El frío acero de una espada

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La caprichosa competencia entre Mía y Arian había llegado a su término.
Abraham tomó entre sus brazos a su cansada sobrina menor mientras que Cristine hizo lo mismo con la pequeña señorita de la Familia Earl Lang. Ellos regresarían a la casa del ingenuo Doctor para que sus dos novias pudiesen descansar adecuadamente.

El afortunado hombre que resultaba ser novio de ambas lindas jovencitas decidió quedarse en el pueblo en compañía de Nephy, Tomás, Aurelia y Alexis ordenando las calles donde antes había ocurrido la carrera entre Mía y Arian. Después de unas horas de trabajo, el orden y limpieza de las calles logró completarse con la ayuda de todos los que ayudaron en esta tarea.

La mujer de largos cabellos dorados que era dueña de la boutique de ropa femenina se despidió de sus amigos y volvió a su lugar de trabajo.

Nephy y Tomás regresaron a su cafetería para atender los pedidos de tarde-noche de su respectiva fiel clientela. Antes de despedirse de Mero, la simpática mesera le entregó un pequeño papel en sus manos al ingenuo Doctor. Nephy hizo esta acción sin que se diera cuenta su novio. Mero recibió el papel y permaneció en silencio.

De su lado el Doctor Alexis le pidió de su compañía a Mero por unos minutos que se convirtieron en un par de horas al pasar el tiempo. Una agradable conversación se generó entre ambos colegas del rubro de la medicina.

Antes de despedirse Alexis dijo las siguientes palabras.

--- Fue un gusto haber conversado contigo Mero. Espero que podamos charlar en una siguiente ocasión si se da la oportunidad.

Mero de forma amable mencionó las siguientes palabras.

--- Porsupuesto Alexis. Cuando gustes podemos hablar de nuevo. Estaré encantado de que charlemos sobre nuestras carreras médicas nuevamente.

El ingenuo Doctor le dio la espalda a su nuevo conocido y comenzó a caminar de regreso a su hogar. Resultaba ser ya la medianoche, Mero sin darse cuenta se había perdido en el tiempo. Él recordó el pequeño papel que recibió de parte de Nephy y lo sacó del bolsillo de su pantalón para leerlo:

"Por favor Mero necesito de tu ayuda urgentemente, ¿podríamos reunirnos en la entreda del bosque cercano al pequeño pueblo?"

El ingenuo Doctor de forma confiada y sin dudar de su amiga fue al lugar de reunión que había establecido Nephy en su nota escrita.

La oscuridad de una fría noche se hacía sentir por todas las calles del pequeño pueblo. En estos momentos el Doctor Alexis estaba con la compañía de una inusual visita en su consulta médica.

Con un tono aburrido de voz David Earl Lang dijo las siguientes palabras.

--- ¿Ya término la estúpida competencia entre mi hermana menor y Mía Elosky?

El Doctor Alexis se forma cordial mencionó las siguientes palabras.

--- Así es "Sir David", discúlpeme si lo hice esperar más del tiempo estimado al estar encerrado aquí, pero tuve una conversación interesante con el novio de su hermana menor y no quise dejarla a medias.

"Sir David" de forma calmada dijo las siguientes palabras.

--- No te preocupes Alexis, yo quise venir personalmente a este lugar para ver a escondidas a mi hermana menor y a su singular amado novio junto con sus preciados amigos.

Con un tono amable de voz el Doctor Alexis pronunció las siguientes palabras.

--- Entiendo, pero no le parece demasiado arriesgado venir al pequeño pueblo que usted mismo ordenó atacar hace algún tiempo atrás.
Abraham Elosky, el Tío de Mía y Cristine, está muy atento a mis movimientos y a las acciones de Nephy y Aurelia. Debe saber que él es una amenaza peor que sus dos sobrinas.

Sylvie, un sin fin de emociones.Where stories live. Discover now