Jeon JungKook es parte de un negocio, él y sus amigos formaron ese negocio donde deben complacer cualquier cosa que su cliente requiera (especialmente chicas dispuestas a pagar cualquier cosa)
Kim Ella lo conoce y sus problemas comienzan cuando part...
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Desperté agitada y respirando con dificultad, la habitación estaba a oscuras, no podía ver mucho, moví a JungKook a mi lado, éste murmuró sin despertarse, al empujarlo un poco abrió sus ojos girándose para verme.
— ¿Qué sucede? —arrastró las palabras.
— JeonSang, JungKook ve a verlo por favor—pedí insistiendo más casi al borde del llanto, el chico se levantó de inmediato ante eso, salió de la habitación dejando la luz encendida. Miré con inquietud la puerta abierta esperando una mala noticia o algo parecido, a los minutos JungKookie apareció más tranquilo.
— Está durmiendo en su cuna—apagó la luz caminando a la cama. Respiré con alivio restregando mis ojos— ¿Tuviste una pesadilla? —se acostó junto a mí. Me acerqué por debajo de las sábanas recostándome en su pecho, me rodeó con su brazo y tomó una de mis manos, aquel simple gesto hizo que los latidos de mi corazón se calmaran—Tranquila, el niño está bien. ¿Quieres contarme?
— Habían...—susurré mirando entre la oscuridad—Muchas puertas y....JeonSang estaba llorando, yo...no sabía que hacer, debía escoger una puerta, pero si me equivocaba iba a perderte también...—mi voz se quebró.
— Tranquila, estoy aquí, fue un mal sueño—susurró besando mi cabeza—No fue real.
— JungKook...
— ¿Mmm?
Levanté la cabeza para verlo, el chico había cerrado sus ojos, pero no dejaba de acariciar mi mano.
— ¿Y si tu madre no aparece?
— Lo hará.
— En un año no hemos encontrado nada... ¿Estás seguro que Lalisa está haciendo su parte?
— Ella—suspiró.
— Sólo no quiero que te pase nada, ni a ti ni a nuestro hijo—bajé la mirada. El chico no respondió y deduje que se había dormido, me acomodé dándole la espalda dudando sobre poder dormir, pero cuando los brazos de JungKook me abrazaron por detrás y su respiración rozó mi cuello me sentí más segura de alguna forma.
— No vas a perdernos, siempre estaremos contigo—besó mi mejilla—Intenta dormir.
Una semana después
Era primera vez que traíamos al niño a un club de piscinas, el lugar era muy bonito y grande, frente a las cabañas se apreciaba el mar azul, todos habíamos venido a excepción de mi madre, había aceptado sin dudar porque por primera vez no tendríamos guardaespaldas siguiéndonos. Teníamos cierto espacio privado sólo para nosotros, TaeHyung, Hoseok y JungKook no dejaban de competir por quien saltaba mejor o más alto en el trampolín que había en una de las orillas de la piscina. Cuando JungKookie era quien saltaba, JeonSang aplaudía entre risas.
— ¿Quieres un poco, amor? —ofreció Sook mostrándole una galleta.
— ¡Sí! —extendió sus brazos sin dudarlo— ¡Gachias!
