𝙏𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ» • 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐈𝐆𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 •

Ⓣ Las cosas que amo Ⓚ

Taehyung sabía que él no era un chico normal.

Un chico normal sería (cree él) capaz de idear detalles románticos y memorables por la persona que tanto le gustaba cuando llegaba el momento de planear algo que debería ser especial, pero él no podía hacerlo de ese modo por mucho que quisiera intentarlo, y por muchas ideas locas que cruzaron su cabeza. Quizás se debía a que, hasta antes de conocer a Jungkook, nunca había tenido la necesidad de hacer algo especial de esa magnitud por alguien.

Muchos escenarios hasta ridículos pasaban por su mente durante el tiempo en que intentaba decidirse en cuál sería la mejor idea. Quizás uno de sus defectos era el hacer una montaña de problemas con un simple grano de arena, pero realmente no podía imaginarse con Jungkook sentados en una mesa elegante de mantel blanco, con velas encima y música ambiental sacada del soundtrack de "Orgullo y prejuicio". Es decir, podía imaginarlo, pero no se sentía como algo que ellos harían, jamás. No eran ese tipo de personas ni ese tipo de romance, seguramente estar en una situación como esa los haría reír o exasperarse.

Recordaba la vez que vieron esa película una tarde después de la escuela luego de encontrarla haciendo zapping. A Jungkook le estresaba comportamiento de los protagonistas y Taehyung sólo podía pensar en lo incómodo que podía sentirse la ropa que usaban en aquella época. Ninguno flotó en nubes de amor o se conmovió con las palabras bonitas, de hecho, era frustrante para ambos tener que presenciar el actuar de Elizabeth y el señor Darcy (Jungkook le habría dado al televisor con uno de sus zapatos de no ser porque Taehyung logró atajarlo a tiempo) y luego cambiaron de canal encontrando una de las películas de Adam Sandler con Drew Barrymore, donde cada uno interpretaba a padres solteros que acababan en unas locas vacaciones en África. Ese era el tipo de películas llenas de risas que a ambos les gustaba, hasta les hubiera gustado que fuera posible hacer ese tipo de viaje alocado a un lugar exótico.

Aunque claro, Taehyung tampoco tenía los medios económicos para poder llevar a Jungkook a África y que cabalgara en un avestruz.

Además, de seguro allí haría demasiado calor para su gusto.

Taehyung era más bien el tipo de chico atento a los detalles inusuales. Sentía eso, y su buena memoria como una virtud enorme, al menos para este caso. Aunque claro, no estaba seguro de si lo que tenía pensado para pasar la noche era excepcional o lo que Jungkook esperaba, pero cuando pensó en hacer una sorpresa para él, la idea inicial en su cabeza no era crear un ambiente romántico lleno de fuegos artificiales y burbujas de jabón, sino más bien algo de ellos dos, donde pudieran divertirse, descansar, pasar tiempo juntos y, principalmente, hacer de ese día importante como algo especial para el menor.

Creyó que al llegar a su primer destino lo principal en su cabeza sería pasar un buen rato junto con Jungkook, pero claramente, entre tanto entusiasmo y planes, su nula capacidad para patinar no era algo de lo que hubiera tomado conciencia hasta que estuvo... bueno, actuando como lo más similar a un cervatillo recién nacido sobre el hielo.

— ¿Cómo es que no tienes miedo de caerte? — preguntó, aun aferrado a la barandilla a un lado de la pista, mientras Jungkook lo observaba con diversión sobre sus propios patines de hielo, deslizándose con confianza y una facilidad increíble.

Cuando tenía siete años, Taehyung fue a una pista de hielo con su familia, y sólo recordaba tener los pies totalmente doblados, sin poder pararse sobre las cuchillas (mientras Yoongi hyung lo animaba a avanzar y también se reía de él, cabe decir) lo cual... bueno, no había sido una experiencia que atesorara entre sus recuerdos de la niñez, considerando luego de eso, no lo había intentado nuevamente. Sí tuvo por un tiempo patines de ruedas que usó durante bastante tiempo, pero esta sensación sobre el hielo era un tanto distinta y no estaba del todo seguro de que no iba a romperse algo si perdía el equilibro y su trasero se estrellaba en la helada superficie.