El Cazador (Saga Angel De La Muerte, Libro #I)

Capitulo 18 "Espectros Avariciosos"

10 De Abril del 2016
Abismo, calles del centro-Capital.

Aquel dia las calles iban llenas de gente que iba de aquí para allá, de un lado a otro, desde simples obreros a dueños de negocios o los jóvenes que iban a las escuelas a recibir educación. Como toda capital, nunca estaba en descanso, siempre debía de mantenerse activa, ese día la guardia del abismo había sido desplegaba después de una serie de robos a distintos negocios, realizaban patrullas mientras conducían las investigaciones pertinentes para resolver dicho caso.

Ese día, Aldrich y Víctor habían recibido la orden de ir y realizar labores de patrullaje, con la esperanza de que ellos dos sean mas eficaces que los pseudo detectives de la guardia. También se les había ordenado llevar sus armas de fuego, junto con su equipo táctico, para intimidar mas que todo. Ambos avanzaban a paso relajado por las atestadas calles, aun faltaban un par de cuadras antes de llegar a uno de los primeros negocios asaltados.

Aldrich iba todo de negro, de pies a cabeza con el chaleco antibalas, rostro descubierto y  escopeta de combate en mano. Victor de igual forma iba de negro, con su media máscara de calavera y fusil Ak103.  De vez en cuando los se ganaban una que otra mirada de los civiles, después de todo, no eran los típicos guardias a los que estaban acostumbrados. Daban el aspecto de ser soldados demasiado modernos para un lugar como ese, incluso algunos pensaban que su señor había reclutado humanos en busca de aumentar los números.

Aldrich y Víctor avanzaban sin apresuro alguno, después de todo, era poco probable encontrar a los responsables de dichos actor vandálicos. Junto a ellos pasó un carruaje, los caballos les esquivaron por mera suerte y se detuvieron junto a ellos, alzándose en sus patas traseras, mientras que el jinete trataba de calmarlos.

—¡¿Quien demonios?!.—Gritó una voz desde dentro del carruaje, una vez se mantuvo completamente quieta, la puerta fue abierta de golpe.

—Ah.. Mierda.—Susurró un Aldrich que sabia que aquello seria mas una perdida de tiempo que un problema real.

Víctor solo alzó una ceja algo confundido, esa era una escena de lo mas inusual. Y con una total mirada de indiferencia, esperó a que la persona saliese por esa puerta. Lo que no esperaba era ver a un hombre flacucho, con cientos de gemas y cadenas de oro, anillos extravagantes y ropa pomposa con un maquillaje muy femenino a su parecer, cuando le miró, Víctor no soportó y soltó una gran carcajada mientras que Aldrich le daba una mirada que demostraba fastidio.

—¡Ustedes dos!.—Gritó aquel afeminado hombre.—¡¿Como se atreven a estar en medio de mi camino!? ¡¿Que no ven que se atraviesan en la ruta de un noble muy importante!?.

Víctor y Aldrich compartieron una mirada, donde ambos se rieron por lo bajo ante lo ridículo de la situación. Aldrich dio un paso al frente dejando de sostener la escopeta por donde se encuentra el gatillo, tomándola por la mitad con una mano. Se la apoyó en el hombro y respondió con chulería.

—Mire, señor... Bueno si se le puede llamar señor.—El noble abrió la boca, completamente indignado.—Sinceramente, con todo el respeto, usted debería de cerrar la bocota que tiene, primero por el hecho de haber insultado prácticamente a un capitán de vanguardia y al mismísimo cazador del abismo. Y segundo, usted es quien casi nos atropella con... Ese caballo feo.

Victor se colocó junto a Aldrich empuñando su fusil igual con esa bravuconería tan poco normal en él, pero por dentro se estaba divirtiendo con lo inusual de la situación.

—Como si ustedes dos, pobres soldados fueran siquiera una amenaza real, ustedes se valen de sus cargos sólo para intim?idar a la gente noble como nosotros.