Capítulo 27 "El Peso de la Guerra"

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7 de Enero del 2018
Alemania. Ciudad sobrenatural de Dormenst.

Los rayos del sol iluminaron la hermosa ciudad de Dormenst. Bañándola en sus hermosas luces doradas. La ciudad despertaba, con las campanas de los negocios anunciando su apertura. Los jóvenes niños preparándose para asistir a clases. de Beltruchs y Gerfeullem, Dormenst era la ciudad más parecida a una humana. Todos lo que habitaban la ciudad eran Sacra. Muy pocos seres sobrenaturales se podían observar allí, de vez en cuando era visitada por licántropos, magos, vampiros, incluso enanos o los misteriosos elfos. Era llamada la ciudad de los humanos entre todas las sobrenaturales.

Ese día, en una posada no muy lujosa del sitio. Una apartada, no muy llamativa, perfecta para pasar desapercibido. El temido Espectro de Alemania terminaba de entrenar. Estaba en el suelo terminando una serie de diez flexiones militares, luego se puso de pie, caminó colocándose entre dos sillas, se apoyó en el respaldo de ambas, elevó las piernas y bajó, luego subió marcando luego diez fondos. Al finalizar, con la frente perlada de sudor, suspiró. Había aprendido a entrenar sin equipo y sin peso. Una vez finalizado su entrenamiento. Decidió meditar mientras su cuerpo se enfriaba,antes de darse una ducha. Solía hacerlo para así organizar lo que haría en el día.

Se sentó cruzando las piernas. Respiró profundo, poco a poco aclarando, calmando su cuerpo. Poco a poco lo logró. Logró apartar todos sus pensamientos. Respirando en un patrón calmado. Logró alcanzar un estado de calma y paz que lo llevó a un estado más allá del terrenal. Navegando en las sensaciones del mundo, como ente que le rodeaba, sintiendo las palpitaciones mágicas que emanaban del mundo. Tanto las sensaciones placenteras de paz, de aquellos lugares de magia pura, de paz, de vida, de estabilidad. Pero por otro lado podía sentir el llamado de la destrucción, del caos, de la muerte, de la oscuridad que residía en él.

Entonces, tan potente como un estallido. Por su mente pasó la imagen de Alexa defendiendo a ese joven. La imagen de esa vigilante había perturbado su estado de constante indiferencia. Pues aún tenía poder en esa parte de él que se había jurado alejar, desterrar, destruir, pero por lo visto, su carrera despiadada de mercenario no había logrado su cometido.

Abrió los ojos respirando agitado. Se llevó una mano lentamente al pecho, calmando su respiración. Se propuso a darse un relajante baño. Se levantó, despojándose de su pantalón y ropa interior. Tomo una toalla personal adentrándose en el baño. Allí dentro le esperaba un rustico cubo de metal con agua, junto con un pequeño envase para poder bañarse. Sin tardar se cubrió de agua. La sensación fría, refrescante recorrió su cuerpo. Suspiró mientras procedía a enjabonarse su cuerpo. Las imágenes de la peliazul invadieron su mente. No debía de haberse encontrado con ella, por lo menos aun no.

Al salir del baño, se secó con la toalla enrollándosela en la cintura. Antes de salir se observó en un espejo que allí había. Ahí estaba él reflejado, sin su característica máscara. Allí no estaba viendo al Espectro de Alemania. Estaba viendo a esa persona que luchaba por esconder, a una persona débil, a una persona que aún creía en el amor. A una persona que acababa de presenciar como había sido reemplazado, parecía que después de todo, ella había encontrado a su soulmate. Era de esperarse, era obvio que eligiera a su pareja por encima de él. Víctor Perez, antiguo Cazador del Abismo, ahora conocido bajo el nombre del Espectro de Alemania, suspiró bajando la mirada, dejando de ver sus ojos negros. Puede que no fuese su pareja después de todo,,podían ser solo imaginaciones violentas de él.

Salió del baño. Decidió vestirse con su típica ropa del Espectro. Iría hacia la herrería en buscar sus piezas de armadura en donde las había dejado. Se terminó de poner la pistolera junto con la pistola, luego, apenas se empezaba a poner la franelilla cuando unos toques a la puerta le hicieron ponerse en guardia, apuntando a la puerta. Avanzó con precaución, separando la mano derecha alargándola a la misma dirección. Sus ojos se tornaron azules mientras la máscara, movida por alguna fuerza, por lo visto mágica, se acercaba flotando envuelta en un halo azul. Se la colocó.

El Cazador (Saga Angel De La Muerte, Libro #I)  जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें