Culminación de emociones

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Recuerdo la primera vez que estuve en plenitud de conciencia de mi realidad y alrededores, eso fue a mis cuatro años de edad, yo no dejaba de seguir a mi Madre adoptiva a cualquier lado que ella fuera en la gran mansión principal de la "Familia Earl Lang".

Con una actitud miedosa e insegura me aferraba a sus faldas y por cualquier leve amenaza o torpe caída de mi parte me ponía a llorar sin consuelo. "Miss Mónica" la líder de la servidumbre de aquella mansión con una tierna sonrisa en su rostro acariciaba mi cabeza y hacía que mi corazón volviese a tener calma.

Mi Madre adoptiva tuvo una gran paciencia con una chica torpe como yo. Ella trató de educarme de la mejor manera posible en cuanto a las labores básicas que debe realizar una sirvienta para sus amos, pero el realizar una tarea tan simple como barrer un largo pasillo o sacudir algunos muebles era una tarea muy difícil de conseguir para mi.

"Miss Mónica" siempre intercedió a mi favor y ella tomó para si misma todos los castigos que eran el resultado de mi propia debilidad.

Mi Madre adoptiva nunca se quejó conmigo por mis errores, ella fue muy dulce y amable en cada paso que di desde mi nacimiento hasta mi adolescencia, ella fue la primera persona que no quería perder por nada del mundo. "Miss Mónica" fue mi luz en una tenebrosa, obscura y fría mansión que era propiedad de "Robert Earl Lang" y su importante familia.

Después de varios años de intenso entrenamiento logré ser una competente sirvienta, pero mi suerte cambió para mal cuando "Sir Robert" decidió enviarme a la mansión personal de su hijo menor llamado "David Earl Lang".

A mis quince años de edad fui separada de mi luz, de mi apoyo, de mi Madre adoptiva que siempre me amó con todo su corazón.

"Miss Mónica" desde mi niñez siempre me enseñó que no debía guardar rencor en mi corazón, pero esa vez que vi la mirada intimidante e indolente de "Robert Earl Lang" y escuché su grave voz alzarse por toda la habitación en donde yo estaba con mi Madre adoptiva. Generó dentro mi un sentimiento que nunca antes había sentido en mi vida.

Él de manera despectiva dijo que mis servicios de sirvienta ya no eran necesarios en su lujosa mansión...

Yo lo odié...yo lo odié...yo lo odié con todo mi corazón...con frustración e ira apreté las faldas de mi vestido y la fricción de mis dientes hicieron un leve chirrido que solo yo fui capaz de escuchar.

Por mi querida Madre adoptiva decidí ser fuerte y asumí mi nuevo desafío con un gran entusiasmo, sin embargo, de nada me sirvieron mis buenas intenciones delante de un cruel demonio que provenía de los más siniestros rincones del más profundo infierno.

Un golpe de látigo en mi brazo derecho, un golpe de látigo en mi pierna izquierda...un golpe fulminante de un puño con una mancuerna de metal en mi vientre...cachetadas consecutivas en mi rostro...

Y por último un líquido viscoso y corrosivo por la mayoría de las partes de mi cuerpo...que dejaron mi piel marcada por el resto de mi vida...

Yo no me merecía esto...yo no puedo consentir que una persona tan cruel y despiadada exista.

Yo no te perdonaré jamás "David Earl Lang", jamás lo haré, tarde o temprano te haré pagar por el daño desmedido que hiciste sobre mi para saciar tus más profundas perversiones.

Yo no te perdonaré jamás "David Earl Lang", jamás lo haré, tarde o temprano te haré pagar por el daño desmedido que hiciste sobre mi para saciar tus más profundas perversiones

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Sylvie, un sin fin de emociones.Where stories live. Discover now