Capítulo 35 "Armadura del Eclipse"

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22 de Septiembre del 2018
Alemania. Ciudad Sobrenatural de Gerfeullem.

Un Monstruo despertó

Todos veían con una mezcla desigual de miedo y asombro al enorme dragón que había emergido desde el humo, materializándose en un ser enorme, de escamas negras con rebordes rojos, cuatro ojos de un carmesí brillante y una humeante boca

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Todos veían con una mezcla desigual de miedo y asombro al enorme dragón que había emergido desde el humo, materializándose en un ser enorme, de escamas negras con rebordes rojos, cuatro ojos de un carmesí brillante y una humeante boca. Algunos otros dirigían sus miradas al eclipse. Como si de una luna de fuego se tratase, una esfera negra rodeada de fuego tapaba el sol, dejando la tierra en una penumbra anaranjiza.

Pero lo más notorio de allí, era el joven cazador. Frente al dragón, dándole la espalda a este. Su cuerpo era cubierto por una armadura con tonos plateados y anaranjados como si fuese óxido el fuego cobrizo cubría su cuerpo, el cual parecía haberse agrandado, incluso se veía más alto, pero este no parecía afectarle. La mirada de ese ser estaba fija en Gael, al igual que la mirada afilada del dragón. El hombre de ojos grises acompañado de la mercenario y el híbrido. Pero sin miedo veían de frente al cazador.

Angelique forcejeaba entre los brazos de Aldrich buscando liberarse, incluso sus alas negras como el ébano molestaban el cuerpo del vanguardia, pero el vanguardia le detenía con fuerza hasta que la giró mirándola a si rostro.

-¡Calmate! Victor ahora es muy peligroso, ¡No puedo dejar que vayas!

A regañadientes se rindió, solo observando la escena frente a ella. Los demás por igual veían pero se mantenían al margen. Siendo meros espectadores. La tierra tembló cuando el enorme dragón abrió sus fauces arrojando un rugido poderoso hacia los enemigos. Para sorpresa de todos, luego de ese rugido. De las fauces emergió una llamarada que iba directo hacia Gael y sus allegados. Utilizó nuevamente su escudo. Con mucho esfuerzo repelió el fuego, cuando la llamarada se acabó, Gael exhaló del esfuerzo.

En ese momento, llegó el verdadero combate.

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Víctor desencajó su espada del suelo, dejando salir una onda de fuego al liberarla, con ella apuntó hacia Gael. El hombre de ojos grises no perdió tiempo y con su alabarda arrojó un corte mágico, en pocos segundos cerró la distancia con Víctor, impactando y explotando la energía. Sonrió al sentirse triunfal, misma sonrisa que cayó al ver emerger al cazador del humo, con su imponente figura cubierta de fuego.

Entonces sin previo aviso, corrió hacia Gael. Fueron segundos que pasaron como un rayo. La espada de fuego chocó con la alabarda arrojando una onda expansiva por el impacto. Ambas armas se mantenían en un choque de filos, donde estos soltaban chispas. Los músculos de Gael se tensaron buscando resistir la fuerza descomunal del cazador. Le miró en la ranura del casco buscando sus ojos, pero sólo había oscuridad.

El Cazador (Saga Angel De La Muerte, Libro #I)  Where stories live. Discover now