Jeon JungKook es parte de un negocio, él y sus amigos formaron ese negocio donde deben complacer cualquier cosa que su cliente requiera (especialmente chicas dispuestas a pagar cualquier cosa)
Kim Ella lo conoce y sus problemas comienzan cuando part...
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Desperté por la alarma en mi celular, gruñí deseando poder dormir un rato más pero tampoco quería faltar a clase, entreabrí mis ojos para ver el móvil, la alarma dejó de sonar en cuanto toqué la pantalla. Bostecé incorporándome, pero, así como me levanté algo volvió a jalarme, mi cabeza cayó en la almohada y parpadeé varias veces consiguiendo a JungKook sobre mí con una pequeña sonrisa. Cierto, había olvidado que me había quedado a dormir en su departamento, confusa noté que estaba en su cama cuando recuerdo haberme quedado dormida en el sofá, rodeé los ojos haciéndome una idea de lo que había pasado, ya me había parecido extraña su actitud tranquila cuando le dije que ni loca dormiría en su cama.
— Debo ir al campus a cambiarme, darme un baño e ir a clase—intenté empujarlo—Tengo que preparar el bolso...—el chico no retrocedió, al contrario, comenzó a besar mi cuello dejando besos húmedos que me hicieron suspirar—JungKook—reproché.
— Tranquila, sólo deja que te relaje, estás muy tensa—susurró mordiendo mi oreja, sentí sus manos desabrochar mi pantalón hasta quitarlos, una pequeña sonrisa traviesa apareció en mis labios, sus manos acariciaron mis muslos subiendo a mi abdomen debajo de mi camisa.
Sus labios se posaron sobre los míos y juntos se movieron a la par, las manos de JungKook subieron hasta detenerse en mis pechos, un jadeo bajo se escapó de mi boca provocando una pequeña mordida en mi labio inferior, el chico se deshizo de mi camisa bajando a sus labios a mi pecho, sentí su cuerpo presionarse contra el mío haciéndome sentir como comenzaba a despertar su miembro. Lo acaricié con mi mano sobre el pantalón, mis mejillas ardieron a mil y escucharlo jadear fue lo mejor. JungKook bajó a mi abdomen besando mientras se deshacía de la ropa interior inferior, perdí toda cordura cuando usó su boca en mi intimidad haciéndome arquear la espalda y gemir su nombre disfrutándolo mucho más.
— Oye, despierta—escuché que se decían—Ella, despierta—abrí los ojos parpadeando varias veces. JungKook tenía una taza de café en su mano, tenía una camisa negra y un pantalón cómodo de dormir, sonrió divertido mirándome—Creo que tu celular se cansó de sonar con la alarma del despertador.
— ¿Qué? —mi respiración estaba agitada, mi mente no sabía que pasaba y dónde estaba. Bueno, seguía en su habitación, lo cual significa que si me quedé a dormir anoche. Tomé mi celular en la mesa de noche mirando la hora— ¡Mierda! —me levanté casi corriendo, salí de la habitación dirigiéndome al sofá donde seguían mis zapatos y mi bolso.
— ¿Llegarás tarde?
— No es tiempo para bromas—dije sin siquiera verlo. Acabé de colocarme mis zapatos, recogí mi bolso y mi suéter saliendo con prisa de su departamento.
No llegué a tiempo a las dos primeras clases, había ido al campus directo a mi habitación, no podía irme sin darme un baño o arreglarme. Fui llegando a la tercera clase a eso de las once y media de la mañana, Sook se había extrañado por mi tardanza, fue vergonzoso pedirle los apuntes, pero más vergonzoso era recordar que había tenido un sueño húmedo con Jeon JungKook. Joder, había sido tan realista que...puedo jurar que de no haber visto la hora hubiera despertado excitada y dispuesta a pedirle al chico que calmara el fuego en mi interior.
