que la características escoba voladora, el sonrió ante esa imagen, pero notó que estaba equivocado. Era una anciana común, que solo tenia las ropas negras iguales a su comparación.

El Cazador (Saga Angel De La Muerte, Libro #I)  Where stories live. Discover now