Sylvie, un sin fin de emociones.

La ocasión hace al ladrón

Ayumi y el ingenuo Doctor después de algunos minutos de viaje llegaron hasta su lugar de destino.
Mero con rapidez guardó la carreta en el patio al lado de la casa de Don Joaquín. En el momento que él estaba ingresando a la casa del gentil agricultor se dio cuenta que la puerta había sido forzada con fuerza desde el exterior y como resultado su cerradura mostraba estar rota. Esto puso en alerta a Mero, él con sigilo entro en este lugar y pudo darse cuenta que su nuevo amigo había sido atacado en el interior de su propio hogar. Ayumi siguió de cerca a su salvador tomando con una de sus manos la camisa de la espalda de él, después de algunos pasos ella pudo ver el estado lamentable del anciano herido.
El benefactor de Mero en estos momentos se encontraba con algunas manchas de sangre en su cuello, torso de su camisa y en las piernas de su pantalón. Él en estos instantes se encontraba tirado en el piso del comedor de su humilde hogar.

Mero de forma preocupada se acercó hasta él y reviso su cuerpo para examinar sus heridas. Él a los pocos segundos dijo las siguientes palabras.

--- Ayumi por favor, necesito que pongas a calentar agua en una de las ollas de la cocina. En la habitación de la izquierda, en el ropero, hay toallas limpias. No recuerdo bien si teníamos un botiquín de primeros auxilios aquí. De todos modos en primer lugar necesito limpiar las heridas de Don Joaquín.

Ante la seriedad mostrada por su nuevo amigo, Ayumi de inmediato obedeció las indicaciones dadas por Mero sin oponer ninguna queja.

--- Esta bien LJ lo haré enseguida. ¿Él esta vivo? ¿Verdad LJ?

Mero al instante respondió lo siguiente.

--- Si él esta vivo Ayumi, pero Don Joaquín esta inconsciente por el daño que recibió en su cuerpo. Debo presumir que él recibió una golpiza, no sé cuantas personas lo hayan atacado, pero por donde lo mire esto es un abuso de fuerza desmedida de parte de una banda de bandidos.

Con un leve temblor en su timbre de voz Ayumi dijo las siguientes palabras.

--- ¿Tú puedes ayudarlo? ¿Tú puedes ayudar a tu amigo?

De manera decidida Mero dijo las siguientes palabras.

--- Si yo puedo ayudarlo Ayumi.

La chica de largos cabellos café siguió las instrucciones de Mero y junto a él limpió las heridas y moretones de Don Joaquín.

El ingenuo Doctor reviso cada rincón de la casa de su nuevo amigo en busca de medicamentos, pero por desgracia no tuvo éxito en su búsqueda.

Con algo de nerviosismo Mero dijo las siguientes palabras.

--- Iré a las casas de los vecinos para preguntarles si vieron desde lejos lo que paso aquí. También les preguntare si tienen medicinas o ungüentos para las heridas que tiene en su cuerpo Don Joaquín.

Ayumi con una mirada serena mencionó las siguientes palabras.

--- Esta bien LJ, te esperaré aquí hasta que regreses.

Mero volvió a enfocar su mirada en la chica de largos cabellos café. Él después pronunció las siguientes palabras.

--- Perdón Ayumi, lo olvidaba por completo. Antes de marcharme tenemos que mover cuidadosamente el cuerpo de Don Joaquín hasta la cama de su habitación.

La señorita de la Familia Jakes Mello mencionó las siguientes palabras.

--- Tienes razón LJ, te ayudaré enseguida a mover el cuerpo de tu amigo...

Ayumi y el ingenuo Doctor trasladaron con cuidado el cuerpo del gentil anciano lastimado hasta la cama de su habitación. Mero le dijo a la chica de largos cabellos café que permaneciese encerrada en la habitación de Don Joaquín hasta su regreso.