Ⓣ 𝐑𝐢𝐜𝐚𝐜𝐡𝐨𝐧𝐞𝐬 Ⓚ

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Jungkook no esperaba que la idea inicial de ir a casa de su hyung acabará con él y la señora Min terminando de preparar el almuerzo, porque la señora Kim, sin reparar o interesarse por su presencia, pidió unos minutos para hablar a solas con su hijo.

No habría estado seguro de si lo mejor era dejar a Taehyung con ella, sino porque fue él mismo quien concordó la idea, antes de preguntarle si podía ayudar con la cena, e invitar a su madre hacia la sala para que hablaran.

— Te ves algo inquieto, Jungkook. — mencionó la señora Min, probando el resultado final de su salsa y distrayéndolo de sus pensamientos. — Sé que Yeonsoo tiene una presencia algo intimidante, pero te aseguro que es muy buena una vez que la conoces.

Jungkook la miró, pensando que probablemente ella debía ser consciente de que Taehyung le había hablado sobre la señora Kim, incluso si había sido sin demasiados detalles.

— Estaba muy nerviosa por ver a Taehyung antes de que llegaran, aunque no lo parezca. — comentó entonces, con una leve sonrisa. — Espero que puedan hablar de todo lo que sea necesario.

Jungkook asintió lentamente, sin idea de qué o cómo responder a eso, y poniéndose de pie con la intención de poner la mesa. Al notarlo, la señora Min se alejó de las ollas por un momento, y abriendo las alacenas comenzó a entregarle los platos y cubiertos.

Mientras tanto, Taehyung estaba pensando aun vagamente en su antojo de helado, porque ese día estaba siendo infernalmente caluroso. Quería tomar una ducha, o prender su ventilador y lanzarse en medio de su habitación, recostado en el suelo, y tal vez jugar videojuegos con Jungkook el resto de la tarde, luego de ayudarlo con su informe, por supuesto.

— ¿Entonces? ¿Qué opinas? — preguntó Yeonsoo, con las manos delicadamente sobre sus piernas cruzadas, y Taehyung la miró distraídamente, recordando que su madre le estaba hablando, y suspirando profundamente antes de responder, porque sí había escuchado todo.

— Me gusta la idea. — respondió sinceramente, obteniendo una sonrisa complacida. — Pero estaré ocupado, lo siento.

— ¿Ocupado?

— Sí, tengo planes para el miércoles.

Eso pareció sorprenderla: — ¿Un día de semana? ¿En la noche?

— Sí. Le debo un favor a una amiga importante. — sonrió levemente. — Prometí que saldría con ella esa noche.

— Entiendo. — asintió suavemente, antes de animarse a preguntar. — ¿Es una cita?

— Sí, algo parecido. — técnicamente, era una cita, pero no hacía falta ser muy específico.

— Oh. Entonces, quizás podría conocer a esta chica. — ideó entonces. — Estaré en Seúl toda esta semana y tu padre llegará en tres días. Podríamos...

— Mamá. Es solamente una amiga. — interrumpió con suavidad. — No te hagas ideas extrañas.

— Aun así, — insistió. — me gustaría mucho conocer a tus amigos.

Taehyung suspiró: — Llegué con uno hace quince minutos y creo que ni siquiera lo notaste.

No estaba siendo serio al respecto y tampoco estaba molesto, simplemente replicaba. Yeonsoo también suspiró, con algo así como resignación.

— Lo sé, y me disculparé con él, lo prometo. — aseguró, algo apenada. — ¿Al menos crees poder pasar el día conmigo mañana? Hay una exposición en un museo de arte al que me gustaría llevarte. No irías a la escuela y podríamos almorzar juntos también.

— Eso... Claro, eso me gustaría. — asintió vagamente. En realidad no estaba seguro acerca de faltar a la escuela, porque jamás faltaba, pero estaba interesado en la idea de ir a una exposición de arte.

𝙏𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ» • 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐈𝐆𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 •Where stories live. Discover now