Sylvie, un sin fin de emociones.

Liebre y tortuga

Un ambiente festivo se respiraba en el aire, la caprichosa competencia entre Mía y Arian había provocado que los pueblerinos olvidarán sus tristezas pasadas que habían sido provocadas por crueles bandidos. Todo el pequeño pueblo se veía renovado con energías positivas y un gran entusiasmo.
Mero y sus amigos ya se encontraban parados en unos de los costados de la pista que estaba cercana a la boutique de ropa femenina de Aurelia. Pasados unos minutos Abraham Elosky llegó también a acompañarlos.

Las dos novias de Mero se encontraban listas y preparadas para asumir el último desafío que declararia a una de ellas dos como la ganadora del corazón de su amado novio.

El Doctor Alexis se ubicó al lado de ellas, él alzó con su mano derecha una bandera de color rojizo y le preguntó lo siguiente a las dos competidoras.

--- ¡Ya esta todo preparado! ¡¿Están listas chicas?!

Mía con decisión dijo las siguientes palabras.

--- ¡¡Estoy lista!!

Arian con estusiasmo mencionó las siguientes palabras.

--- ¡¡Estoy lista!!

El Doctor Alexis bajó la bandera de color rojizo con su brazo derecho e hizo sonar ruidosamente un pito que había puesto en su boca.

La partida de la carrera ya había comenzado.

Mía sin mucho esfuerzo logró tomar la delantera por cuatro metros de distancia de su rival de amor. Por su parte Arian estaba dando todo de si misma para alcanzar a su rápida oponente. Pasados unos segundos la distancia entre ellas dos sólo aumentaba en contra de la pequeña señorita de la Familia Earl Lang.

La pequeña gemela Elosky mientras corría de manera confiada comenzó a acercarse a su rival y disminuyó su distancia con ella.

Mía comenzó a correr de espaldas mientras le decía las siguientes palabras a su oponente.

--- Te lo dije Sylvie, tú no estás en condiciones de derrotarme en una carrera de resistencia física. Recién hemos recorrido la primera vuelta de este circuito y tu cuerpo ya esta mostrando mucho cansancio sobre el.
¿Por qué no detenemos esto y declaras tu derrota?

Arian entre jadeos de cansancio pronunció las siguientes palabras.

--- ¡No me rendiré! ¡No perderé contra ti! ¡¡Mi amado Mero será sólo para mi!!

Las palabras dichas por Arian ofuscaron bastante a Mía, ya que ella no había logrado doblegar la moral de su rival de amor con su confiada actitud.

Arian suspiraba mucho, su respiración se entrecortaba con cada esfuerzo que ella hacía para superar a Mía. La diferencia de resistencia y estado físico era notoria entre las dos novias del ingenuo Doctor.

La pequeña gemela Elosky mientras corría se puso al lado de Arian. Mía con un tono decidido de voz pronunció las siguientes palabras.

--- ¡Esta bien Sylvie! Tú desde un inicio no quisiste que las cosas permaneciesen en tranquilidad entre nosotras dos. Seré egoísta, yo también amo a mi querido Mero con todo mi corazón y no pienso alejarme de él.

¡¡Te dejaré atrás y ganaré de una vez por todas esta competencia!!

Mero y sus amigos observaban desde lejos como se imponía Mía delante de una cansada Arian.

De manera resignada Cristine que estaba a uno de los costados de su querido amigo dijo las siguientes palabras.

--- ¿Ya no hay nada que podamos hacer para detener esta competencia?