Impulsiva ofensiva

197 13 25
                                    

Mero sostuvo entre sus brazos a su amada novia tratando de darle consuelo por su gran pérdida personal. "Miss Mónica" había criado y educado a Sylvie desde pequeña, ella se había convertido inevitablemente en su segunda Madre. La pequeña señorita de la Familia Earl Lang apretaba con intensidad la espalda de su novio, sus desbordantes sentimientos no podían ser contenidos por nadie en estos momentos de adversidad.

Oportunamente Cristine y Mía volvieron a la casa de Mero después de pocos minutos del hallazgo del cadáver de "Miss Mónica". Al igual que Sylvie las gemelas Elosky quedaron impactadas por el espectáculo sangriento que habían provocado Dimitri y sus secuaces.

Cristine cayó de rodillas al suelo y un desgarrador llanto estalló desde el interior de su garganta. Mía de manera atenta abrazó a su hermana mayor tratando de tranquilizarla. La pequeña gemela Elosky se dio cuenta que en el suelo cercano a la casa de su novio habían huellas frescas de caballos.

Mía de manera decidida mencionó las siguientes palabras.

--- ¡Esto ya ha sido suficiente! ¡Malditos asesinos! ¡No los perdonaré!¡No los perdonaré por nada del mundo!

Abraham Elosky miró con atención a su sobrina. Él después dijo las siguientes palabras.

--- ¡¿Qué pretendes hacer Mía?! ¡En estos momentos no podemos actuar de forma imprudente!

Con una gran furia en su tono de voz la pequeña gemela Elosky mencionó las siguientes palabras.

--- ¡¡No seas un cobarde anciano!! ¡¿Debemos quedarnos aquí esperando a que esos malnacidos vengan a matarnos de uno por uno?!

Cristine detuvo su llanto, las palabras dichas por su hermana menor la llenaron de euforia e ira. Ella de forma violenta pronunció las siguientes palabras.

--- ¡¡Estos crueles sujetos primero asesinaron a Julios y a gente inocente del pequeño pueblo. Ahora han tomado la vida de "Miss Mónica"!!
¡Esto ha sido demasiado!
¡Vamos Mía! ¡No les permitiré que escapen! ¡Les haré pagar por el gran daño que nos han hecho!

La mente de Sylvie estaba en blanco, las lágrimas no dejaban de deslizarse por sus ojos y caían por encima de sus mejillas. Mero se sentía muy nervioso, él no sabía que podía hacer en estos momentos para ayudar a su novia para que se sintiese mejor.

El ingenuo Doctor enfocó su atención en Mía y Cristine, él trato de detener a sus dos queridas gemelas diciendo las siguientes palabras.

--- Cristine y Mía, Abraham tiene razón no podemos actuar desesperadamemte en estos momentos...

Las gemelas Elosky voltearon sus rostros y miraron con una cara llena de furia a su ser amado, Mero quedó sin palabras después de observar los rostros de esos dos demonios con cuerpos de delicadas y bellas señoritas.

Mía y Cristine se dejaron llevar por sus instintos, ellas comenzaron a correr rápidamente siguiendo las huellas de los animales que habían dejado los despiadados asesinos en su huída.

Abraham Elosky se sacó su chaqueta y la puso sobre el cuerpo inerte de la Madre adoptiva de Sylvie cubriendo toda la parte superior de este hasta su cabeza.
Él de forma preocupada dijo las siguientes palabras.

--- ¡Estas dos chicas son demasiado temperamentales! Mero's toma a la señorita Sylvie y vuelve al pueblo con ella, estar en tu casa es muy peligroso, yo seguiré a Mía y Cristine...

Mero al instante mencionó las siguientes palabras.

--- Esta bien Abraham, haré lo que me dices, por favor ayuda a Mía y Cristine, no quiero que nada malo les suceda...

Sylvie, un sin fin de emociones.Where stories live. Discover now