El frío camino de Ferrum

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Hace unos minutos atrás he cruzado mi camino con Abraham Elosky en la derrumbada y quemada mansión de uno de los hijos de la "Familia Earl Lang", el viejo amigo del Doc que proviene del frío país llamado Rusia me ha preguntado sobre un nombre conocido para mi, esto hace que mis recuerdos se mezclen y me sienta confundido.

Sin desearlo los recuerdos de mi pasado se pronuncian en mi mente a viva voz.

En un principio no era más que un ignorante y benevolente campesino que vivía en un rústico y pequeño pueblo alejado de las grandes ciudades. Mi meta día tras día era trabajar en los extensos campos de siembra sin descanso hasta quedar exhausto y fatigado. Eso fue de esa manera hasta que llegó el día en que me enamoré y me dejé llevar por la fantasiosa felicidad que implica conocer a la chica de tus sueños. Con esfuerzo y dedicación logré juntar el dinero necesario para construir una modesta y pequeña casa hecha a base de madera. En su interior dispuse y ordené todos los elementos necesarios para llevar una vida hogareña y tranquila, tales como:

Para el área del comedor: coloqué una mesa con tres sillas, una cocina de metal a leña, un mueble para la despensa y un fregadero para lavar los trastos sucios.

Para el dormitorio: obtuve una cama con un colchón relleno de paja, un velador y un ropero. Mi enamorada estaba muy feliz de compartir su vida a mi lado, ella era una excelente compañera y cocinera.

Después de algunos meses de convivencia todo marchaba sobre ruedas en nuestro diario vivir. Gracias a mi arduo trabajo logré conseguir un caballo y un par de terrenos fertiles donde cultivar diversos tipos de verduras y hortalizas. En unos meses más se sumaron a mis posesiones un par de ovejas y una vaca. Mi vida al lado de mi amada marchaba feliz y por gracia del destino tuve la oportunidad de ser Padre de una linda pequeña.

Pero la felicidad para un ignorante y esforzado campesino no es eterna ni duradera. La vida se preocupo de enseñarme eso de la manera más fría y cruel posible.

El pequeño pueblo donde vivía fue asotado por una extraña enfermedad que se llevo la vida de más de la mitad de la población que habitaba en ese lugar. Mi esposa e hija fueron presas de esta pandemia y murieron sin que yo pudiese hacer algo para ayudarlas. Para los Doctores y médicos no es un negocio lucrativo el preocuparse de personas vulgares y sin valor que pueden fácilmente ser reemplazadas.

Con lágrimas en mis ojos y apretando mis dientes con fuerza me preocupe de sepultar los cuerpos de mi fallecida esposa y pequeña hija en una colina distante al lugar donde vivíamos.

Vendí todas mis posesiones, a  excepción de mi leal caballo, a un mercader que venía una vez al mes a visitarnos y hacer negocios a este inhóspito sitio. También quise quedarme con mi sombrero café, abrigo café, con mi camisa percudida de color blanco,pantalón café y zapatos de color negro en memoria de mi fallecida esposa, a ella siempre le gusto este conjunto de ropas que usaba sobre mi cuerpo.

Mis metas y ambiciones a futuro no significaban nada ahora, estaba sin esperanza y hundiéndome en un foso oscuro sin final que me consumía por completo, cerré mi corazón y me convertí en una persona sombria y misteriosa. En un principio busqué mi muerte al mezclarme con la mafia y todos sus sucios negocios. Tiroteos, traiciones, tráfico de drogas, venta de esclavos, asesinatos...

Poco a poco mi conciencia y actitudes hicieron de mi un hombre sin sentimientos y ajeno al dolor de los demás.

Un día mientras estaba listo para asesinar a un sujeto en una ciudad dominada por la mafia de la región Ceylan debido al requerimiento de un cliente habitual. Un tipo desconocido para mi frenó mis acciones y se puso delante de mi.

Este hombre de manera tranquila me dijo las siguientes palabras.

--- Así que tú eres el mercenario de sombrero y traje café...

Sylvie, un sin fin de emociones.Where stories live. Discover now